¿Qué me sienta bien cuando las cosas no me van tan bien? ¿Qué me ayuda cuando surgen en mí sentimientos negativos, cuando experimento decepciones o incluso recibo ofensas? ¿Dónde encuentro remedios para mi alma, a veces desorientada o triste?
Anselm Grün se sabe unido a la tradición y habla, además, desde su experiencia personal: «Lo que le hace bien al cuerpo, le hace bien igualmente al alma. Lo que importa en nuestra vida es tener el comportamiento debido con el cuerpo y con el alma, cuidar del uno y de la otra. No se requieren para ello técnicas complicadas como las que hoy se recomiendan a menudo en los manuales de consulta. Se trata, más bien, de cultivar la sensibilidad hacia el cuerpo y hacia el alma. Cuando presto atención a mi cuerpo, estoy mostrando un profundo respeto a mi alma».
Ocupan el centro del libro realidades absolutamente sencillas: placer y lágrimas, amigos, sueño y baños..., y también la oración.
Anselm Grün ha complementado los «siete consuelos» de que habla ya Tomás de Aquino con experiencias que han tenido importancia en su vida: escuchar música, caminar, leer o jugar, o también la deliciosa satisfacción que puede ir asociada a un vaso de vino. La felicidad no está en algún lugar indeterminado. Está en el centro de nuestra vida.
ANSELM GRÜN, doctor en teología y administrador de la abadía de Münsterschwarzach, es uno de los maestros espirituales más apreciados en la actualidad. Las ediciones de sus libros, traducidos a más de veinte idiomas, alcanzan millones de ejemplares. Sal Terrae, que ha publicado una sesentena de obras suyas, es su editorial de referencia en lengua española.
Cada día es distinto, por eso el autor de la obra Hablar con Dios, nos invita a hacer la oración diaria según el periodo litúrgico de cada momento. En el tomo I desgrana El Adviento, La Navidad y la Epifanía.
Cristo tiene siempre algo que decirnos, a cada uno en particular, personalmente: en el Evangelio, en la doctrina de la Iglesia, en la liturgia.
El lector se siente ayudado a conversar con Dios de la vida misma: de sus situaciones reales cotidianas, de sus penas y afanes concretos. Por eso Hablar con Dios no es un tratado para "especialistas", sino para la gente que encontramos cada día por la vida: para la madre de familia, para el empleado, para el oficinista, para el sacerdote, para el profesor. Los más de dos millones de ejemplares vendidos son un ejemplo de esto. El libro no encorseta la oración; es, mas bien, un manantial de sugerencias abiertas, para cualquier circunstancia vital, pero que apunta a la vez a la concreción, a una aplicación efectiva. La oración diaria se proyecta así sobre la convivencia y los quehaceres normales de todos los días. El libro esta lleno de sugerencias para adelantar en el amor a Dios, en la convivencia diaria, en la mejora del carácter y en la perfección del trabajo habitual.
La obra completa está compuesta por siete tomos:
1. Hablar con Dios I. Adviento, Navidad, Epifanía
2. Hablar con Dios II. Cuaresma, S Santa, Pascua
3. Hablar con Dios III. Tiempo ordinario (1)
4. Hablar con Dios IV. Tiempo ordinario (2)
5. Hablar con Dios V. Tiempo ordinario (3)
6. Hablar con Dios VI. Fiestas y Santos (1)
7. Hablar con Dios VII. Fiestas y Santos (2)
El Tratado de la oración y meditación de san Pedro de Alcántara, una obra muy representativa dentro del género de guías espirituales, fue uno de los manuales de oración que contó con mayor número de ediciones y que alcanzó una enorme difusión tanto en España como en América, incluso en los dos siglos posteriores a su aparición. La presente edición actualiza el lenguaje de la edición de Medina del Campo de 1587, testimonio que contiene una licencia de publicación de 1565, por ahora la referencia cronológica expresa más antigua de una tradición textual ininterrumpida, ya en vida del autor, de El Tratado de la Oración y meditación. Cinco siglos después, el testimonio de Medina vuelve a ver la luz para difundir el mensaje de un místico y extremeño universal, san Pedro de Alcántara, e insertar su obra en un lugar prominente dentro del vasto panorama de la literatura espiritual áurea.
Edición preparada y presentada por Javier Melloni, SJ.
Esta obra anónima, compuesta por un monje de Montserrat entre 1510 y 1555, puede haber jugado un papel estratégico en el pasaje del ámbito monástico al secular, de la tradición benedictina a la tradición ignaciana. En ella se da un concentrado de los grandes maestros de la espiritualidad medieval, así como podría tratarse de un manual del que se valió Ignacio de Loyola durante su estancia en Montserrat y Manresa para beber del legado que le precedía y aportar, a partir de él, sus elementos de novedad. Con esta obra nos acercamos a la intrahistoria, palabra acuñada por Unamuno para expresar que la gran historia se juega en los silenciosos episodios de la pequeña historia. Vivimos un tiempo propicio para caer en la cuenta de las interdependencias. No necesitamos afirmarnos negando al otro, sino recibiéndonos del otro.
Esta segunda parte de las catequesis de Benedicto XVI sobre la oración se centra en la vida de la Iglesia naciente narrada en los Hechos de los Apóstoles, las Cartas de san Pablo y el Apocalipsis.
María acompaña con su presencia orante el camino de la primera comunidad cristiana.
Pentecostés no es un hecho aislado: la acción del Espíritu guía constantemente a la Iglesia en medio de persecuciones y dificultades.
El testimonio de san Esteban, la oración unánime durante la cautividad de Pedro… son hechos que muestran los frutos de una profunda comunión: confianza, libertad, fuerza, luz.
En san Pablo –ante todo un místico según el Papa–, la oración se manifiesta con gran riqueza de formas y en todas las situaciones de la vida. «Hemos recibido un espíritu de hijos», y por eso podemos llamar a Dios «Abba, Padre».
El Apocalipsis –libro difícil, rico de simbolismo– presenta una comunidad reunida en oración.
En sus últimas meditaciones el Papa profundiza en la liturgia, lugar privilegiado de oración que expresa a la Iglesia de todo tiempo y lugar.
Ofrecemos en apéndice tres catequesis del Papa sobre tres grandes maestros de oración: Alfonso María de Ligorio, Domingo de Guzmán y Juan Bautista.
Joseph Ratzinger nació en 1927 en Marktl am Inn, Baviera; ha sido catedrático de teología católica, arzobispo de Munich y Freising y, desde 1982, prefecto de la «Congregación para la doctrina de la fe». En 2005 fue elegido papa.
El autor nos descubre aquí el papel fundamental que los ángeles custodios tienen en la vida interior del cristiano.
Georges Huber, periodista de profesión, por medio de textos, citas, anécdotas y referencias personales, nos va dando a conocer las diversas formas de la real intervención de los Ángeles Custodios en la vida cotidiana de los hombres. Y todo ello con un lenguaje vivo y actual. La lectura interesantísima de este libro nos muestra cómo podemos aprovechar, en las peripecias y acontecimientos de la vida ordinaria, la fuente generosa de recurso que son nuestros Ángeles Custodios.
Pablo Domínguez Prieto dirigió los Ejercicios espirituales de las monjas cistercienses de Tulebras (Navarra), durante ocho días hasta el mismo día de su muerte, mientras realizaba el descenso del Moncayo. Esta obra recoge por escrito las conferencias íntegras que, de viva voz, pudieron escuchar, casi a modo de testamento espiritual, aquellas hermanas. En ellas se reflexiona sobre la Palabra, la vida, la muerte y otros temas espirituales dirigidos expresamente a la vida en comunidad, pero también se abordan las dificultades concretas con las que solemos tropezarnos muchos cristianos a la hora de vivir nuestra fe, siempre con el toque de ironía y buen humor que caracterizaba la extraordinaria personalidad de su autor.
En qué se basa, cómo se expresa y cómo se vive la fe en Jesús de Nazaret según José Antonio Pagola. Es bueno creer en Jesús es un ensayo de renovación del concepto de evangelización, de reconstrucción de la buena nueva como algo realmente bueno y nuevo. Revisión hecha desde cuatro experiencias básicas vitales de toda persona: el deseo de felicidad, la crisis del sufrimiento, la necesidad de esperanza y la preocupación por la salud y la vejez. Desde esta nueva perspectiva es cuando se puede proclamar que el Dios de Jesús es buena noticia para todos y que es bueno creer en Jesús.