resentamos aquí cuatro retiros espirituales predicados por el cardenal Jorge Mario Bergoglio, dirigidos a laicos comprometidos, religiosos, diáconos y sacerdotes. Cuatro ocasiones para retirarse, reflexionar sobre la propia vida a la luz de la Palabra de Dios y descubrir su presencia en la vida cotidiana.
“El mismo Señor nos recomienda estar atentos. Él me busca. No busca al boleo sino a cada uno y según el corazón de cada uno. La vigilancia es el esfuerzo para encontrar la sabiduría de saber discernirlo y encontrarlo. A veces el Señor pasa al lado nuestro y no lo vemos o, de tanto “conocerlo”, no lo reconocemos. Nuestra vigilancia es oración que nos hace retenerlo cuando él pase”.
Todos deseamos el encuentro con Cristo, pero el ajetreo cotidiano nos impide a veces retirarnos muchos días, un momento, descubrir la misericordia de Dios y meditar en su presencia. Aquí el Cardenal nos brinda cuatro escritos, el primero comienza por el acercamiento de Jesús a nuestra vida, por que “Él me busca”, el segundo encuentro tiene “como hilo conductor “la meditación sobre la Epifanía, el misterio de la manifestación del Señor, la tercera parte nos habla de la Iglesia desde el Apocalipsis en las cartas dirigidas a las siete Iglesias y finalmente la oración desde nuestra cotidianeidad, haciéndose carne en nuestra vida.
El prólogo, escrito por Mons. José María Arancedo arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, realiza una acertada y esclarecedora síntesis a modo de presentación: “Estamos ante una obra de un contenido profundo y siempre actual, pero de simple y agradable lectura, que busca involucrar al lector en un camino de reflexión espiritual orientada a elevar su vida” A modo de anécdota además agrega ...Recuerdo, y esto es algo testimonial, que una vez le pregunté por sus vacaciones, qué hacía en el mes de enero en Buenos Aires, a dónde iba. Recuerdo que me respondió que se quedaba en la curia y que descansaba rezando y leyendo (releyendo) a los clásicos. Su respuesta me sorprendió pero me sirvió, y he tratado de ponerla en práctica. Cuánto hemos perdido culturalmente en la ruptura con lo clásico. Esta pequeña confidencia que me he permito recordar, explica su buen manejo del idioma como la belleza de su prosa. Lo estético forma parte de la fe cristiana, ella tiene su fuente e inspiración en Dios...
Autor
Nació en Buenos Aires, el 17 de diciembre de 1936. Egresó de la escuela secundaria industrial con el título de técnico químico. A los 21 años (en 1958) decidió convertirse en sacerdote. Ingresó en el seminario del barrio Villa Devoto, como novicio de la orden jesuita. Fue ordenado sacerdote el 13 de diciembre de 1969 y Superior Provincial de la orden desde 1973 hasta 1979.
Luego de una gran actividad como sacerdote y profesor de teología, fue consagrado obispo titular de Auca el 20 de mayo de 1992, para ejercer como uno de los cuatro obispos auxiliares de Buenos Aires. Tomó finalmente el cargo de arzobispo de Buenos Aires el 28 de febrero de 1998.
Durante el consistorio del año 21 de febrero de 2001, el papa Juan Pablo II lo creó Cardenal del título de S. Roberto Bellarmino. Además se constituyó en el primado de la República Argentina, resultando así el superior jerárquico de la Iglesia Católica de este país. Su Lema Episcopal es miserando atque eligendo, cuya interpretación se encuentra explicitada en el texto de San Beda el Venerable (homilía 21): Jesús vio a un hombre, llamado Mateo, sentado ante la mesa de cobro de los impuestos, y le dijo: "Sígueme". Lo vio más con la mirada interna de su amor que con los ojos corporales. Jesús vio al publicano, y lo vio con misericordia y eligiéndolo, (miserando atque eligendo), y le dijo Sígueme, "Sígueme", que quiere decir: "Imítame". Le dijo "Sígueme", más que con sus pasos, con su modo de obrar. Porque, quien dice que está siempre en Cristo debe andar de continuo como él anduvo.
Lo conocimos por sus gestos, ahora lo conocemos por su palabra
Nos complacemos orgullosos de seguir transmitiendo, como Editorial Católica, las palabras de nuestro Pastor, que iluminaron el caminar de nuestro pueblo. Por ello la necesidad de presentar este libro con la selección más exquisita de un hombre que sorprende al mundo entero con sus gestos y su palabra.
Este nuevo libro que presentamos, son “experiencias de vida”, un resumen del corazón de nuestro Papa Francisco. Porque “del abundancia del corazón habla la boca”.
En el Prólogo el P. Alonso Sánchez cmf, Director de Editorial Claretiana, presenta esta nueva obra con una sencilla, pero profunda reflexión “Gota a gota, día a día, esta obra te presenta pequeños sorbos, para disfrutar y saborear pausadamente. Saciarán la sed y nos permitirán continuar el camino del encuentro con el Dios de la Vida en los ríos de la calle” “Pequeños momentos de acercamiento al corazón del Papa, a lo más íntimo y reservado que una persona tiene, el lugar donde resuena la voz de Dios en la propia vida, el sagrario interior”
Seguimos sorprendidos, contentos y esperanzados por nuestro nuevo papa Francisco. Tuvimos miles de muestras de un nuevo lenguaje de palabras, gestos y actitudes que nos hablan de una renovación posible en la Iglesia, la Iglesia de Jesús.
Y él ha tenido la deferencia de confiarnos la tarea de sostenerlo con nuestra oración diaria. La necesita tanto como nosotros; aun así nos comprometemos a nutrir y acompañarlo cada día con nuestra ofrenda de orar por sus necesidades.
Les compartimos estos textos actuales. No hay grandes revelaciones ni frases lapidarias, son experiencias de vida, de aproximación a situaciones que provocaron reflexiones de pastor. Un pastor con “olor a oveja”, algo que solo puede sentir y transmitir aquel que las conoce, las carga sobre sí y se encarga de ellas.
¿Qué significa creer? ¿Qué sucede en la vida de quien pronuncia la frase «yo creo»? La fe es un acto que define la existencia del creyente, marcando un viraje enraizado en el encuentro con Jesucristo que engloba toda la persona y que se realiza en la comunidad de la Iglesia. Joseph Ratzinger ha profundizado sobre el acto de creer en muchas de sus obras. En Introducción al Cristianismo encontramos una especie de «mapa» para adentrarnos en su pensamiento y poder así llegar a una visión orgánica de sus aportes e intuiciones sobre el tema. Este trabajo busca mostrar esta visión de una manera comprensible, de tal modo que el lector pueda descubrir su actualidad y relevancia para un mundo cada vez más ajeno a la fe.
A lo largo de sus casi ocho años de pontificado, Benedicto XVI ha prestado notable atención al valor sagrado de la vida humana y a todas las cuestiones relacionadas con su dignidad y características esenciales. Al mismo tiempo, el Papa ha resaltado la función positiva del hombre en la creación, de modo que le lleve a vivir en armonía con la Tierra, de ahí la importancia que tienen los temas de ecología que en estas páginas se estudian. Así, desde el ámbito de la medicina, teología, bioética, ecología y doctrina social de la Iglesia, se resaltan los puntos centrales del magisterio de Benedicto XVI sobre vida humana y ecología. Se trata, pues, de un conjunto de más de veinte textos de extraordinario interés, seleccionados por los profeso-res de bioética y teología Emilio García Sánchez y Pablo Blanco, y comentados por ellos mismos y por Monseñor Iceta, obispo de Bilbao y el profesor Alfonso Martínez-Carbonell, de la Universidad CEU Cardenal Herrera, de Valencia.
El amor ocupa el centro de la fe cristiana. Dios ama este universo en el que el amor humano, como don de Dios, es capaz de transformar la vida. El amor de Dios y el amor humano son de vital importancia para la reflexión teológica. Sin embargo, algunos pensadores cristianos han desarrollado a menudo enfoques radicalmente diferentes de la relación entre el amor divino y el amor humano y de la importancia para este último del cuerpo, el deseo, el género y la sexualidad. Es más, mientras la reflexión sobre el amor condujo a algunos cristianos a esperar el restablecimiento del paraíso perdido a consecuencia del pecado original, otros esperan alcanzar la plenitud de vida gracias al poder transformador del amor, de acuerdo con el proyecto creador y reconciliador de Dios.
En esta magistral crónica del itinerario del amor en la teología cristiana, Werner G. Jeanrond combina un enriquecedor análisis histórico con una hermenéutica de la sospecha para proponer una nueva y renovadora teología del amor que no elude la encarnación humana ni el deseo. El análisis de algunas teologías bíblicas y postbíblicas del amor y de sus respectivas prioridades, motivaciones y dificultades nos proporciona un contexto que puede ayudarnos a desarrollar una teología crítica y autocrítica del amor en nuestros días.
WERNER G. JEANROND, doctor en teología por la Universidad de Chicago (bajo la dirección de David Tracy y Paul Ricoeur), fue el primer laico que ocupó la cátedra de Teología de la Universidad de Glasgow (Reino Unido). Anteriormente había enseñado teología sistemática en el Trinity College de Dublín (Irlanda) y en la Universidad de Lund (Suecia). Actualmente es Master del St. Benet’s Hall y profesor de teología en la Universidad de Oxford. Sus libros y artículos de teología y hermenéutica han sido traducidos a numerosos idiomas.
Jesucristo es el único sacerdote en sentido propio. El sacerdocio cristiano, tanto el común de todos los fieles como el ministerial, es la participación por gracia en Su sacerdocio. Por eso, solo la mirada al sacerdocio de Cristo hace visible el significado existencial y espiritual del ser cristiano y del ser sacerdote.
Basándose en los testimonios de la Escritura y la tradición, así como en la fe de la Iglesia, los capítulos de esta obra analizan la teología del sacerdocio y responden a planteamientos, interrogantes y desafíos actuales. Muestran el significado del ministerio presbiteral de la Iglesia y en la Iglesia, y ofrecen impulsos alentadores para una vida sacerdotal plena y fructífera en el mundo de hoy.
Actualmente es necesario destacar «cuatro rasgos característicos de la esencia del sacerdote: este debe ser un hombre de Dios, y ello quiere decir: un hombre de oración. Debe ser amigo, mensajero y representante de Cristo. Al mismo tiempo ha de ser una persona que comparta la alegría y la esperanza, los miedos y las preocupaciones de los seres humanos y que verdaderamente se consuma por sus amigos. Por último, tiene que ser también un hombre de Iglesia, signado por el sentire ecclesiam, por el sentir en y con la Iglesia. De ahí que deba estar asimismo dispuesto a dar ocasionalmente la cara por la Iglesia. Estos cuatro rasgos distintivos pueden resumirse en una frase: la existencia sacerdotal es una existencia testimonial» (Walter Kasper).
GEORGE AUGUSTIN, catedrático de teología dogmática y fundamental, y director del Instituto de Teología, Ecumenismo y Espiritualidad «Cardenal Walter Kasper», acompaña espiritualmente a sacerdotes en la diócesis de Rottemburgo-Stuttgart. Entre sus obras publicadas en Sal Terrae destacamos Llamados a la alegría: el gozo de ser sacerdote y El desafío de la nueva evangelización.
El cardenal WALTER KASPER es Presidente emérito del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos. La Editorial Sal Terrae está publicando su Obra Completa, de la que ya han visto la luz dos volúmenes: El Evangelio de Jesucristo y Jesús el Cristo.
El cardenal KURT KOCH, Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, ha publicado en Sal Terrae, como colaborador, El problema de Dios, hoy, y como editor, La liturgia como centro de la vida cristiana.
ANDREAS WOLLBOLD es profesor de teología pastoral de la Facultad de Teología Católica de la Ludwig-Maximilians-Universität, Múnich.
«A la publicación de mis escritos sobre la liturgia —dice Joseph Ratzinger— le sigue ahora, en la edición de mis Obras completas, un volumen con trabajos sobre la teología del gran doctor de la iglesia franciscano Buenaventura Fidanza». El volumen recoge, sobre todo, los estudios acerca del concepto de «revelación» en este santo. «La pregunta por la esencia de la revelación y de su modo de hacerse presente —que caracteriza el libro— sigue siendo hoy urgente, e incluso quizá se haya vuelto más urgente todavía».
Comité científico de revisión de los textos: Manuel Aroztegui, Pablo Blanco, Olegario González de Cardedal y Gabino Uríbarri.
Traducida del original alemán (Joseph Ratzinger. Gesammelte Schriften. Offenbarungs Verständnis und Geschichts Theologie Bonacenturas) por Irene Szumlakowski; Roberto H. Bernet y Pablo Cervera.
El propósito de la presente obra es contribuir a la tarea común de seguir trabajando por una Iglesia y un cristianismo que se acerquen a su misión de anunciar al Deus humanissimus, cuyo único empeño es el bien de la humanidad, y, al mismo tiempo, introducir algo de claridad y acaso de serena esperanza en tiempos difíciles. Andrés Torres Queiruga analiza la génesis histórica del Concilio y la mutación que este supuso, ya que, según el autor, solo desde el núcleo de dichos cambios cabe reorientar la tarea fundamental de la Iglesia.
«Recordando un Concilio que tenía como meta decisiva el aggiornamento de la fe y la vida en la Iglesia, es obvio que aquí está abierto un frente sumamente decisivo, que, si no encuentra una justa solución, no solo se expone a una hermenéutica injusta con la mitad de las personas creyentes, sino que además es incomprensible para sus destinatarios en la cultura actual. [...] Puede jugarse entonces la misma credibilidad de la Iglesia, si se la percibe como ideológicamente prisionera de la propia historia, aun a costa de resistirse a las llamadas del presente y mostrarse infiel a sus propios orígenes.»
La pregunta del título es acumulativa y presupone otras: ¿en qué consiste la Formación Permanente? ¿La estamos viviendo de algún modo? ¿Nos interesa, simplemente, o la consideramos indispensable? ¿Pensamos que es posible en las circunstancias actuales? ¿Podemos crecer durante toda la vida? ¿Creemos en ella como individuos y como institución?
Tales dudas recurrentes están en el origen del presente volumen. Este no pretende afrontarlas todas, pero al menos estarán presentes, con la esperanza de provocar alguna duda, alguna respuesta y, tal vez, alguna resolución decidida.
Estas páginas tienen la finalidad de exponer el verdadero sentido de la Formación Permanente, su razón de ser y su función esencial, porque hoy se tiene la sensación de que estamos todavía lejos de haberla comprendido en su totalidad y, sin embargo, es un «serio deber moral» del que depende la fidelidad a la vocación.
«Cencini corta el asunto por lo sano: ¡Formación permanente o frustración permanente! Considero que un libro como este es de urgente necesidad. Estoy seguro de que será útil a muchos» (tomado del «Prólogo», de monseñor Francesco Lambiasi).
AMEDEO CENCINI, religioso canosiano, es profesor de las universidades Salesiana y Gregoriana de Roma y autor de numerosos trabajos de psicología aplicada a la vida cristiana y de formación para la vida religiosa. En Sal Terrae ha publicado Fraternidad en camino. Hacia la alteridad / Alguien te llama. Carta a un joven que no sabe que es llamado / Relacionarse para compartir. El futuro de la Vida Consagrada / Virginidad y celibato, hoy. Por una sexualidad pascual / La alegría, sal de la vida cristiana.
Entre los destinatarios de la evangelización hay que incluir a los propios cristianos. Solo unos cristianos evangelizados estarán capacitados para transmitir el evangelio y, por consiguiente, para evangelizar a los demás; solo una Iglesia evangelizada podrá ser una Iglesia evangelizadora, obediente al Señor del Evangelio.
La forma o el estilo con que el cristiano está en compañía de los hombres es determinante: del «cómo» depende la misma fe, porque no es posible anunciar a un Jesús que narra a Dios con mansedumbre, humildad y misericordia, y hacerlo con un estilo arrogante, con intransigencia o incluso con actitudes que pertenecen más bien a la militancia mundana. Y precisamente para salvaguardar el estilo cristiano es necesario también resistir a la tentación de hacerse valer y alardear de fuerza numérica. La fe no es cuestión de número, sino de convicción profunda y de grandeza de alma, de capacidad de no temer al otro, al diferente, sino de saber escucharle con dulzura, discernimiento y respeto. Del estilo de los cristianos en el mundo depende la escucha del Evangelio y su acogida como buena o mala comunicación y, por consiguiente, como buena o mala noticia.
ENZO BIANCHI (1943), fundador y prior de la comunidad monástica de Bose, es autor de numerosos textos sobre la espiritualidad cristiana y sobre la gran Tradición de la Iglesia, que han sido escritos teniendo siempre en cuenta el mundo y la cultura actuales. La Editorial Sal Terrae ha publicado, además de su «bestseller» Por qué orar, cómo orar, otras dos obras suyas: Jesús y las bienaventuranzas y Una lucha por la vida.
Con motivo de los 25 años de su ordenación episcopal, el autor repasa con «memoria agradecida» y con mirada de fe los años vividos en las distintas diócesis en las que ha ejercido su ministerio. Y presenta también sus reflexiones y estudios sobre el Vaticano II y los diversos aspectos de la Nueva Evangelización como un testigo cualificado de la acción pastoral de la Iglesia en España en el último medio siglo, desde su vivencia del Concilio como seminarista en Ávila, hasta el Sínodo sobre la Nueva Evangelización, en el que participó ya como Arzobispo de Valladolid.
El autor está convencido de que el Concilio buscó la renovación de la Iglesia volviendo a sus orígenes y mirando a su misión en nuestro tiempo; ni innovación mecánica ni abstracción de la historia. Y desde ahí traza el camino hasta la Nueva Evangelización. La Iglesia necesita de nuevo en la situación presente, resultado de numerosas transformaciones sociales, culturales y de conciencia, escuchar el mandato misionero del Señor y confiarse al poder del Espíritu Santo, que es el protagonista primero y animador de todos en la evangelización. Id al mundo entero, a todas las regiones y pueblos, a todos los sectores de la humanidad, a todas las edades; unas veces las puertas están abiertas, y otras cerradas o solo entreabiertas; hay experiencia de desierto y añoranza de oasis y de patria.
El medio de evangelización es el amor cristiano, ya que es un amor que pone el corazón de la persona en los labios, actúa en las manos y alienta en los dones. La revelación de Dios ha acontecido en obras y palabras íntimamente unidas. Las obras respaldan las palabras para que no queden huecas, y las palabras explicitan las obras para que no sean mudas y proclamen el Evangelio.
RICARDO BLÁZQUEZ PÉREZ nació en Villanueva del Campillo (Ávila) en 1942. Doctor en Teología por la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma, ha sido profesor y decano de la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de Salamanca, así como Vicerrector y Gran Canciller de la misma. En 1988 fue nombrado obispo auxiliar de Santiago de Compostela. En 1992 fue designado obispo de Palencia, y en 1995 obispo de Bilbao. Desde 2010 es Arzobispo de Valladolid.
En la Conferencia Episcopal Española ha desempeñado diversos cargos en distintas Comisiones. En 2005 fue elegido presidente de dicha Conferencia, de la que es Vicepresidente desde 2008.
Entre sus numerosas obras destacamos: La vida cristiana bajo el impulso del espíritu (1998), En el umbral del tercer milenio (1999), El obispo en la Iglesia (2002), La esperanza en Dios no defrauda: consideraciones teológico-pastorales de un obispo (2004), Iglesia, ¿qué dices de Dios? (2007) e Iglesia y Palabra de Dios (2011).