
La notable disminución del número de cristianos hace más evidente que nunca la centralidad del tema de la misión de la Iglesia, incluso en Occidente. No es suficiente detenerse en la constatación de que la Iglesia es misionera por naturaleza o en la llamada de la urgencia de una nueva evangelización. Es necesario preguntarse cómo la Iglesia puede ser misionera hoy sin abdicar de su propia identidad y cómo hacerlo en el contexto cultural actual, marcado por la secularización, los efectos de la globalización y la experiencia cotidiana del pluralismo religioso. Con ayuda de una rica reflexión filosófica y antropológica sobre el tema, este volumen propone la vía del don como posibilidad para repensar la misión eclesial. El resultado es un camino convincente en el plano teológico y rico en ideas para la praxis pastoral de nuestras Iglesias. Es un libro útil para que la llamada urgente a una Iglesia misionera en salida no se convierta en un eslogan vacío de contenido y de profundidad espiritual para la vida de los creyentes y de las comunidades cristianas.
Roberto Repole (Turín, 1967), se licenció y doctoró en Teología Sistemática en la Pontificia Universidad Gregoriana. Arzobispo de Turín desde 2022 fue creado cardenal el 7 de diciembre de 2024 por el papa Francisco. Es miembro de la Comisión Episcopal para la Educación Católica, las Escuelas y las Universidades de la Conferencia Episcopal Italiana y, desde 2024, miembro del Dicasterio para la Doctrina de la Fe.
Título de la edición original: Il dono dell’annuncio. Ripensare la Chiesa e la sua missione. Traducido del original italiano por Sol Corcuera Urandurraga.
Este libro pretende ser un modesto homenaje a la labor de algunos de los hijos de san Benito más destacados a lo largo de la historia de la Iglesia —abades y abadesas, misioneros, teólogos, papas y obispos, pero también laicos—, sabiendo que es tarea imposible reflejar con acierto en unas pocas páginas un testimonio tan hermoso e iluminador como el que ellos nos transmitieron. Publicando durante años un blog sobre historia de la Iglesia, tuve ocasión de acercarme más a algunos de ellos, a sus vidas verdaderamente apasionantes, que me hicieron entrever la grandeza de esta gran familia espiritual. Esto me hizo madurar la idea de dedicar un libro al padre de los monjes de occidente y patrono de Europa, y a algunos —que en realidad son unos pocos— de entre los muchos que a lo largo de los siglos le han seguido y han contribuido a hacer este mundo nuestro un poco mejor, por lo que merecen que su vida y su legado sean conocidos también hoy.
Alberto Royo Mejía. Madrileño, sacerdote de la diócesis de Getafe (España), doctor en Derecho Canónico y estudioso de la historia de la Iglesia, ha sido en su diócesis vicario judicial, arcipreste y párroco, a la vez que profesor invitado en la Universidad Pontificia de Salamanca. Consultor durante años del Dicasterio para las Causas de los Santos, en él ocupa el cargo en la actualidad de Promotor de la Fe.
Bernardo convence, arrastra. Es siempre actual.
• Un HOMBRE que armoniza la ternura y la virilidad, la fragilidad y la audacia, la amistad y la soledad.
• Un MONJE penetrado e invadido por Dios. Un buscador insaciable de verdad y sabiduría, y un gran solidario con los hombres.
• Un CREYENTE enamorado de Cristo y de la Palabra, transformado por el Espíritu, y siempre disponible para «los asuntos de la Iglesia».
• Un PADRE y educador de almas, con su vida, su experiencia y sus escritos.
• Un MANANTIAL fresco e inagotable de amor al hombre, a Cristo, al mundo.
Vivimos un cambio de época, como señala el papa Francisco. Las convicciones creadas por el cristianismo se han disuelto. Y se produce una paradoja. La secularización, alimentada por la incapacidad de transmitir de un modo atractivo la fe, es una oportunidad para proponer la experiencia que tuvieron los primeros discípulos. No fue un conjunto de reglas, nociones o sentimientos lo que les hizo exclamar: «No hemos visto nada igual». Fue Jesús mismo.
Por eso, la forma de testimonio debe ser adecuada al momento histórico. No sirve defender espacios seguros donde se conserve la fe, construir muros. El cristianismo se encuentra y se verifica, a través de la libertad, en un mundo plural. Sin miedo al deseo humano, compartiendo con simpatía el de muchas personas que buscan una respuesta después de derrotas ideológicas y personales.
Lo que cuenta es el nacimiento de un sujeto nuevo: una persona, un grupo de personas que experimentan cómo la presencia de Cristo responde a sus exigencias humanas y transforma la inseguridad en certeza. Son testigos de una alegría imposible. De esa experiencia habla este libro.
Julián Carrón (Navaconcejo, Cáceres, 1950) es sacerdote. En 2004 se trasladó a Milán requerido por don Luigi Giussani, fundador de Comunión y Liberación, para compartir con él la responsabilidad en la guía de este movimiento. Tras el fallecimiento de don Giussani, la Diaconía de la Fraternidad de Comunión y Liberación le nombró presidente en 2005, cargo que ocupó hasta el año 2021. Ha sido profesor de Nuevo Testamento en la Universidad Eclesiástica San Dámaso de Madrid y de Teología en la Universidad Católica del Sacro Cuore de Milán
Edición de los textos al cuidado de Fernando de Haro.
Es imposible soslayar la contribución de la Iglesia a la génesis e historia de Europa, heredera de la tradición judeocristiana, que universalizó la revelación bíblica y la herencia grecorromana. Esta obra se propone reivindicar la tradición cristiana como fuente de inspiración de la sociedad contemporánea sin caer en la imposición ni el confesionalismo, mostrando para ello las contradicciones a que ha llevado el absolutismo de la razón ilustrada. Los prejuicios ideológicos de quienes leen la historia del cristianismo y la historia de la España cristiana desde la crítica de la religión parecen haber olvidado las peores experiencias de Europa. La actitud suicida de la cultura europea resulta de la contradicción de pretender vivir de unos valores cristianos universalizados y al mismo tiempo modificados en su identidad genuina. El autor se ha ocupado durante años del proceso histórico, cultural y religioso que lleva a la sociedad actual. La obra presente no solo aporta la interpretación del proceso histórico, sino también la fundamentación filosófica y teológica que conduce a la defensa y propuesta de la Iglesia en la sociedad democrática.
Adolfo González Montes es obispo emérito de Almería, teólogo y ecumenista. Fue catedrático de Teología fundamental y de Ecumenismo en la Universidad Pontificia de Salamanca. San Juan Pablo II lo nombró consultor del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos. Ha sido miembro de la Societas Oecumenica Europea y organizador de algunos congresos de teología y ecumenismo. Benedicto XVI lo nombró miembro del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización. Elegido delegado de los obispos españoles en la Comisión de Obispos de la Unión Europea (COMECE), con sede en Bruselas, desempeñó el cargo durante tres quinquenios, que le facilitaron conocer de cerca los organismos de la Unión Europea y el problema que plantea el estatuto jurídico de las Iglesias en las sociedades democráticas. Ha sido Presidente de las Comisiones Episcopales para la Doctrina de la Fe y Relaciones Interconfesionales. Ha consagrado tiempo y empeño a la unidad de los cristianos, acompasado por su actividad pastoral en las diócesis de Ávila y Almería. Apuesta por la formación sacerdotal y la promoción del laicado, atento al diálogo entre fe y cultura, Iglesia y sociedad. Autor de artículos y estudios en revistas españolas y extranjeras, y de obras conocidas, entre ellas Reforma luterana y tradición católica, Fundamentación de la fe, Teología política contemporánea, destacando en el área ecuménica su Enchidion oecumenicum. La BAC ha publicado sus obras Imagen de Iglesia (2008) y Teología fundamental. De la revelación y de la fe (2020), así como Las Iglesias orientales (2000), que coordina.
La recta comprensión teológica de la función que tiene el derecho canónico en la vida y en la
misión de la Iglesia, para llevarla a buen término con efectividad pastoral, es hoy, como ayer, de
una importancia crucial y eclesiológicamente insustituible. Solo desde y en la vivencia honda
del misterio de la Iglesia como comunión, vertebrada canónicamente, brota la fuerza interior, surgida de la gracia y de los carismas del Espíritu Santo, que hace posible y gozosa la evangelización del hombre y del mundo de nuestro tiempo. Este volumen analiza la fundamentación teológica y significado
pastoral del derecho canónico, como un elemento esencial e irrenunciable para vivir la comunión de la Iglesia y llevar a cabo su misión evangelizadora.
Misericordia y verdad
«Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, y de entre ellos yo soy el primero. Y si Dios me concedió misericordia, fue para que Cristo Jesús manifestase primeramente en mí toda su paciencia y sirviese de ejemplo a quienes habían de creer en él para conseguir vida eterna» (1 Tim 1,15-16). «Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz» (Jn 18,37). Estas dos afirmaciones describen la situación de todo hombre que se encuentra con Cristo y se adhiere a él por la fe: inmediatamente se reconoce como un pecador alcanzado por la misericordia infinita de aquel que es la Verdad (Jn 14,6). Este libro se enmarca entre estas dos afirmaciones, sin sostener ninguna tesis particular, por lo que puede ser leído en el orden que cada uno quiera; su única pretensión es contemplar y saborear la belleza de este abrazo entre la misericordia y la verdad que es Cristo.

