
Tras la celebración de los dos sínodos dedicados a la pastoral familiar, resulta muy conveniente una reflexión sobre la familia como sujeto y escuela de la misericordia. Este libro nos la ofrece desde una perspectiva pastoral pensada teológicamente. Como afirmó san Juan Pablo II en la Carta a las familias publicada en 1994 con ocasión del Año Internacional de la Familia, «la familia es el camino de la Iglesia». Entre los muchos y variados caminos que el hombre puede recorrer hacia Dios, el primero y fundamental es la familia. De este modo, la familia se convierte en una verdadera revelación para el hombre, revelación del rostro misericordioso del Padre. San Juan Pablo II dirigió también esta pregunta a la familia: «Familia, ¿qué dices de ti misma?». Se trata en realidad del interrogante que el mundo dirige a la Iglesia y con el que se siente singularmente interpelada. La respuesta que ofrece san Juan Pablo II coincide con el inicio de la constitución pastoral Gaudium et spes: «Tú eres gozo y esperanza...». La familia es el gozo y la esperanza del hombre, del mundo y de la Iglesia, es la puerta de la misericordia que abre Dios.
Juan de Dios Larrú (Madrid 1962) es ingeniero industrial del ICAI por la Univ. Pontificia Comillas y doctor en Teología por el Instituto Juan Pablo II para estudios sobre matrimonio y familia. En la actualidad es profesor numerario de Ética en la Univ. Eclesiástica San Dámaso, así como director académico del Master de pastoral familiar del Instituto Juan Pablo II. De su amplia bibliografía, pueden destacarse El éxodo de la moral fundamental (2010) y El sello en el corazón. Ensayo de espiritualidad matrimonial y familiar (2014).
Son numerosos los estudios sobre san José que han aparecido a lo largo de este último siglo; cada uno tiene su mérito y su perfil particular. El presente se caracteriza por la novedad de sus planteamientos, su enraizamiento bíblico y su actualidad. San José es un santo muy querido y venerado en nuestras iglesias, pero, por desgracia, todavía poco conocido. Por ello, esta monografía, escrita con rigor exegético y, al mismo tiempo, desde el corazón, rellena un vacío existente en el ámbito de la Josefología.
Alonso Gómez Fernández, presbítero de la diócesis de Cartagena, lleva más de dos décadas trabajando en la República Dominicana y en Haití como misionero itinerante. Hace unos arios defendió su tesis doctoral en la Universidad Pontificia de Salamanca sobre la respuesta que Jesús dio a su madre en las bodas de Caná, luego publicado con el título ¿Qué hay entre tú y yo, Mujer? (Valencia 2005).
Este libro —cuyo subtítulo es Actualidad del mensaje del Obispo de la Eucaristía, San Manuel González García― que ve la luz con ocasión de la canonización de Don Manuel González, parte de la convicción de la estrecha unión entre Eucaristía, Palabra de y pobres que tenía el «Obispo de la Eucaristía», para quien la evangelización de los pobres ocupaba un privilegiado en su vida. Don Manuel González, el famoso arcipreste de Huelva, el benemérito pastor de Málaga y de Palencia, continúa hablando infatigablemente a las nuevas generaciones con su vida y sus escritos. Porque habla y escribe de corazón a corazón. Con el mismo ímpetu suavemente arrollador e infatigablemente persuasivo que empleaba cuando caminaba por nuestras tierras.
Manuel Sánchez Monge (Fuentes de Nava, Palencia, 1947), doctor en Teología por la Univ. Gregoriana de Roma, es en la actualidad obispo de Santander. Entre sus publicaciones destacan: La pasión de solo Dios: espiritualidad del Hno. Rafael (2000) y Vivir bajo la mirada de la Trinidad. Espiritualidad de D. José Gurruchaga (2002). En la BAC ha publicado también Fe y nueva evangelización (2013) y «Es tiempo de caminar». Santa Teresa de Jesús, maestra de la experiencia de Dios (2015).
«El autor recoge en este libro el tesoro de su larga experiencia de Ejercicios practicados bajo la guía de directores expertos y de Ejercicios dados por él en tierras españolas e hispanoamericanas. Los Ejercicios espirituales ignacianos no se predican, sino que se dan. No están concebidos para convertir a un pecador. Hay movimientos beneméritos en la Iglesia que pretenden provocar la conversión, pienso en los “Cursillos de Cristiandad”. Los Ejercicios ignacianos pretenden una maduración espiritual. Y así los desarrolla el autor. El autor no hace de predicador o maestro de cátedra reduciéndose a manejar conceptos preciosos (“no el mucho saber harta y satisface al alma, sino gustar de las cosas internamente”). Sus meditaciones de la vida de Cristo no son simplemente exposición magisterial de comentarios evangélicos científicos, sino que acompaña al que se ejercita en las vías del Espíritu, con un estilo continuamente dialogal y cercano, distinguiendo las mociones que en el alma se causan, conocimiento interno, sentimientos internos. A toda esa tarea se puede llamar oportunamente “operación”, no en sentido de intervención quirúrgica, sino en sentido de trabajo intensivo» (Luis M.ª Mendizábal).
No hay duda de que el tema de la mujer ha alcanzado en los últimos años un puesto del todo relevante. La sociología, la filosofía, la psicología, la historia y otras muchas ciencias humanas nos han ofrecido gran número de publicaciones sobre esta cuestión. En este inmenso piélago, sin embargo, se echa en falta un acercamiento netamente teológico al asunto. En realidad, este sería el acercamiento clave para clarificar qué puesto y qué misión corresponden a la mujer en la Iglesia. Este libro responde precisamente a este interés y suple en parte esta carencia. Afronta, con competencia y serenidad, este tema tan apasionante y a la vez tan complejo.
Lourdes Grosso García (Cádiz, 1958) pertenece al Instituto Id de Cristo Redentor, misioneras y misioneros identes. Doctora en Teología por el «Angelicum» de Roma, así como licenciada en Filosofía y en Ciencias de la Educación, es consejera de formación en la Sede General de las misioneras identes y Superiora Provincial. Asimismo es coordinadora de la cátedra de teología de la vida consagrada en la Universidad Eclesiástica San Dámaso, directora del Secretariado para la VC de la CEE y consultora de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.
Estas reflexiones, impartidas privadamente en el monasterio carmelitano de la autora, se publican ahora con sencillez, en tono divulgativo, levemente adaptadas al transcribir el texto, y sin más pretensión que ofrecer lo que entiende que puede servir de ayuda a un creyente o, al menos, a alguien abierto a la fe. Están lanzadas con el corazón, desde el deseo ardiente de amar al Padre como Jesús lo ama. El amor a la voluntad del Padre es el alimento de Jesús y lo que de verdad llena su Corazón de Hijo. Y eso es sustancial para los que viven entregados y consagrados a anunciar los planes y latidos del Corazón de Cristo. Jesús es el Señor, el Redentor, pero ante todo es el Hijo del Padre. De ahí estas reflexiones: por el deseo de conocer más y más a aquel que ocupa y llena el Corazón del Hijo, el deseo de asomarnos y conocer al Abba de Jesús.
M. Olga María del Redentor, cscj (Lejona, Vizcaya, 1970), ingresó en el monasterio de las Carmelitas Descalzas de Medina de Rioseco (Valladolid) en 1988 e hizo su Profesión Solemne en 1992. En 2005 se trasladó, junto con toda su comunidad, a Valladolid, donde ha permanecido once años totalmente volcada a la vivencia y profundización de la espiritualidad del Sagrado Corazón de Jesús. Actualmente su antigua comunidad de Carmelitas Descalzas ha pasado a ser una comunidad fundacional de una nueva congregación religiosa: Carmelitas Samaritanas del Corazón de Jesús, de la que continúa siendo priora. Este nuevo instituto se halla presente en Viana de Cega (Valladolid) y Valdediós (Villaviciosa, Asturias). La Madre Olga María ha publicado un puñado de libros vivenciales y testimoniales, y su presencia en las redes sociales tiene el único fin de evangelizar y gritar al mundo que Dios nos ama con Corazón de Hombre.
Casi concluido el Año de la Misericordia, esta obra vuelve sobre los textos evangélicos y del NT en general en los que se corrobora la raíz evangélica de las palabras iniciales de la Bula con la que el papa Francisco convocó este Jubileo extraordinario: Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre; lo es de tal modo, que el misterio de la fe cristiana parece encontrar su síntesis en esta palabra. Más allá de la circunstancia extraordinaria que ha representado este año de gracia para toda la Iglesia, estas páginas se ofrecen al lector como ayuda para satisfacer la necesidad permanente que tenemos los cristianos de contemplar el misterio de la misericordia.
Juan Miguel Díaz Rodelas (Arico Nuevo, Tenerife, 1950), licenciado en Teología y doctor en Ciencias Bíblicas, ha sido director de la Asociación Bíblica Española, de la revista Estudios Bíblicos, secretario del Comité Técnico para la traducción y edición de la Sagrada Biblia. Versión Oficial de la Conferencia Episcopal Española, y decano de la Facultad de Teología San Vicente Ferrer. En la actualidad es miembro de la Pontificia Comisión Bíblica. Además de artículos en revistas especializadas y de divulgación, ha publicado Pablo y la ley (1994), Primera Carta a los Corintios (2003) e Introducción a la Sagrada Escritura (2004).
Edición preparada por Juan Carlos García Domene.
Prólogo de Ricardo Blázquez Pérez, cardenal-obispo de Valladolid y presidente de la CEE
La Conferencia Episcopal Española ha sido, desde su nacimiento, un instrumento de encuentro y de diálogo fraterno al ser vicio de la tarea pastoral de los obispos españoles. Sus frecuentes reuniones, en sesiones plenarias o en comisiones, han producido abundantes documentos colectivos, por medio de los cuales los obispos cumplen con su sagrado deber de orientar a los católicos y a toda persona de buena voluntad acerca de los problemas concretos de la Iglesia y de la sociedad española. Este volumen recoge parte de esos documentos, que son de muy diversa naturaleza: los emanados de las asambleas plenarias en forma de instrucciones colectivas, notas de prensa, resoluciones ocasionales ante acontecimientos especiales; los escritos de las comisiones episcopales, desarrollando temas de su especial competencia; o de la Comisión permanente, o del Comité Ejecutivo, que suelen obedecer a cuestiones urgentes.
Edición preparada por Juan Carlos García Domene.
Prólogo de Ricardo Blázquez Pérez, cardenal-obispo de Valladolid y presidente de la CEE
La Conferencia Episcopal Española ha sido, desde su nacimiento, un instrumento de encuentro y de diálogo fraterno al ser vicio de la tarea pastoral de los obispos españoles. Sus frecuentes reuniones, en sesiones plenarias o en comisiones, han producido abundantes documentos colectivos, por medio de los cuales los obispos cumplen con su sagrado deber de orientar a los católicos y a toda persona de buena voluntad acerca de los problemas concretos de la Iglesia y de la sociedad española. Este volumen recoge parte de esos documentos, que son de muy diversa naturaleza: los emanados de las asambleas plenarias en forma de instrucciones colectivas, notas de prensa, resoluciones ocasionales ante acontecimientos especiales; los escritos de las comisiones episcopales, desarrollando temas de su especial competencia; o de la Comisión permanente, o del Comité Ejecutivo, que suelen obedecer a cuestiones urgentes.
Este libro no pretende ofrecer la teología histórica del apóstol Pablo como tal a partir del anuncio que nos ha sido transmitido, sino una teología que sea paulina, es decir, que concuerde en su contenido con el kerygma de sus cartas y que esté en relación objetiva con su teología. Pretende desarrollar, en sus rasgos esenciales, una teología basada en el anuncio de las cartas de Pablo, delimitada y motivada por él, orientada, por él.
Heinrich Schlier (Neuburg, 1900-Bonn, 1978), nacido en una familia luterana, estudió Teología en Leipzig y Marburgo, donde se doctoró. Después de enseñar exégesis en Jena y Marburgo, desde 1935 fue profesor en la Escuela Eclesiástica Superior de Wuppertal. Después de la guerra, enseña Nuevo Testamento e Historia de la Iglesia Antigua en la Facultad Teológica Evangélica de Bonn y, en 1952, pasa a la Facultad de Filosofía de la misma Universidad, donde continuó enseñando hasta 1970. El 24 de octubre de 1953 es recibido en la Iglesia católica, en una ceremonia privada celebrada en la capilla del Colegio Germano-Húngaro de Roma. El papa Pablo VI lo llamó para que formara parte de la Pontificia Comisión Bíblia. Es autor de comentarios a varias cartas paulinas (Romanos, Gálatas, Efesios, Filipenses) y de numerosas obras de teología bíblica, entre las que destacan: De la resurrección de Jesucristo (1970); Problemas exegéticos fundamentales del Nuevo Testamento (1970); El apóstol y su comunidad (1974), y La Carta a los gálatas (1975).
Traducida del original alemán (Grundzüge einer paulinischen Theologie) por José David Albeza Asencio.

