Georg Gänswein es una de las figuras más destacadas de la Iglesia católica, y el único hombre que trabaja a diario con dos papas. En este libro presenta una serie de observaciones sobre el estado de la Iglesia y su futuro más probable en una sociedad cada día más secular.
Argumenta con vigor sobre la fuerza civilizadora de la Iglesia en el ámbito cultural, y cómo esta constituye el único baluarte con capacidad de hacer frente al creciente totalitarismo cultural que se apodera de Occidente.
Gänswein contempló más cerca que nadie la renuncia de Benedicto XVI, y ofrece en estas homilías, conferencias y entrevistas una explicación que lo justifica. Brinda también un marco para una renovación espiritual, comenzando por la reforma personal de obispos y sacerdotes.
Este volumen recoge 18 discursos a grupos de católicos y protestantes, donde Newman desarrolla varias claves de la fe cristiana con la intención de promover en los lectores una mayor coherencia, e incluso una conversión. Se trata del primer volumen propiamente espiritual que el autor escribió como católico.
Con un estilo entre la conferencia y el sermón, Newman trata de responder a las preguntas de la razón acerca de los temas básicos del cristianismo, logrando un texto de valor permanente que lo convierte en una joya de la espiritualidad.
John Henry Newman (1801-1890) fue preceptor del Oriel College y líder del Movimiento de Oxford, que combatía la influencia laicista en el anglicanismo. Se adhirió a la Iglesia Católica en 1845, fue ordenado sacerdote y en 1879 León XIII le hizo cardenal. Fue beatificado por Benedicto XVI en 2010. Son numerosos sus escritos especulativos, teológicos y apologéticos.
La Pasión de Cristo está llamada a informar la vida cristiana entera, y por eso meditarla y contemplarla es la cumbre de la oración cristiana. Sin embargo, no son muchos los textos disponibles para facilitar ese ejercicio a los lectores actuales. Los cuatro Evangelios son la base primera y absoluta de esa oración. Pero lo apretado y lacónico de su lenguaje suele exigir comentarios que ambienten la Pasión en su medio religioso y cultural, así como también reflexiones que iluminen su inagotable contenido.
El presente libro sigue rigurosamente los relatos evangélicos de la Pasión, versículo tras versículo, y los explaya en forma narrativa y considerativa. Lo hace en el lenguaje que todos hablamos, y no contiene otras citas que las bíblicas, ni afán alguno de erudición ni de exégesis.
Excelente manual que permite comprender las claves de cada periodo histórico de la teología a través del original recurso de los modelos teológicos.
Hasta tiempos recientes la Historia de la Teología era casi una desconocida entre las materias teológicas. Sin embargo, después del Vaticano II hemos asistido a un auge de estos estudios. Existen diversas obras científicas amplias (de varios volúmenes) para estudiar este campo; sin embargo no hay tantas que den una visión sintética y profunda, y las que hasta ahora existían casi todas han quedado obsoletas con el paso del tiempo.
Esta obra pretende llenar este vacío a través de una perspectiva metodológica original que ha permitido presentar el tratamiento de la teología desde la época patrística hasta nuestros días.
Para conseguirlo, el autor ha optado por exponer los modelos teológicos propios de cada época ofreciendo de este modo, de una manera breve, los elementos esenciales para identificar cada periodo teológico. La exposición se completa con los autores principales que contribuyeron a crearlos y los retos culturales que estimularon y condicionaron el quehacer teológico de cada época. Además, se ha procurado mostrar un cierto proceso evolutivo unitario en el que la Teología va madurando, asimilando los logros conseguidos y progresando hacia nuevas metas a lo largo del tiempo.
El resultado es un manual valioso, original y muy útil para entender las claves que definen cada periodo histórico. Además de a los estudiantes de Historia de la teología, interesará, sin duda, a todos los que se siente atraídos por la historia y la historia de las ideas.
Juan Belda Plans (1945) es doctor en Filosofía y Teología por la Universidad de Navarra. Cuenta con una amplia experiencia docente como profesor de Historia de la Teología desde 1974 en la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra y en la Facultad de Teología de San Dámaso (Madrid). Su campo de especialización es la teología del Siglo de Oro español, en especial la Escuela de Salamanca. Sobre estas materias ha publicado diversos libros y artículos científicos, entre los que cabe destacar la importante y extensa obra titulada La Escuela de Salamanca y la renovación de la teología en el siglo XVI, Madrid 2000, así como la traducción al castellano de la obra clásica de Melchor Cano, De locis theologicis (Madrid 2006). Ha sido secretario del Simposio Internacional de Teología organizado por la Universidad de Navarra; ediciones II a VI (1980-1984). Es miembro de la Academia de Historia Eclesiástica de Valencia y miembro fundador y Secretario General del ´Instituto de Estudios de la Escuela de Salamanca´ (IEES), desde octubre de 2000 hasta la actualidad.
La celebración de la fe en la Iglesia pone de manifiesto aquello que es central en su vida y en su pensamiento. Por eso, resulta imprescindible conocer el origen y las fuentes litúrgicas, la evolución de la ordenación general de la celebración cristiana y las influencias que en cada época la han enriquecido o distorsionado.
Alexander Schmemann ofrece esta original introducción de forma histórico-genética y crítica, centrándose sobre todo en el primer milenio cristiano, para ayudar a entender la forma normativa de celebrar.
Desde la perspectiva de la tradición cristiana de la Ortodoxia, el autor plantea una teología del tiempo basada en los tres ciclos principales de la celebración cristiana: el diario, el semanal y el anual. El acercamiento histórico se prueba al conectarse y juzgarse desde su fundamento eclesiológico y eucarístico, pues en la celebración de la eucaristía es donde se realiza la Iglesia y donde los cristianos encuentran la fuente y el culmen de su existencia.
Respirar con el pulmón del Oriente cristiano en temas tan centrales aporta un imprescindible equilibrio y supone un valioso enriquecimiento para la tradición teológica y litúrgica de Occidente.
Alexander Schmemann (1921-1983) fue profesor de teología litúrgica en el Seminario teológico ortodoxo de Saint Vladimir, en Nueva York. Está considerado uno de los principales referentes de la Iglesia ortodoxa en la segunda mitad del siglo XX.
Fundamentación de la teoría de la formación es un breve ensayo de Romano Guardini donde se indaga sobre el objeto de la ciencia pedagógica. En el contexto de la fragmentación del saber que ha caracterizado la modernidad, nuestro autor señala con claridad meridiana el origen y la necesidad de la pedagogía para posteriormente determinar el objeto de estudio de esta disciplina en la forma (Bild) del hombre. Qué sea esta forma (Bild) y cómo debe educarse (Bildung) es tarea de la pedagogía y llevarla a cabo labor del educador.
El libro, teniendo como hilo conductor la historia de la salvación, aborda las cuestiones centrales del matrimonio cristiano. ¿Qué significa vivir el proyecto de Dios sobre el matrimonio en una sociedad abierta y plural?
Desde la perspectiva dogmático-moral y canónica se consideran las cuestiones y problemas que se plantea hoy a los matrimonios y familias: la naturaleza y características del amor conyugal; el hombre y la mujer, protagonistas de la preparación y celebración del matrimonio; los esposos, sujetos de la vocación matrimonial a la plenitud de vida cristiana; la paternidad y maternidad responsables; el cuidado y la educación de los hijos; las situaciones difíciles e irregulares en la vida matrimonial; la participación de la familia en la vida de la Iglesia y el desarrollo de la sociedad, etc.
Dirigido a los interesados por el matrimonio y la familia: los casados; los que se preparan para el matrimonio; los responsables de la pastoral familiar; y, de manera particular, a los que cursan estudios de teología.
Los tres artículos reunidos en este breve libro surgen por motivos muy distintos, pero en el fondo de todos ellos late un mismo mensaje. Ratzinger aborda la conexión entre libertad individual y justicia social, conciencia y verdad, o democracia y Estado, en un mundo en el que la subjetividad y el poder de la mayoría pretenden relegar a los valores absolutos.
En el curso de la lúcida argumentación del autor, dos principios básicos ?la verdad y el bien? se alzan como fundamento y garantía de una conciencia recta, de la libertad y los derechos humanos, y de una sociedad justa y pluralista.
Joseph Ratzinger escribió este libro siendo Prefecto de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe. El 19 de abril de 2005, el cardenal Ratzinger fue elegido Papa, y adoptó el nombre de Benedicto XVI.
Este libro de Benedicto XVI contiene 25 homilías, gran parte de ellas inéditas y todas anteriores a su elección como Papa. Repartidas a lo largo del Año litúrgico, en su conjunto iluminan todo el misterio cristiano.
El tema que las une es el amor, ese amor que ilumina la fe, y que después fue el corazón de su pontificado desde la primera encíclica Deus caritas est hasta la última a cuatro manos con el papa Francisco, Lumen fidei.
En estas páginas, Benedicto XVI aparece como gran enamorado del amor de Dios y, con dulzura, nos enseña a encontrar en el amor la auténtica respuesta a las preguntas que todos llevamos dentro y que inquietan nuestro corazón.
«No abandono la Iglesia… subo al monte a rezar». Con estas palabras se despedía Benedicto XVI de la multitud congregada en la plaza de San Pedro el día que consumaba su renuncia al ministerio petrino, y añadía: «Para dedicarme a la oración y la meditación». Una vida casi monástica, donde la contemplación ocupa el lugar central que le corresponde. ¿Acaso no es importante y central —había dicho cuando era papa— la oración, la liturgia, la contemplación?
Pablo Blanco en los meses de confinamiento, prepara unas conferencias para pronunciar en el monasterio de San Isidro de las Dueñas, a las que finalmente se unieron otros monasterios cistercienses, y esta experiencia casi cenobítica le ayuda a entender la importancia y centralidad de la vocación contemplativa en la Iglesia.
En aquellos días y tal como reflejan estas páginas, tras conocer la impronta monástica y especialmente benedictina del pensamiento ratzingeriano, estudiamos juntos la contemplación en la Escritura, en la liturgia y en la oración, así como del rostro de Jesucristo, siguiendo las pistas que nos ofrecía la teología de Benedicto XVI.
Me di cuenta también del gran déficit de nuestros días —tan llenos de estrés y burnout—, aunque tal vez no sea solo una exclusiva nuestra: la necesidad de los espacios de silencio y contemplación, por muy en el mundo que uno esté. Espero por tanto que estas páginas puedan ser de utilidad para cualquiera que quiera ser contemplativo en las circunstancias en que Dios le haya puesto.
Estas páginas tratan sobre lo esencial: el hombre moderno parece no necesitar a Dios. Y, con semejante actitud, olvida o desprecia, consciente o inconscientemente, la idea de salvación. Quizá, tras haber palpado durante este tiempo más crudamente la propia fragilidad y, con ella, el miedo al contagio y a la muerte, esta actitud de autosuficiencia se haya mitigado y resulte más evidente que necesitamos ser salvados. El libro analiza la salvación en creyentes y no creyentes, os invita a considerar cómo la salvación que Jesús nos ofrece nos lleva más allá de nuestras necesidades físicas o materiales, de nuestras buenas obras, por supuesto... más allá de la muerte. Eduardo Camino, es licenciado en Derecho por la Universidad de Navarra. Se ordenó sacerdote en 1998 y se doctoró en Teología Moral. Durante años ejerció la docencia de Ética y Moral en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz (Roma). En el 2003 se trasladó a Zaragoza, donde actualmente colabora en la capellanía del colegio Montearagón. Es autor de varios libros. En Ediciones Palabra tiene publicados, Ven y Verás. La extraordinaria figura de Jesús, Ama y haz lo que quieras y Madre, en la puerta hay un niño.
En este manual se entiende la gracia como el efecto personal de la salvación que causa la renovación interior del hombre, lo convierte en hijo y amigo de Dios.
La gracia es una cuestión teológica central que, en la historia, ha dividido a las teologías católica, protestante y ortodoxa. En este manual se entiende la gracia como el efecto personal de la salvación que causa la renovación interior del hombre, lo convierte en hijo y amigo de Dios, y establece con Él un vínculo interior, una Alianza. La Nueva Alianza es, en definitiva, el Espíritu Santo. Al contemplar toda la materia desde esta perspectiva resulta posible enlazarla con la liturgia y espiritualidad cristianas.