
Este libro pretende ayudar a reflexionar sobre lo que el cristiano puede aportar a la sociedad en la que vive, a la convivencia y entendimiento entre los hombres, a la solución de los problemas que surgen en la vida diaria y al recto uso de la libertad y el amor a la verdad. Puede ser útil a los que no viven coherentemente su fe; a los que consideran que las creencias religiosas son un obstáculo a su libertad; a los que miran las verdades de fe como si fueran una obligación poco atractiva; a los que por ignorancia no han descubierto la belleza y el atractivo de la vida cristiana e incluso, puede aportar ideas, criterios y actitudes válidas para todos, al margen de las creencias religiosas. Juan Moya Corredor es Rector del Real Oratorio del Caballero de Gracia desde 2001. Doctor en Medicina y en Derecho Canónico por la Universidad de Navarra, donde ha sido profesor de Teología y Antropología. Autor de una docena de libros: en Ediciones Palabra tiene publicados, Retiro espiritual y Devocionario eucarístico.
«La Iglesia somos nosotros en Cristo», --cita literal de una conferencia del entonces cardenal Karol Wojtyla--, ofrece una reflexión crítica y sistemática sobre la Iglesia, el pueblo de los fieles cristianos, realidad visible y tangible para el hombre de nuestro tiempo que, al encontrarse con ella, se puede dirigir a Jesús como alguien presente y volver a pronunciar, como propias y con toda verdad, las palabras del apóstol: «Señor mío y Dios mío» (Jn 20,28).
Esta expresión, además, identifica el núcleo de la eclesiología que surge del Concilio Vaticano II, objeto principal de estudio del presente libro. Como indica el cardenal Angelo Scola en la presentación, el autor «no renuncia a una eclesiología sistemática --aunque, como él mismo dice, no ha buscado proponer el tratado clásico de eclesiología, sino más bien ilustrar algunos aspectos significativos-- y, sin embargo, la enraíza con decisión en lo antropológico y en lo sacramental. Retomando el estilo de una teología en primera persona, ofrece una lectura de algunos aspectos importantes del evento conciliar y de sus documentos en clave antropológica, superando así el riesgo de una reflexión sistemática caída del cielo y reducida a una pura presentación teológica de articuladas fórmulas doctrinales».
Tras largos años de experiencia entre jóvenes, el autor nos ofrece aquí una versión divulgativa y sintética del Catecismo de la Iglesia Católica, teniendo en cuenta los interrogantes y las dudas más frecuentes sobre la fe y la moral. Su intención es divulgar la sabiduría y belleza de ese Catecismo, y facilitar su comprensión para los cristianos corrientes.
Charles J. Chaput critica audazmente la sociedad occidental contemporánea, fijando su mirada provocativa sobre una cultura neopagana, que sufre desde hace tiempo la erosión gradual de la fe y la libertad religiosa y ofrece una guía profética y animante para que los cristianos sepan cómo enfrentarse con éxito a sus desafíos sin conformarse con sobrevivir, de modo que hagan suyas la alegría, la belleza y la grandeza de vivir en el mundo.
Muchos consideran que la relación personal con Jesucristo está reservada a gente con especial sensibilidad hacia las cosas de Dios. Pero la verdad es que, sin el encuentro personal con Jesús, no hay vida cristiana, sino solo catolicismo cultural.
No existen dos maneras de ser cristiano: la ordinaria -Misa dominical y poco más- y la extraordinaria -los que siguen de cerca a Jesús, y tienen una relación viva con Él-. La relación personal con Jesucristo vivo, en la Eucaristía y en la meditación de la Palabra de Dios, debería verse como algo normal para un cristiano.
Tenemos muchas oportunidades en la vida para conseguirlo aunque, eso sí, sabiendo que Dios suele hablar bajito.
En un libro ágil, fácil de leer y ameno, José Pedro Manglano huye de teorizar en abstracto e ilustra sus planteamientos con personajes de la literatura contemporánea. Plantea al lector una serie de preguntas sobre la naturaleza del amor: ¿qué es lo que amo cuando digo que amo? ¿cómo puedo identificar el amor y diferenciarlo de las sensaciones subjetivas que despierta en mí otra persona? ¿Qué sentido tiene el matrimonio, si lo importante ya lo tenemos nosotros solos?
Introducción de Gabino Uríbarri, SJ.
La mejor teología del siglo XX se ha hecho a partir del contacto con las fuentes, en particular las patrísticas. A este conocimiento de primera mano de los Padres, Hugo Rahner sumaba su experiencia pastoral en parroquias y otras actividades apostólicas. Uniendo celo pastoral y conocimientos teológicos, tuvo la osadía de salirse del cauce de la escolástica dominante, proponiendo una teología del anuncio. Se trata de una teología pastoral accesible al creyente medio, en la que se despliega la alegría de la fe cristiana, que brota de su profundidad histórico-salvífica. Fue un adelantado a la pastoralidad de la doctrina de san Juan XXIII y del Concilio Vaticano II.
Hugo Rahner (1900-1968), jesuita como su hermano Karl, fue una personalidad teológica prominente en el periodo previo al Concilio Vaticano II. Destacado orador e investigador de talla en el ámbito de la patrística y de las relaciones Iglesia-Estado. Son muchos los hilos que ligan la obra de los hermanos Rahner. Uno de ellos, la teología del anuncio, en la que Karl prestó ayuda a Hugo. Para ambos, la reflexión teológica no puede elaborarse sin tener presente la situación pastoral concreta a la que ha de servir.
Traducido del original alemán (Eine Theologie der Verkündigung) por Roberto H. Bernet.
«La vida espiritual cristiana es una relaciòn de amor entre Dios y
cada hija e hijo suyo, destinada a ser, progresivamente, màs intima.
màs profunda y abarcante. Los santos son aquellos que màs se han
acercado a esa hondura de amor en esta tierra, y que disfrutan ya de
su plenitud en el cielo, en una vida infinitamente feliz, sin limites ni
condiciones. En este libro el autor busca desentranar algunos de los
"secretos" que transformaron a esas santas y santos, en los hombres y mujeres màs enamorados, y por eso mismo, màs dichosos de este mundo; para ayudarnos también a nosotros a serlo, y alcanzar con ellos la felicidad eterna: la santidad».
Bergsma ofrece en este volumen un curso de introducción a la Biblia y a la teología, de enorme popularidad entre sus estudiantes americanos, y con más de 60000 ejemplares vendidos. Manifiesta en sus páginas una sorprendente habilidad para hacer comprensibles e inspiradoras las ideas fundamentales de la fe católica.
El lector va recorriendo el Antiguo Testamento y contemplando los relatos de Adán y Eva, Noé, Abraham y Moisés, y los grandes reyes y profetas de Israel, para culminar finalmente en la persona y obra de Jesús: un gran libro de cabecera para quien enseña y para quien aprende.
Es el libro estrella de su autor. Nos ofrece en él las Homilías predicadas cada Viernes Santo en la Basílica de San Pedro del Vaticano desde 1980. Reflexiones que forman en su conjunto el mejor comentario que podamos encontrar al mayor drama de la Humanidad: la Pasión del Señor.
«¿Es posible recuperar el entusiasmo de la propia vocación en las condiciones presentes, e impulsar la misión de los sacerdotes de una manera que sea humanamente viable, espiritualmente significante y pastoralmente eficaz? ¿Cómo llevar a cabo la conversión misionera que el papa Francisco encarna en su persona, por medio de la creatividad y audacia que manifiesta en medio de las dificultades y resistencias, no menores que las que se viven en el ámbito de las diócesis y parroquias?».
En Sacerdotes, amigos del Esposo, el Prefecto de la Congregación para los Obispos reflexiona sobre las claves para una renovación sacerdotal en unos tiempos en los que «los escándalos, las humillaciones y el desgaste han sumido al clero en un estado de vulnerabilidad, si no de desconcierto, que se reconoce en signos de cansancio, de tensiones, e incluso de desaliento y hasta en gestos desconsiderados».
En los textos que recoge el libro se abordan el sacerdocio y el celibato desde un punto de vista novedoso, pero anclado en la Tradición, resituando la doctrina del sacerdocio en un contexto eclesiológico global, «desde una perspectiva sacramental y misionera, a la luz de un horizonte trinitario y de una visión pneumatológica». Partiendo así desde una visión fundamentalmente relacional, que interpreta en clave nupcial la relación de Cristo con la Iglesia, y profundizando en las razones tradicionales de la disciplina de la Iglesia latina, el cardenal Ouellet muestra la pertinencia del celibato sacerdotal en los contextos difíciles de hoy frente a quienes no cesan de cuestionarlo y pedir su abolición.