En este libro se lleva a cabo un estudio exhaustivo y profundo, desde una perspectiva jurídica e interdisciplinar, del régimen legal de los lugares de culto. El Derecho administrativo, en su imparable desarrollo y crecientes ramificaciones, se encuentra ampliamente presente en estas páginas, pero también desde la perspectiva civil, constitucional y de estricto Derecho eclesiástico se recogen en este libro aportaciones de relieve. Los aspectos canónicos están asimismo ampliamente cubiertos, porque, por obvias razones, se otorga una particular relevancia al régimen de los lugares de culto pertenecientes a la Iglesia católica. El Derecho internacional y la perspectiva comparada ayudan a alcanzar una visión más completa del objeto de estudio.
El presente volumen reúne una serie de estudios, diez en total, publicados originalmente en revistas especializadas y volúmenes colectivos, desde el año 2000 hasta la fecha. Los estudios están dedicados a diversos autores y discuten problemas centrales en el desarrollo de la filosofía de la lógica alemana, entre la segunda mitad del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX. El hilo conductor que vincula los estudios reunidos viene dado por la línea de desarrollo que va desde la «lógica de la validez» (Geltungslogik), inaugurada por R. H. Lotze y reformulada por E. Lask, hasta la fenomenología y sus principales representantes: E. Husserl, cuya concepción es tema de la mayor parte de los estudios, y M. Heidegger. Se incluye, además, un estudio dedicado a la «lógica trascendental de la corrección», proyectada y parcialmente desarrollada por M. Scheler, en un texto inédito que ha permanecido casi completamente ignorado, a pesar de su indudable importancia para una mejor comprensión de la evolución del pensamiento scheleriano.
El pensamiento del científico y filósofo norteamericano Charles S. Peirce proporciona valiosas pistas para enfrentarse a algunas de las cuestiones más profundas y relevantes de nuestro tiempo. La creatividad, la búsqueda de la verdad, la razonabilidad, la educación, el conocimiento de Dios o el lenguaje adquieren nuevas perspectivas a la luz de su pensamiento. Se recogen en este volumen, fruto de una prolongada colaboración de sus autores, distintos trabajos sobre Peirce que pueden ofrecer una idea bastante ajustada de la naturaleza y del alcance de su obra. Los textos seleccionados proporcionan un acceso fácil y directo a la riqueza y hondura de este pensador tan relevante y tan poco conocido todavía en el mundo de habla española. Este libro complementa así la amplia labor de traducción y difusión del pensamiento de Peirce que desde 1994 ha venido desarrollando el Grupo de Estudios Peirceanos de la Universidad de Navarra, con la convicción de que Charles S. Peirce es realmente un pensador para el siglo XXI.
¿Qué significa creer? ¿Qué sucede en la vida de quien pronuncia la frase «yo creo»? La fe es un acto que define la existencia del creyente, marcando un viraje enraizado en el encuentro con Jesucristo que engloba toda la persona y que se realiza en la comunidad de la Iglesia. Joseph Ratzinger ha profundizado sobre el acto de creer en muchas de sus obras. En Introducción al Cristianismo encontramos una especie de «mapa» para adentrarnos en su pensamiento y poder así llegar a una visión orgánica de sus aportes e intuiciones sobre el tema. Este trabajo busca mostrar esta visión de una manera comprensible, de tal modo que el lector pueda descubrir su actualidad y relevancia para un mundo cada vez más ajeno a la fe.
«El futuro del mundo y de la Iglesia pasa a través de la familia» (Juan Pablo II, 29.XI.1980). Por consiguiente, es indispensable y urgente que todo hombre de buena voluntad se esfuerce por salvar y promover los valores y las exigencias de la familia. Quienquiera que se comprometa con el mañana de forma realista y eficaz –subrayó con insistencia el beato Juan Pablo II, y recuerda con igual exigencia S.S. Benedicto XVI– ha de ser consciente de que la empresa más importante a llevar a cabo tiene por objeto la familia. La familia es mucho más que una unidad jurídica, social y económica. Hablar de familia es hablar de fe y de vida, de educación, de transmisión de valores y de tradiciones; es hablar de amor, de solidaridad, de acogimiento y compañía, de estabilidad personal y social; es hablar de una comunidad de generaciones, que comprende no solo a padres e hijos, sino también a los abuelos y antepasados.
El hombre mediático es un saltimbanqui. Picotea información paseando por las redes sociales. Lee opiniones dubitativas en blogs digitales y prensa convencional, escucha las voces en ráfagas de la radio y curiosea el mosaico triturado del espectáculo audiovisual. Vive el ecosistema del tardoperiodismo en que se busca el entretenimiento, el esgrima de las ideas encrespadas, la contextualización del cotilleo. Atrapado en la opacidad de una telaraña que reconstruye la realidad con los cohetes multicolores del simulacro, está perplejo o domesticado. Se comunica sincrónicamente, sin tiempo reflexivo, ubicado en un espacio sin distancias. Vive en el ciberespacio y la blogesfera, inmerso en la interactividad e hipertextualidad, olvidando que no es lo mismo información que comunicación, que sin periodistas no hay periodismo y que el proceso de encapsulamiento de los medios es irreversible.
¿Qué se entiende por «primeros cristianos»? ¿Cómo vivían su fe los primeros cristianos? ¿A qué se debió la intolerancia de los emperadores romanos con el cristianismo? ¿Por qué causaba admiración entre los paganos el amor que apreciaban entre los cristianos? ¿Por qué los mártires eran tan bien considerados en las comunidades cristianas primitivas? ¿Cómo celebraban los sacramentos de la iniciación cristiana? ¿En qué se basaba su esperanza en la vida eterna?
¿Fundamentar la ética en la postmodernidad? ¿Cuándo impera por doquier el relativismo ético? Sí, precisamente por eso, y porque el autor es olímpico nadador contra corriente. El trabajo, de fondo clásico, está redactado con estilo moderno, carece de aparato crítico y es de un perfil apto para un público amplio. En sus capítulos se revisa la contraposición entre el planteamiento ético clásico y el moderno, la naturaleza de la acción humana, el fundamento y el objeto de la ética, la índole de la voluntad, las aporías de la negación que ofrece la ética de Nietzsche (inspirador de la postmodernidad), la complexión de lo cultural, histórico y social, las tres grandes nociones éticas –virtudes, normas y bienes– y su conexión con la prudencia racional.