
La idea que subyace en este libro es que si Cristo revela el hombre al hombre mismo,María es la reveladora de la sociedad. El enfoque, la perspectiva y el lenguaje usado primordialmente es el de las ciencias sociales en sentido amplio. Tomamos como referencia los datos de la experiencia histórica humana alumbrados por los que la ciencia teológica nos dice de María para, en el contexto de la crisis de la modernidad, replantearnos nuestra situación en el devenir. El debate está particularmente vivo si nos referimos a los fundamentos del derecho, de la economía o de la política, con especificidades propias en temas de particular relevancia pública como son los nuevos derechos, la educación o el mercado. El propósito del libro es el de alumbrar estas discusiones con una valoración omnicomprensiva de la experiencia religiosa en lo que nos dice de la propuesta de vida en común que refleja la figura de María. José Pérez Adán es catedrático de Sociología y rector de la Universidad Libre Internacional de las Américas ULIA.
Se cuenta en este libro, con humor y de un modo ameno –al menos eso hemos intentado–, cómo cambian las circunstancias de la conviven-cia conyugal cuando los hijos ya se han marchado de casa, o sea, cuando el nido se queda vacío. De ahí el título que hemos pensado, refiriéndo-nos especialmente a las personas mayores que han terminado su vida laboral.
El libro tiene dos partes, una primera escrita por el padre (Paco) y la segunda por la madre (Amelina) de una familia numerosa –diez hijos nada menos– sin que ninguno supiera lo que había escrito el otro. No obstante, hemos procurado homogeneizar el estilo de ambas para in-tentar evitar repeticiones.
Cada parte está compuesta por pequeños apartados, sin relación entre ellos, pero siempre orientados a cómo hay que tomarse la vida en esta nueva etapa de la que podríamos decir que es «la mejor de la peor». Todo tiene su parte buena en esta vida, y lo que pretendemos es que el lector acepte ser una persona resiliente, o sea, que vea el lado positivo de las cosas y viva felizmente su matrimonio.
«Pues sí, cuando a alguien le dices que tienes una familia numerosa, las caras son indescriptibles y las preguntas, muy divertidas, aunque nada originales: “¿con la misma mujer?, ¿te sabes los nombres de todos? La cena de Navidad será tremenda, ¿no? Lo mejor que se puede decir de este libro es que es “animante”. Un libro que anima, optimista y necesario, porque, en confianza, hay demasiados cenizos sueltos por ahí».
Del prólogo de Leopoldo Abadía.
Some criticism of the role of the company in society and the necessity to overcome many current dysfunctions in business bring the need for new ways to understand the company and the task of entrepreneurs and managers, and directors. In this context, Bishop Javier Echevarría’ reflections included in this volume, in three short but incisive writings, are relevant. They may open up horizons on the Christian perspective of business.
Bishop Echevarría reflects on the esteem of Jesus for entrepreneurs, highlighting the central role of the virtues in business activity, and the importance of the unity of life and spirituality in managerial work. He presents the Christian view of the company and its purpose and reflects on the manager’s mission of service, which entails justice and love. He also emphasizes various ethical and social aspects involved in managing companies and concludes by proposing Christian humanism as a fundamental guideline for management.
The volume is preceded by a prologue and a broad introduction that puts the writings of Bishop Echevarría in context and points out their most important elements. An epilogue reflects on the central writings to outline a potential profile of a Christian manager.
En estas líneas queremos profundizar lo que el concilio Vaticano II ha llamado la "cumbre y fuente" de la vida cristiana (cf. LG 11, PO 5, SC 10), el centro mismo de la Iglesia. En primer lugar, abordamos lo que la Escritura dice sobre el mayor de los sacramentos y el lugar que va ocupando en la vida de la Iglesia, para seguir después con el tratamiento más sistemático de sus principales dimensiones, esto es, la Eucaristía como memorial, como presencia y como comunión. La Eucaristía permite además que todo lo nuestro sea presentado como ofrenda agradable al Padre.
El Compendio pretende explicar de manera sistemática y rigurosa, pero sintética, los elementos fundamentales del sistema de derecho administrativo vigente en la Iglesia. Ha sido preocupación explícita de los autores mostrar los fundamentos genuinamente canónicos del sistema: su congruencia con los principios de justicia implicados en el misterio de la Iglesia, que constituyen la clave para una correcta interpretación y aplicación de las normas y recursos técnicos previstos por el legislador. En la primera parte se estudian el concepto de Administración eclesiástica y el principio de legalidad. como instrumento técnico que concreta jurídicamente la dimensión de servicio de la potestad de gobierno eclesiástica. La segunda parte estudia diversas manifestaciones de la actividad jurídica de los actos administrativos. La tercera parte, en fin, se ocupa del sistema de recursos contra los actos administrativos. En todas esas cuestiones se ha tenido muy presente la praxis de procedimiento de la Curia romana, como referencia más adecuada para suplir las lagunas de las normas vigentes. Aunque se ha propuesto acentuar el enfoque práctico, ha sido necesario también explicar principios teóricos y emplear conceptos técnicos. Por esta razón, el volumen se completa con un Glosario, en el que se indica el significado de casi trescientos términos usados en el Compendio. Contiene: • Índice general. • Apéndice. • Glosario.
La Antropología filosófica es el conocimiento que la persona humana alcanza de sí misma de modo natural. Un estudio del ser humano no debe conformarse con investigar los elementos comunes a todos, sino adentrarse en lo más radical de nosotros mismos: la intimidad de la persona, el quién que cada uno somos.
Esta disciplina distingue, por tanto, tres dimensiones: la naturaleza corpórea (cuerpo), con las funciones y facultades humanas con soporte orgánico; la esencia (alma), constituida por el perfeccionamiento del yo y sus dos facultades inmateriales superiores –inteligencia y voluntad– y la persona que cada quién es, es decir, el acto de ser personal novedoso e irrepetible. Cada quien es radicalmente apertura íntima (a Dios, a los demás, al mundo), libertad que se destina, conocer personal activo y amar personal (aceptación y donación).
Siguiendo la estela de Leonardo Polo, se trata de una antropología cuya investigación natural de la persona se abre a un diálogo constructivo con la fe y la teología.
La teología, con la luz que proyecta la Revelación, se adentra en su investigación racional en un verdadero misterio de fe. En él se afirma que existe un único Dios, causa soberana del mundo, cuyo impulso es el amor. La creación establece la relación correcta entre Dios, el ser humano y el mundo; y se ilumina el sentido del mal y la providencia, el trabajo y el cuidado de la tierra. Confesar esta verdad cristiana es aceptar que el universo material no es la última palabra. El origen de todo, lo eterno y definitivo, es sólo Dios.
La creación se ha convertido en una cuestión central, un lugar privilegiado de diálogo entre ciencia, razón y fe. La creciente sensibilidad por las cuestiones ecológicas ha renovado el interés por esta parte de la teología cristiana.
José Manuel Fidalgo Alaiz es Profesor de Teología Dogmática. Director del Instituto Superior de Ciencias Religiosas de la Universidad de Navarra.

