
¿Cómo era la tierra que pisó Jesús? Visitar los llamados “santos lugares”, donde Jesús nació y murió, donde eligió a sus doce apóstoles, donde multiplicó los panes y los peces o donde resucitó y subió a los cielos constituye hoy un viaje casi obligado para todo cristiano. El autor, experto en Tierra Santa, nos ofrece aquí una breve vida de Jesús, siguiendo sus huellas, su paisaje y las costumbres de su tiempo, y una sencilla descripción sobre cómo son esos lugares en la actualidad: una ayuda para imaginarse mejor lo que relatan sobre Jesús los cuatro evangelios.
Santiago Quemada nació en Logroño, es sacerdote de la Prelatura del Opus Dei, licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y doctor en Teología por la Universidad de Navarra. Trabajó varios años en colegios de Zaragoza y desde hace más de diez años vive en Jerusalén, donde desarrolla su tarea pastoral. Es conocido especialmente por su blog Un sacerdote en tierra santa, visitado por miles de personas.
A menudo, quien busca un libro que le aproxime a la fe católica tropieza con textos que no parten realmente de cero. Por ejemplo, es difícil conocer a Jesús sin un recorrido previo por la historia de Israel, el pueblo elegido por Dios para darse a conocer entre los hombres. El autor, de larga experiencia pastoral entre personas sin fe, ofrece un marco básico para aproximarse a Jesús de Nazaret, mediante explicaciones sencillas y citas de la Biblia.
José Benito Cabaniña Magide (Vigo, 1948) es licenciado en Ciencias de la Información y doctor en Teología por la Universidad de Navarra. En 1972 fue ordenado sacerdote, y desde entonces ha desempeñado sus tareas docentes y pastorales en Roma (como profesor de Ética y Teología Moral), Valladolid y Madrid, donde trabaja actualmente como capellán del colegio Montealto.
El cristiano se sabe contemplado en todo momento por Dios, por los ángeles y los santos. Este sentimiento acompañó a Newman durante su vida, y es patente en los nueve sermones que se ofrecen en este breve libro. El autor estimula a sus oyentes a una vida de creciente intimidad con Dios, como base de toda renovación religiosa. Newman es un intelectual que añora la piedad sencilla de quien se preocupa, más que de saber muchas cosas, de amar a Dios con sencillez.
John Henry Newman. Nació en Londres en 1801. En Oxford llegó a ser preceptor del Oriel College y rector de Santa María, la capilla universitaria. Fue uno de los líderes del Movimiento de Oxford. Sus convicciones le acercaron progresivamente a la Iglesia católica, a la que se adhirió en 1845. Se ordenó sacerdote y fundó la congregación de los Oratorianos de San Felipe Neri en Inglaterra. En 1879 León XIII le hizo cardenal. Murió en Birmingham en 1890. Gracias a su capacidad para anticiparse a cuestiones teológicas todavía actuales, ha gozado de gran influencia en la Iglesia católica, y se le considera un precursor del Concilio Vaticano II. Fue beatificado por Benedicto XVI en septiembre de 2010.
Como toda crisis, la actual «nos obliga a volver a plantearnos preguntas y nos exige nuevas o viejas respuestas, pero, en cualquier caso, juicios directos, no preestablecidos» (Hannah Arendt). Es, por tanto, una invitación a abrirnos a los demás y, para los cristianos, una ocasión para verificar la capacidad de la fe para dar respuesta a los nuevos desafíos y mantener un diálogo a campo abierto en el espacio público.
Julián Carrón, responsable actual de Comunión y Liberación, una de las realidades eclesiales más relevantes de las últimas décadas, reflexiona sobre nuestra actual situación de «cambio de época». En este libro nos plantea de qué modo la propuesta cristiana puede ser atrayente para el hombre de hoy y contribuir a la construcción de espacios de libertad y convivencia en nuestra sociedad plural.
El acceso a la verdad sólo es posible a través de la libertad. La historia es el espacio del diálogo en libertad, «lo cual no quiere decir que sea un espacio vacío, desierto de propuestas de vida. Porque de la nada no se vive. Nadie puede mantenerse en pie, tener una relación constructiva con la realidad, sin algo por lo que valga la pena vivir, sin una hipótesis de significado».
En este pequeño gran clásico, considerado por National Review como uno de los cien mejores ensayos del siglo XX, C.S. Lewis desarrolla una concisa pero intensa reflexión sobre la sociedad, la naturaleza y los grandes retos educativos de nuestro tiempo. Con su prosa genial y aguda, el autor de Las crónicas de Narnia lleva a cabo una de las mejores defensas de la objetividad de la ley natural y de la moralidad que se hayan escrito, al tiempo que advierte contra las inhumanas consecuencias de eliminarlas de la familia, la escuela y la civilización.
Escrito en 1943, se trata, en definitiva, de un texto sorprendentemente profético, que aporta uno de los diagnósticos más lúcidos y certeros sobre lo que sucede en la sociedad actual.
«Maranatha», «Ven, Señor Jesús», era una de las invocaciones de los primeros cristianos. Según san Pablo, los cristianos son los que esperan con alegría la segunda venida del Señor. Si a veces ya no es así, en parte es porque se instaura la convicción de que existen dos vidas distintas y un día tendremos que abandonar inevitablemente la una para pasar a la otra. Y esto hace que el hombre esté trágicamente dividido. Además, hay una teología que ha tratado los temas relativos a la escatología (la muerte, el juicio, el infierno, la vida eterna…) enumerándolos uno tras otro y transformando los símbolos en un sistema lógico sin ningún nexo con la vida concreta.
El autor explora el lenguaje de las fuentes patrísticas y orientales que describen los últimos tiempos como una nueva creación, un encuentro entre la acción de Dios y la maduración del mundo, donde la historia no es solo la materia para el juicio, sino también los «ladrillos» con los que se construirá la nueva Jerusalén.
Edición de Antonio Alonso Marcos.
Coordinación por Francisco José Roa Castel.
Prólogo de Domingo Sugranyes Bickel.
Autores: Javier Barraca Mairal, José Luis Fernández Fernández, Santiago García Echevarría, Javier Borrego Gutiérrez, Antonio Alonso Marcos y Francisco José Roa Castel.
En algunos campos del análisis que nos presenta este libro, los problemas son los mismos de siempre, pero se plantean con una dimensión mucho mayor que antes; en otros en cambio son problemas totalmente nuevos. En la reflexión moral sobre las motivaciones y los riesgos de la vida económica, el dilema entre la codicia y la capacidad de don gratuito ha existido en todas las épocas, pero, en el contexto de la globalización, las tentaciones o los errores pueden tener consecuencias de unas dimensiones inéditas.
Edición preparada por Isidro Catela Marcos.
Intervinientes: Carlos Osoro Sierra, arzobispo de Madrid; Luis F. Ladaria Ferrer, Gabino Uríbarri Bilbao, Bernardo Estrada, Agustí Borrel, OCD; Emilio Martínez, OCD, Pablo Blanco Sarto, Mariusz Kucinski, Carmen de la Calle Maldonado, Javier Menéndez Ros, Giuseppe. A. Scotti, Daniel Sada Castaño.
«El tiempo de oración —dice Benedicto XVI— no es tiempo perdido; es tiempo en el que se abre el camino de la vida, se abre el camino para aprender de Dios un amor ardiente a Él, a su Iglesia, y una caridad concreta para con nuestros hermanos. La Fundación Joseph Ratzinger celebró su Congreso de 2015 en Madrid, en la Universidad Francisco de Vitoria. Con este motivo, algunos de los mejores expertos en la teología de Joseph Ratzinger presentaron diversas contribuciones sobre el tema de la “oración”, en el marco también del año teresiano. Este volumen recoge estas contribuciones que constituyen un verdadero tesoro para comprender el sentido de la plegaria cristiana y para profundizar en nuevas dimensiones del pensamiento del papa teólogo».
Coordinador de la edición española: José R. Villar.
Editores de la ed. original italiana: Gianfranco Calabrese, Philip Goyret, Orazio Francesco Piazza.
El presente Diccionario quiere recoger de modo accesible a un amplio público, no necesariamente especializado, el legado de numerosos pronunciamientos magisteriales y de estudios teológicos que han tenido a la Iglesia como centro. Como sucede con todos los grandes misterios de nuestra fe, un solo punto de vista no basta para abarcar toda la riqueza del misterio de la Iglesia. Por eso, el Diccionario recoge voces redactadas por un solvente número de colaboradores elegidos entre conocidos cultivadores de la eclesiología y de disciplinas afines. De ese modo se encuentra garantizada, dentro de la fidelidad a la enseñanza de la Iglesia que une a todos, una pluralidad de aproximaciones que permite ofrecer una gran riqueza de aspectos y de matices que contribuyen a una visión más adecuada de la Iglesia en su totalidad.
Traducido del original italiano (Dizionario di Ecclesiologia) por Pedro Ignacio Fraile Yécora, José Ramón Pérez Arangüena, José Antonio Santiago García y José Manuel Sierra López. Coordinador de la traducción: Pablo Cervera Barranco.
Centrando la mirada en Cristo, las enseñanzas de Benedicto XVI desarrollan la íntima conexión que existe entre las tres virtudes teologales y la Verdad Encarnada, el Hijo de Dios hecho hombre. En efecto, no nos es posible creer en Jesucristo, amarlo y esperar en Él, si no conocemos su verdadero rostro, que se revela al intelecto humano iluminado por la fe. Este hecho pone en evidencia que el hombre necesita su natural capacidad de conocer la verdad para poder descubrir el rostro de Cristo. Si se disocia de la razón, la fe cristiana pierde credibilidad y se convierte en una opción existencial arbitraria, pues resulta imposible argumentar racionalmente sobre ella. Por otra parte, las relaciones sociales y políticas se deshumanizan si se expulsa de la vida pública a las razones de la fe, porque una cultura que cierra sus puertas a Dios deja también afuera al hombre. Podremos alejar estos peligros sólo si la razón y la fe se reencuentran de un modo nuevo. Sin embargo, antes tenemos que recuperar la fe en la razón, es decir, nuestra confianza en su capacidad de conocer la verdad en toda su amplitud.
«Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» es el grito desgarrador con el que culmina la vida terrena de Jesús. En la cruz se siente abandonado no solo por los hombres, sino también por su Padre celestial: un misterio abismal, una realidad tan inaudita, que ha quedado olvidada durante siglos por la cristiandad.
Chiara Lubich se tropezó con Jesús abandonado en 1944. Fue como si Él le dijese: «He esperado veinte siglos para revelarme a ti. Si no me amas tú, ¿quién me amará?». Y quiso hacer de Él el Ideal de su vida, ir a consolarlo y abrazarlo en los muchos dolores de la vida, suyos y de la humanidad. Jesús es el Hombre-Dios que, en su infinito abandono, se hace radicalmente pobre para estar al alcance de todos; es la llave de la unidad, «el Dios de nuestro tiempo», que abraza y da sentido con su «¿por qué?» a los interrogantes, las ansias y los dramas de la humanidad de hoy.
A través de cartas, meditaciones, apuntes de diario, etc., este libro revisa el pensamiento de Chiara desde la perspectiva de Jesús abandonado, uno de los 12 puntos de su espiritualidad y su principal pilar de sustentación junto con la unidad.
Chiara Lubich (1920-2008) es una figura carismática conocida por su acción infatigable a favor de la unidad y de la paz. El espíritu del Movimiento de los Focolares, por ella fundado, está difundido en todo el mundo y es compartido por cristianos de varias Iglesias, fieles de otras religiones y personas de convicciones no religiosas.

