La concelebración manifiesta la unidad del sacrificio del sacerdocio ministerial y de la Iglesia, pero deben respetarse ciertas condiciones para no desacralizar esta práctica.
Hasta el Concilio Vaticano II, la concelebración eucarística ha sido poco frecuente en la Iglesia latina. Sacrosanctum Concilium extiende su práctica, que unos textos y cierto uso han acabado por hacer ordinaria. Para que la concelebración manifieste la unidad del sacerdocio ministerial, se deben respetar algunas condiciones, teniendo siempre en cuenta que lo esencial es la Eucaristía celebrada, actualización del sacrificio de la cruz y del conjunto del misterio pascual. Fáciles abusos pueden debilitar la relación personal del sacerdote con Cristo y desacralizar una práctica cuya verdad y belleza reclaman quizá una moderación más conforme a una justa hermenéutica del Concilio.
En el Prólogo, el cardenal Cañizares, prefecto de la Congregación para el Culto divino y la disciplina de los sacramentos, agradece al autor que ´sepa dar razones, siempre desde una valoración positiva y amorosa, de lo que es la auténtica concelebración´.
Guillaume Derville, diplomado por la École Supérieure de Commerce de Paris (1982), Doctor en Teología (1997), es sacerdote y Profesor Ordinario de Teología dogmática en el Colegio Romano de la Santa Cruz. El estudio de las obras del cardenal Jean Daniélou y del cardenal Joseph Ratzinger, junto con la meditación de los escritos de san Josemaría Escrivá de Balaguer, le han llevado a interesarse por la liturgia como actualización del misterio pascual y en su relación con la historia de la salvación y el tiempo. Ha promovido encuentros interdisciplinares sobre la liturgia, y ha colaborado en la creación, en 2009, del Centro de Formación Sacerdotal y del Instituto de Liturgia en el seno de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz (Roma). Además de artículos de Teología y de Espiritualidad, y de su estudio Histoire ´mystique´. Les sacrements de l´initiation chrétienne chez Daniélou (2000), G. Derville ha publicado 15 días con Josemaría Escrivá (Ciudad Nueva, 2002), traducido del francés a cuatro idiomas.
En este libro se recogen algunas contribuciones a la liturgia cristiana. La cuestión decisiva tratada en todos los artículos es siempre la misma: cómo podemos, en nuestros días, rezar y unirnos a la alabanza de Dios en el seno de la Iglesia.
Las plegarias de ordenación (del obispo, del presbítero y del diácono) en las diferentes épocas y tradiciones litúrgicas.<br/
Una completa presentación de la historia y el desarrollo de este rito, para conocer más a fondo su riqueza
Antología de las plegarias que el presbítero decía en silencio para celebrar la misa con toda dignidad y piedad
La finalidad del presente tratado es contribuir a un mayor conocimiento del misterio de fe de la Eucaristía, para acoger con más amor el don de Cristo. Se esfuerza por conducir el discurso de modo rigurosamente teológico y a la vez accesible a los cristianos interesados en profundizar su formación doctrinal
Celebrar es una tarea arriesgada, difícil. Para celebrar hay que dejarse atrapar por el embrujo de símbolos y signos, por la cercanía de la comunidad reunida, por la fuerza de la palabra proclamada, por la belleza de los cantos y de las formas. Hay que descubrir en todo ello, en las palabras y en los gestos, la presencia regeneradora del Señor Resucitado en medio de los suyos.
José Manuel Bernal nos ofrece las claves para acercarnos al mundo de la liturgia con una obra que es tanto fruto de la experiencia como resultado del estudio, un trabajo en el que los temas se abordan con libertad y, en ocasiones, con sentido crítico: una apuesta por la celebración.
La história comienza con el gran inquisidor escribiendo una carta a su sobrino.
Alli le cuenta que tiene el propósito de escribir un manual de inquisidores.
A partir de este momento la história se complica y se retuerce.
Esta obra, al principio, pensé que tuviera como destinatarios sólo a los obispos y a los presbíteros. Pero después me di cuenta de que si los laicos leían estas páginas comprenderían mejor el estado clerical, y entenderían lo complicado que es ser obispo, y por tanto amarían más a prelados y sacerdotes. Incluso las partes que son consejos acerca de cómo celebrar misa, tendrán el mismo beneficio para sacerdotes que para laicos. Por eso, después de varios años (la obra ha tardado varios años en ser escrita) he querido un mismo libro tenga como destinatarios a todos sin hacer distinciones. Pues nada de lo que aquí se dice, hay por qué silenciarlo ante los laicos. Incluso los sacerdotes leerán con interés las partes dedicadas a los obispos, y los amarán más comprendiendo las dificultades del trabajo de aquél que les preside.
Biblioteca Litúrgica 39, 248 pág. Un libro que nos acerca, con profundidad pero de forma asequible, a la dimensión sacramental del matrimonio desde la perspectiva histórica, teológica y magisterial, y que reflexiona también sobre los complejos retos actuales
A través de diversas aproximaciones al tema desde diversos ángulos, el autor nos invita a la reflexión sobre nuestra realidad, tanto la más cercana como la más universal, para continuar fomentando aquel espíritu que movió a tantos impulsores de la renovación litúrgica.
Texto y comentario del "Directorio para misas con niños". Sus plegarias eucarísticas. Más material para estas misas