Mio caro bambino, essere sacerdote dell'Altissimo Iddio, poter tenere fra le proprie mani il Figlio stesso di Dio e poterlo offrire ogni giorno sull'altare, come vittima sacrificata per la salute del mondo: è questa una nobiltà, una gioia così grande, che non se ne trova l'uguale sulla terra.
Perciò, se tu sentissi nel tuo cuore la voce di Dio, che ti chiama ad essere suo sacerdote, rispondi subito a una così bella chiamata. Grazia più grande di questa il Signore non potrebbe concederti!
Io te l'auguro di tutto cuore.
L’assedio contro la Città di Dio. Dalle premesse dottrinali ai più recenti assalti contro l’ordine divino
Los educadores son los principales líderes emocionales de sus alumnos. La capacidad del profesor para captar, comprender y regular las emociones de sus alumnos es el mejor índice del equilibrio emocional de su clase. ¿Se está preparando a los docentes de hoy para tal fin? Un maestro que conoce la importancia de educar emocionalmente es capaz de crear un clima de seguridad en el aula que permitirá a sus alumnos disfrutar de su proceso de aprendizaje.
La educación necesita a docentes ilusionados que consigan ilusionar, con felicidad y bienestar suficientes para poderlo contagiar. Pero ¿tiene el docente las herramientas necesarias para mantener en equilibrio esa actitud pese a las tempestades? ¿Se está asegurando el sistema de cuidar el estado emocional de quienes pretende que lo transmitan a las futuras generaciones? A lo largo de este libro, se argumentará cómo la actitud ilusionada e ilusionante de los docentes repercute en su labor como profesionales. La experiencia de un “maestro ilusionado”, contada en primera persona, puede servir de inspiración a otros docentes.
¿Qué es la eutanasia? ¿Cuáles son sus consecuencias? ¿Cómo saber si un tratamiento es proporcionado? ¿Qué significa “estado vegetativo”? ¿Para qué sufrir? Desde su contacto diario con el dolor, el autor trata sobre la muerte, los trasplantes de órganos, la sedación, el coma y el estado vegetativo, los sentimientos del enfermo terminal y de su familia, los deseos del paciente, el ensañamiento terapéutico, el suicidio asistido y los cuidados paliativos: se adentra así en el actual debate acerca de la dignidad y la libertad de elección, la calidad de vida y el sentido del sufrimiento. Manuel Martínez-Sellés es catedrático de Medicina y jefe de Cardiología del Hospital Gregorio Marañón (Madrid). Ha sido presidente de la Sección de Cardiología Geriátrica de la Sociedad Española de Cardiología, y ha recibido 18 premios nacionales e internacionales de bioética y cardiología.
Sobre la antigua disciplina de la retórica recayeron sucesivas condenas capitales durante los siglos XIX y XX. Con su actual resurgimiento triunfal y con la estable dignidad científica e institucional que ha conquistado, convive, inmutable, el sentido peyorativo que arrastra la palabra: "retórica" como decla­mación, frialdad, exceso, ostentación, dege­neración del estilo. Este manual intenta proporcionar un instrumento a quien desee informarse sobre los temas principales de la retórica clásica y de sus huellas actuales: cómo fue la retórica y cómo se presenta ahora. La multitud de ejemplos que se ofrece documenta sobre todo la lengua escrita. Cogidos al vuelo en una conversación cotidiana, en mensajes publicitarios, la radio o la televisión, recu­perados de la memoria o extraídos del campo lingüístico-literario pretenden demostrar que los hechos retórico-lingüísticos se encuentran indistintamente en todos los registros de la lengua común y no son objetos suntuosos que pertenecen exclusivamente a la literatura.
Nunca como en nuestros tiempos ha sido necesario explicitar la profunda belleza de nuestros cuerpos en su masculinidad y feminidad, la belleza de la sexualidad inscrita en nuestro ser, la belleza de la propia unión sexual como signo e instrumento para realizar el don total de sí por amor (matrimonio), la belleza del cumplimiento del sentido esponsal del cuerpo en el celibato y la virginidad, la belleza del destino final de nuestros cuerpos, cuerpos de gloria (...). Es lo que Juan Pablo II ha hecho con su Teología del Cuerpo: sacar a la luz toda esa belleza, para que, alcanzados por la fuerza de su verdad, conmovidos, caigamos de rodillas ante lo verdaderamente bueno, y queramos vivir esa vida que se nos ofrece. Descubriremos entonces la verdad inscrita en nuestros cuerpos por un Dios que es Amor.
Belleza, moral, verdad: este es el camino a recorrer, y no el inverso.
"Un resumen breve, asequible y exacto de la Teología del Cuerpo de Juan Pablo II"
José Brage Tuñón es sacerdote desde el 2008, doctor en Filosofía, oficial del Cuerpo General de la Armada, especialista en Armas Submarinas y Buceador de Combate. Actualmente es capellán del Colegio Mayor Universitario Alcor (Madrid), de Alegra British School, y colabora con diversas actividades de pastoral familiar. Es autor de los libros El equilibrio interior. Placer y deseo a la luz de la templanza (2016) y Sin miedo. Porque Él está ahí (Palabra, 2017).
Nel Vangelo di Matteo (cf. Mt 19,16-22), un giovane chiede a Gesù cosa deve fare di buono per avere la vita eterna. In questa domanda possiamo raccogliere tutte le domande che, in modo, più o meno esplicito, i giovani si pongono e ci pongono nei riguardi della vita e della fede. Nello sguardo di Gesù vediamo l’ascolto a cui siamo chiamati: un guardare/ascoltare capace di trasmettere amore, attenzione e premura. Chi non si sente guardato, non si sente amato. Chi non si sente amato, non pone domande e non ascolta risposte.
Non vogliamo che l’attenzione rivolta ai giovani e agli adolescenti si riduca a una delle solite riflessioni su di loro, cedendo alla tentazione di parlare di loro e moltiplicando iniziative o conferenze sull’argomento. Vogliamo cercare e trovare la pazienza e la premura di parlare con loro, per dare vita a un dialogo fecondo, e magari imparare qualcosa dalla loro diversa prospettiva. Non si tratta di fare di più, ma di fare meglio. Convertirci a un dialogo sgombro da ogni pregiudizio. Prima di parlare dobbiamo avere la pazienza di ascoltare. E la «presenza» è la prima modalità concreta di aiuto che possiamo dare, perché nello «stare» si vivono i bisogni più profondi dei giovani. Dobbiamo imparare a «perdere più tempo» con i giovani, perché dalla vocazione del «perditempo» possono sorgere tutte le vocazioni.