
Puede que muchos hayan oído hablar de algunos de los maestros católicos de la vida espiritual, y hasta hayan leído algo de ellos, pero les han parecido difíciles de entender y sin una clara aplicación a sus vidas. El autor de este libro ha tomado las mejores fuentes de nuestra tradición espiritual —aquellos doctores de la Iglesia que se centran en un aspecto concreto de nuestro camino espiritual, como Agustín, Juan de la Cruz, Teresa de Jesús y Teresa de Lisieux— y ha organizado sus pensamientos de una forma clara y fácil de entender, sin por ello disminuir su profundidad espiritual. Los expertos en la teología y espiritualidad de estos maestros valoran este libro como «un gran avance» que hará posible para muchos recobrar nuestras más hondas tradiciones de espiritualidad.
El mundo globalizado está sufriendo una grave crisis económico-financiera que ha situado al borde de la bancarrota a diversos países occidentales, entre ellos España. Muchos analistas afirman que ésta no es una más de las crisis cíclicas, coyunturales, que son habituales en el capitalismo, sino que se trata de una crisis estructural, que ha puesto en duda todo el sistema económico y los fundamentos antropológicos sobre los que se ha construido. En este libro, se estudia la notable contribución que, durante los siglos xii-xv, los franciscanos realizaron para comprender, aceptar y orientar la economía. Para algunos autores, esa aportación fue decisiva en el surgimiento de la moderna economía de mercado. No deja de resultar paradójico, nos recuerda el profesor Carbajo, que precisamente los frailes, que habían abrazado la pobreza más radical, hicieran ese aporte fundamental a la humanización de la nueva economía. Los frailes llegaron incluso a fundar instituciones financieras: los Montes de Piedad. Esas respuestas de ayer pueden orientar la búsqueda de soluciones a la crisis de hoy.
«Reconocer la belleza y bondad del matrimonio significa ser conscientes de que solo un ámbito de fidelidad e indisolubilidad, así como de apertura al don divino de la vida, es el adecuado a la grandeza y dignidad del amor matrimonial» (Benedicto XVI, citado en La verdad del amor humano, 28).
En abril de 2012 la Conferencia Episcopal Española publicó el documento La verdad del amor humano. Orientaciones sobre el amor conyugal, la ideología de género y la legislación familiar. Este libro se propone profundizar en los temas allí expuestos. Para ello se ha querido contar con un grupo de expertos en diferentes materias y acreditados por su recorrido intelectual y profesional. De este modo se ofrece al lector una visión más cabal de esa «grandeza del amor» a la que se refería el papa Benedicto XVI en su momento y que el documento de la Conferencia Episcopal Española expone con tanta agudeza y profundidad.
Colaboradores: Justo Aznar Lucea, Benigno Blanco Rodríguez, Francisco José Contreras Peláez, Nieves González Rico, José Granados García, Luis Granados García, José Miguel Granados Temes, María Lacalle Noriega, Juan de Dios Larrú Ramos, Alfonso López Quintás, José Noriega Bastos, Eduardo Ortiz Llueca, Juan-José Pérez Soba, Aquilino Polaino-Lorente, Juan Antonio Reig Pla, Gabriel Richi Alberti, Ángel Rodríguez Luño, Begoña Ruiz Pereda, Ignacio Sánchez Cámara, Jesús Trillo-Figueroa y Martínez Conde.
La vida y milagros de estos dos santos gemelos del siglo III, Cosme y Damián, ha dado lugar a numerosas colecciones de relatos. En la presente monografía se traducen seis series con un total de cuarenta y ocho milagros, según la edición griega de L. Deubner. Su taumaturgia es fundamentalmente médica y el lugar donde se desarrollaba esta actividad es el templo de Constantinopla, conocido como el Kosmidion. En este santuario se practicaba la curación a través del sueño. En sus apariciones durante el sueño estos dos santos dan consejos a los enfermos, les prescriben medicamentos o baños e incluso realizan con ellos intervenciones quirúrgicas. Desde este santuario constantinopolitano se extiende su culto a todo el Oriente y gran parte de Occidente, conviniéndose Cosme y Damián en los santos patronos de los médicos, farmacéuticos y barberos. A pesar de la popularidad de estos santos en España, como se percibe en su conocida veneración y su rica iconografía, no existía hasta ahora ninguna traducción al español de estos textos, de interés no solo para la historia del cristianismo, sino también de la pervivencia de algunas prácticas de los cultos griegos paganos.
Creer en el amor. Posiblemente sea lo que todo hombre desea como luz para su vida. Por eso mismo, es un camino de conocimiento en el que se muestra el amado como aquel que nos promete una vida en plenitud. Esta realidad profundamente humana es la que Dios ha elegido para revelarnos su misterio, de forma que la fe cristiana tiene como objeto el Amor del Padre manifestado en Cristo. Este libro no quiere sino desvelar la riqueza humana y divina de esta dinámica amorosa, con un acento especial en su dimensión epistemológica que pide un estilo teológico con unas características determinadas. De este modo, quiere ser una contribución al año de la fe y un desarrollo de la enorme fecundidad de la doctrina de la Constitución Dei Verbum del Concilio Vaticano II. La comprensión de la especificidad de la fe en el amor con su fundamento afectivo es un aspecto imprescindible para una teología adecuada a nuestro tiempo.
«Joseph Ratzinger ha señalado en el presente volumen de las Obras completas un camino para salir de la crisis en la que había caído el sacerdocio católico a causa de enfoques y explicaciones desde un punto de vista teológico y sociológico insuficientes, una crisis que había conducido a muchos sacerdotes que habían iniciado su camino con amor y celo a una inseguridad y desconcierto personales en cuanto a su papel en la Iglesia» († Gerhard Ludwig, obispo de Ratisbona).
¿Quién es el Dios de los cristianos? ¿Cuáles son sus características? ¿Cuál es su singularidad? A este tema amplio y un poco intimidante, el filósofo Rémi Brague responde en siete capítulos concisos, documentados, estimulantes. Que Dios se encuentra mucho más allá de las representaciones que se han hecho de él es algo evidente, pero no justifica las aproximaciones y las confusiones que se realizan hoy cuando se abordan cuestiones religiosas. Todo el mundo no se hace la misma idea de Dios, y la que tienen de él los cristianos resulta, en el fondo, más bien sorprendente. ¿Quién es entonces ese dios que nosotros podemos conocer? Es uno, pero no de cualquier manera; es padre, pero no es hombre; ha hablado, pero no para pedirnos lo que sea; perdona, pero sin ignorar la decisión de nuestra libertad. Tras la lectura de este libro, el lector podrá aceptar o rechazar al dios de los cristianos; en ambos casos, lo hará con conocimiento de causa.
Cecilio Cipriano Tascio (comienzos del s. III – 14 de septiembre del 258) se convirtió al cristianismo en edad madura y pronto llegó a ser Obispo de Cartago. Durante un decenio guió con firmeza y autoridad la Iglesia africana en un periodo de grave crisis, marcado por las persecuciones, la peste y los cismas, dando muestras de una gran personalidad cristiana y unas dotes admirables de pastor cercano y atento a las necesidades de los fieles. Toda su producción literaria deriva directamente de su celo y actividad pastoral, respondiendo a los problemas y situaciones que afectaban a la comunidad cristiana africana. Su misión fue coronada con la palma del martirio, algo que contribuyó a confirmar y extender su fama más allá de los confines africanos y de su tiempo, hasta constituir una figura ideal de obispo y mártir, considerado por muchos como el mayor teólogo de la «Iglesia» antes del siglo IV, y que representa uno de los testimonios más claros e importantes de la doctrina sobre la communio eclesial y sus implicaciones.
Elaborado por expreso deseo de Juan Pablo II, este libro trata de exponer de manera sintética, pero exhaustiva, la enseñanza social de la Iglesia. Su lectura se propone, ante todo, para sostener y animar la acción de los cristianos en el campo social, especialmente de los fieles laicos, a los que les es propio este ámbito.
El autor, convencido de que el género «vida de santo» aún aguarda por su amanecer, desde los tiempos de París se apasionó por la «santa de los tiempos modernos», la que sufrió tentaciones contra la fe, aridez en la oración, incomprensiones en la comunidad y exceso de protección familiar. Corrió el peligro del infantilismo y supo dejarlo a un lado, intuyendo genialmente que no hay penetración del Evangelio si no es con espíritu de infancia. La línea tenue que se traza entre infantilismo e infancia es la que ella dibuja con su talento y heroísmo. Fue madura sin dejar de ser niña. Alegre, inteligente, divertida, irónica, delicada, humilde, penetrante, dulce, actriz y directora de escena, sintiendo la llamada de todas las vocaciones, un teólogo ha dicho que es ella la que lleva hasta sus últimas consecuencias la espiritualidad de la Nueva Alianza. Muere en el umbral del siglo XX y comprende cuáles serán los males del tiempo que se aproxima (intolerancia, indelicadeza, falta de humor, aspereza, carencia de sentido íntimo, poco respeto a la verdad y ninguno a la belleza); y hace de su vida una obra de arte. Y lo que se intenta contar en este libro es el argumento de una vida que se quiso autocrear como una obra de arte. Por eso es tan profunda la observación de Von Balthasar: Teresa vivió una existencia teológica e invita a cada cristiano, a cada uno según su vocación, a que haga lo mismo.