
El Pseudo Dionisio Areopagita, tres heroísmos en conjunción: Biblia, Filosofía y Religión. Tres dimensiones entrelazadas, elevadas seguro hasta las cumbres de santidad y ecumenismo universal Rudolf Otto, Thomas Merton, los jesuitas, H. de Lubac, Lasalle, W. Johnston... han puesto de relieve la relación entre la más profunda religiosidad del Oriente y Occidente. Como fuente de inspiración les han servido las obras del Pseudo Areopagita, cuya conclusión más gloriosa viene a ser la Subida del Monte Carmelo y las Noches de San Juan de la Cruz. Esta edición de sus obras completas se hace tomando como base el texto crítico editado en Gotinga (Alemania) el año 1989. “La teología y la espiritualidad cristianas son impensables sin el Pseudo Dionisio. Su obra conserva perenne frescura y constante actualidad, en particular para las almas cuya respiración es la profunda oración de cada día” (Olegario González de Cardedal).
Este libro responde al imperativo bíblico: «Santificad a Cristo y dad razón de vuestra esperanza» Para ello hace memoria de sus hechos, discernimiento de su verdad y propuesta de su sentido. «Fundamentos» dice principios originarios y cimientos permanentes. El subtítulo de este segundo volumen «Meta y misiones» presupone la razonabilidad de la fe en Cristo y se adentra en la exposición de lo creído, en la lógica interna que lo anima, en la interacción entre los hechos históricos originadores del cristianismo y la experiencia interior resultan-te de sus diversos niveles de ejercicio: la celebración litúrgica, la acción misionera, la reflexión teológica, el testimonio martirial, las decisiones conciliares, el diálogo crítico con la razón y la colaboración con la conciencia histórica.
OLEGARIO GONZÁLEZ DE CARDEDAL, sacerdote, es catedrático de Teología en la Univ. Pontificia de Salamanca. De sus libros destacamos: "Jesús de Nazaret" (1993). "Cristología" (2001). "La entraña del cristianismo" (2003). "Y Dios" (2004)
«Hemos creído en el amor de Dios: así puede expresar el cristiano la opción fundamental de su vi-da. No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orienta-ción decisiva [...] La fe cristiana, poniendo el amor en el centro, ha asumido lo que era el núcleo de la fe de Israel, dándole al mismo tiempo una nueva profundidad y amplitud. En efecto, el israelita creyente reza cada día con las palabras del Libro del Deuteronomio que, como bien sabe, compen-dian el núcleo de su existencia: «Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es solamente uno. Amarás al Señor con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas» (6,4-5). Jesús, haciendo de ambos un único precepto, ha unido este mandamiento del amor a Dios con el del amor al prójimo [...] Y, puesto que es Dios quien nos ha amado primero (cf. 1 Jn 4,10), ahora el amor ya no es sólo un «mandamiento», sino la respuesta al don del amor, con el cual viene a nuestro encuentro» (Deus caritas est, 1).
Segunda edición revisada.
Esta obra sigue el nuevo Martirologio romano que, como edición típica, ha sido publicado el año 2001. Este seguimiento ha hecho que no demos entrada en el Año cristiano sino a los santos y beatos que en dicho Martirologio se recogen, enviando al apéndice las notas biográficas de otros que no están incluidos en él pero que pueden resultar interesantes por celebrarlos, por ejemplo, en su propio de los santos, alguna diócesis española. De todos modos son muy pocos. Igualmente ha obligado el seguimiento del nuevo Martirologio romano a resituar no pocas biografías que en las ediciones anteriores se encontraban en otras fechas y que han sido pasadas al día que ahora se les asigna.
Esta obra no es una mera reedición del anterior Año cristiano (publicado en 4 volúmenes) puesto que se ha puesto al día añadido los nombres de muchos santos y beatos que en estos últimos tiempos han sido declarados tales por la Iglesia, y cuyo número, como es bien sabido, es grande. Se han incluido, también, artículos referentes a los tiempos litúrgicos ya que son parte importante y vital de lo que se llama el año cristiano. Y hemos añadido a cada día su martirologio o lista de los santos y beatos que para esa fecha señala el Martirologio romano. De esta forma cada día puede saber el lector cuáles son los santos que la Iglesia conmemora, y de la mayoría de ellos tiene una nota biográfica, extensa o breve. Al final de cada mes se reseñan los santos de las diócesis españolas y las memorias que celebran. Se completan los tomos con un exhaustivo índice onomástico
Esta obra recoge un septenario de sermones marianos de la Santa Juana, mujer, predicadora y párroco del siglo XVI. La voz de la que ha escuchado, la figura de la que ha contemplado, la expresión viva y penetrante de la que ha tocado se dirige al corazón. La Virgen, centro de debate y espiritualidad en todos los tiempos, se presenta con inspiración y ternura en el XVI, siglo de reforma de la Iglesia para los obispos y clérigos, religiosos y fieles. La predicación de la mujer mística conduce a la profesión de fe y a la contemplación sabrosa. Aquí están las palabras calientes por el fuego del Espíritu, para convertir y consolar, pala-bras llenas de unción y suavidad, calor y vida, fuerza profética viva y penetrante. Sor Juana nos lleva por tierra y cielo modelando imágenes para ayudarnos a comprender por intuición lo que la lógica no puede alcanzar.
María Victoria Triviño, clarisa, contemplativa y teóloga. Escritora de ágil pluma, ha publicado diversas obras de espiritualidad colmadas de pedagogía y belleza. Es autora en la BAC de La vía de la belleza. Temas espirituales de Clara de Asís; Mujer, predicadora y párroco. La Santa Juana (1481-1534), y editora de Escritoras clarisas españolas. Antología.
Edición preparada por José Luis Repetto Betes
Esta obra sigue el nuevo Martirologio romano que, como edición típica, ha sido pu blicado el año 2001. Este seguimiento ha hecho que no demos entrada en el Año cristiano sino a los santos y beatos que en dicho Martirologio se recogen, enviando al apéndice las notas biográficas de otros que no están incluidos en él pero que pueden resultar interesantes por celebrarlos, por ejemplo, en su propio de los santos, alguna diócesis española. De todos modos son muy pocos. Igualmente ha obligado el seguimiento del nuevo Martirologio romano a resituar no pocas biografías que en las ediciones anteriores se encontraban en otras fechas y que han sido pasadas al día que ahora se les asigna.
Esta obra no es una mera reedición del anterior Año cristiano (publicado en 4 volúmenes) puesto que se ha puesto al día añadido los nombres de muchos santos y beatos que en estos últimos tiempos han sido declarados tales por la Iglesia, y cuyo número, como es bien sabido, es grande. Se han incluido, también, artículos referentes a los tiempos litúrgicos ya que son parte importante y vital de lo que se llama el año cristiano. Y hemos añadido a cada día su martirologio o lista de los santos y beatos que para esa fecha señala el Martirologio romano. De esta forma cada día puede saber el lector cuá les son los santos que la Iglesia conmemora, y de la mayoría de ellos tiene una nota biográ fica, extensa o breve. Al final de cada mes se reseñan los santos de las diócesis españolas y las memorias que celebran. Se completan los tomos con un exhaustivo índice onomástico.<br/
Hoy somos capaces de vivir mucho, pero de sentir muy poco. La modernidad ha secado la afectividad del hombre, porque la lógica racional en la que vive lo incapacita para aceptar el misterio de Dios. El hombre de hoy tiene que reencontrar su afectividad para poder recuperar, sentir, la presencia de Dios en su vida. Este es el caso de nuestra autora, que nos habla desde su experiencia con enfermas de SIDA. Sus profundas reflexiones, cargadas de sencillez evangélica, nos hacen sentir que, con toda verdad, Dios también está abajo.
María Luz Aldea Ferradal, natural de Ávila, realizó estudios de auxiliar administrativo y de auxiliar de enfermería. En la actualidad se dedica al cuidado de enfermos.
Selección e introducciones de Feliciano Blázquez.
Juglares y clérigos, teólogos y políticos, místicos y artistas, hombres y mujeres rivalizaron en las loas a la "madre de Dios gloriosa" desde los albores mismos del castellano naciente. ¿Qué pueblo o ciudad de España no tiene su Virgen de la Vid, de la Zarza o del Olivo, y la invoca bajo alguna de sus centenarias advocaciones? Fray Luis de León y Lope, Góngora y Calderón, Cervantes, Tirso, Zorrilla y Rubén Darío, Gabriela Mistral y Juana de Ibarbouru están en esta antología mariana, con sus versos ju-bilosos o dolientes, desgarrados quizá y estremecidos de religiosa emoción. Y más cercanos ya, los hermanos Machado y Juan Ramón Jiménez, Lorca, Unamuno y Alberti, Dámaso Alonso, Onetti y Pablo A. Cuadra, Panero, Vivanco, Rosales, Gerardo Diego, Valverde y Martín Descalzo, por citar sólo algunos nombres cimeros del extenso muestrario de poesía mariana en lengua castellana.
Feliciano Blázquez, abulense de Villarejo del Valle, es doctor en Filosofía, catedrático, director de las Obras completas de Aranguren y autor, entre otras obras, de La traición de los clérigos en la España de Franco; Diccionario de las ciencias humanas; Diccionario de términos éticos; y Diccionario de mitología.