Desde hace un siglo, el Opus Dei irradia en el mundo un mensaje de encuentro con Dios en la vida corriente. No es poco lo que se ha escrito sobre esta institución y sobre su fundador, Josemaría Escrivá, pero es la primera vez que se lleva a cabo una investigación exhaustiva, con acceso a toda la documentación que se conserva y a numerosos testimonios orales.
Los autores, ambos historiadores, narran la génesis y el desarrollo del Opus Dei, sus iniciativas y su recorrido jurídico, y la acogida de su espiritualidad entre hombres y mujeres de condición muy diversa en los cinco continentes.
Su relato no elude los momentos de incomprensión y dificultad, y constituye así un texto imprescindible para quien desee conocer con más hondura esta prelatura personal de la Iglesia católica.
José Luis González Gullón es profesor de historia en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz y miembro del Istituto Storico San Josemaría Escrivá. Además de varios artículos sobre historia religiosa contemporánea, ha publicado las monografías "DYA. La Academia y Residencia en la historia del Opus Dei (1933-1939)", "Escondidos. El Opus Dei en la zona republicana durante la Guerra Civil española" y "El clero en la Segunda República. Madrid, 1931-1936". Editó, junto con otros autores, el "Diccionario de San Josemaría Escrivá de Balaguer".
Es doctor en historia por la University of Wisconsin y doctor en derecho por la University of Chicago. Ha enseñado historia de España en Princeton University y en Northwestern University, y derecho en Seton Hall University School of Law. Entre sus publicaciones de historia destacan Italian Intervention in the Spanish Civil War; The Basque Phase of Spain’s First Carlist War; The Political Transformation of Spain after Franco; Uncommon Courage: The Early Years of Opus Dei; Saxum: The Life of Alvaro del Portillo; y Putting Down Roots: Father Joseph Múzquiz and the Growth of Opus Dei.
El libro que el lector tiene entre sus manos aborda una temática profundamente inglesa, pero a su vez tiene un alcance universal. Los tres autores estudiados -Moro, Newman y Chesterton- son ingleses hasta los tuétanos. Uno sufrió martirio por su defensa de la fe católica; los otros dos se convirtieron a ella. Los tres amaron a su patria tiernamente, y los tres sufrieron la persecución, discriminación o calumnias por parte del poder político o de la tradición cultural dominante. Por eso, los tres navegaron contracorriente porque entendieron que lo más digno en el hombre, lo que lo hace feliz y supremamente libre, es ser leal a lo que en una conciencia bien formada se presenta como la verdad. Una verdad que no oprime o limita, sino todo lo contrario: abre las puertas a un mundo amplio, con aire puro, donde se puede respirar a dos pulmones.
La verdad libera. La frase del evangelio de san Juan -la Verdad os hará libres- fue vivida por Moro, libérrimo entre los muros de la Torre de Londres; por Newman, que en su honesta búsqueda de la verdad se liberó de todas las falacias de una tradición político-religiosa que encerraba la mente en los límites estrechos del prejuicio; por Chesterton, quien guiado por el sentido común alcanzó la plenitud de la verdad en la Iglesia católica, que le daba -con expresión muy chestertoniana- la llave para abrir todas las puertas.
Hoy podríamos afirmar que Inglaterra es el mundo. Es decir, que la corriente cultural dominante implica en muchos casos ir contracorriente. Pero contracorriente hacia la libertad: como Moro, siendo leales al poder político, pero sin someter nuestra libertad interior ante sus exigencias despóticas; como Newman, con la libertad de exponer y vivir coherentemente nuestra fe, liberándonos del qué dirán y de los respetos humanos; como Chesterton, presentando con buen humor, sentido común y decisión la belleza y el valor de la verdad, para no quedar esclavizados por las modas pasajeras de lo políticamente correcto.
Mariano Fazio, Buenos Aires, Argentina (25 de abril de 1960). Licenciado en Historia y doctor en Filosofía. Recibió la ordenación sacerdotal en 1991, a manos de san Juan Pablo II. Fue rector de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz en Roma entre 2002 y 2008. Ha sido Vicario del Opus Dei en Argentina, Paraguay y Bolivia y, desde 2014 hasta mayo de 2019, fue Vicario General de la misma Prelatura. Actualmente es Vicario Auxiliar del Opus Dei.
Sacerdote, historiador y escritor, Fazio ha publicado más de veinte libros sobre sociedad moderna y procesos de secularización, entre los que destacan Historia de la filosofía III. Filosofía moderna e Historia de la filosofía IV. Filosofía contemporánea, Transformar el mundo desde dentro y De la persona a la aldea global, todos publicados en Palabra.
San Josemaría estuvo en México una sola vez, en 1970. Su intención era postrarse ante la Virgen de Guadalupe para pedir por la Iglesia, zarandeada ya por la agitación del posconcilio. El autor pudo convivir con él esas semanas, y nos ofrece ahora un relato cercano y profundamente humano de su personalidad.
Este viaje dejó una profunda huella en su alma. «Muchas veces ?afirmó en los años posteriores? me escapo con el deseo a la Villa de Guadalupe, me pongo delante de aquella Virgen morena, a decirle que la quiero tanto, tanto como sus mexicanos». Como dice Fernando Ocáriz en el prólogo, el autor «nos lleva a peregrinar con el deseo ante la Guadalupana y a revivir esos días junto al fundador del Opus Dei».
Desde siempre los cristianos acuden a la intercesión de los santos para obtener favores o protección ante dificultades u obstáculos. ¿Cómo surge la figura del «intercesor» en el Opus Dei? ¿Cuándo se eligió a cada uno de esos cinco santos de la Iglesia católica, que en su conjunto forman un grupo tan heterogéneo?
El fundador nombró intercesores a un papa italiano, que vivió a caballo entre los siglos XIX y XX; a un sacerdote secular francés del s. XIX; a un político inglés, padre de familia y bien conocido en la Inglaterra del s. XVI; a un obispo del Asia Menor que vivió entre los siglos III y IV; y a una terciaria dominica italiana del s. XIV.
El 14 de febrero de 1930 José María Escrivá entendió que la fundación que había iniciado en 1928 debía extenderse también entre las mujeres. Comenzó enseguida a trabajar en esa dirección, lo que no resulto´ tarea fácil, pues no se logró de forma estable hasta el tercer intento, ya en los an~os cuarenta: el 16 de julio de 1942 comenzará en Madrid el primer centro femenino de la historia.
Este relato muestra las distintas fases de consolidación del trabajo del Opus Dei entre mujeres y las distintas actividades apostólicas que estas desarrollaron. Las tareas en las que se implicaron para hacer el Opus Dei fueron variadas y novedosas —teniendo en cuenta el rol femenino en la sociedad de entonces—, como la creación de la editorial Minerva o la dirección de la residencia universitaria Zurbarán. El mensaje del Opus Dei les abría unos horizontes de trabajo y apostolado que las impulsaba más allá de lo que una mujer en la década de los cuarenta podía imaginar.
San Josemaría preparó la expansión del Opus Dei por toda Europa visitando a los obispos y llenando las carreteras “de avemarías y de canciones”, como solía decir. Esos viajes, como tantos otros que realizó para visitar y alentar a los que comenzaban en esos países, o para descansar unos días durante el verano, solía realizarlos en coche.
El autor, arquitecto, fotógrafo y en estas ocasiones también conductor, pudo acompañarlo durante más de dos décadas. Relata ahora sus recuerdos, hasta ahora inéditos, que ponen de manifiesto la dimensión más afectuosa y familiar del fundador del Opus Dei.
Con este volumen se inicia la edición pública de las Cartas largas que san Josemaría escribió a los miembros del Opus Dei. Para transmitirles el mensaje de santidad en la vida ordinaria se sirvió de la predicación oral y de los escritos. Entre ellos destacan las Instrucciones y las Cartas, en las que explica la naturaleza y los apostolados del Opus Dei. Ahora ven la luz las cuatro primeras Cartas de tema espiritual, inspiradas en sus primeros años en Madrid (1930-1933). Todas ellas iluminan el itinerario de la vida cristiana en medio del mundo, y se abren así a todos los lectores interesados en el mensaje de santidad en la propia existencia. Estas cuatro primeras Cartas tratan sobre la vida corriente como camino de santidad, la humildad, la misión del cristiano en la vida social, y la caridad en la transmisión de la fe.
Al terminar la Guerra Civil española en 1939 José María Escrivá contaba con catorce hombres y dos mujeres para desarrollar el Opus Dei. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial en 1945 serán más de doscientos veinte varones y casi treinta mujeres quienes le siguen.
Estos jóvenes extenderán su mensaje por las ciudades españolas y prepararán su expansión internacional. Son años de formación intensa, de rumores e incomprensiones y también de deslumbramiento por la novedad del mensaje, tanto en el seno de la Iglesia como en la sociedad civil.
Esta obra ha sido concebida primariamente con el objetivo de aportar a todos los interesados en la Iglesia y la sociedad, pero en especial a los sectores teológica y pastoralmente más comprometidos (miembros del clero, de la vida consagrada, de los movimientos apostólicos, personas del mundo académico y, en general, todo intelectual católico), una información adecuada sobre las claves del carisma, espíritu y espiritualidad fundacionales del Opus Dei, así como de la misión evangelizadora que desarrolla desde hace casi un siglo. La única fuente utilizada son los escritos de san Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei.
Acabadas la guerra civil española y la segunda guerra mundial, san Josemaría impulsa la expansión del mensaje del Opus Dei por muchos países, y entre ellos, Colombia. En este caso, un joven sacerdote, primero en solitario y luego acompañado de varios estudiantes y jóvenes profesionales, lleva a cabo la pequeña gran historia de extender allí ese mensaje. El relato, lleno de juventud, sorpresas y audacias, asomará al lector a los inicios de ese trabajo apostólico entre tantos hombres y mujeres, mostrando una vez más, como decía el fundador, “la historia de las misericordias de Dios”.
Con este volumen se inicia una serie de escritos inéditos de san Josemaría, dirigidos expresamente a los miembros del Opus Dei, pero que ayudan a iluminar el itinerario de toda vida cristiana. Contiene las cuatro primeras Cartas pastorales, comenzadas en sus primeros años en Madrid, y en ellas trata acerca de la llamada universal a la santidad y al apostolado en la vida ordinaria: el trabajo, la vida de oración, la contemplación en medio del mundo, la inspiración cristiana de las realidades sociales, la libertad y responsabilidad del cristiano en sus actuaciones temporales, y el valor humano y cristiano de la amistad.