El Pueblo de Dios" es el título del Libro II del Código de Derecho Canónico, cuya Parte I titulada "De los fieles cristianos" corresponde al del presente libro. En él se estudia la legislación codicial y se hacen frecuentes referencias a las fuentes conciliares y de otros tipos, con anotaciones que de ordinario ayudan a inscribir las prescripciones canónicas en el contexto eclesiológico que las inspira. Los capítulos del libro se forman en conformidad con la secuencia de los cánones.
El autor, después de publicar los tratados sobre las diversas materias teológicas, ofrece ahora una síntesis teológica, que resume sucintamente las ideas fundamentales de aquellos, es decir, una síntesis de los enunciados básicos desde una perspectiva sistemática. No es otra su intención sino la de brindar, en un nivel más asequible y más breve, las grandes verdades cristianas. Porque es cierto que, para el no entendido, es suficiente un desarrollo básico para hacerse al menos una idea de los grandes temas teológicos, de su orientación y de sus asuntos fundamentales y, para aquellos que cursaron toda la teología, siempre es de gran ayuda una síntesis global que ofrezca la interconexión de todos los temas en sus puntos esenciales. Escribía el entonces cardenal Ratzinger: "Hoy, en la era de la creciente especialización, la búsqueda de la unidad interior de la teología y la concentración en torno a su núcleo me parece haberse convertido en una prioridad urgente (...). El teólogo tiene que transmitir una visión orgánica del conjunto en la que esté integrado lo esencial".