Un sacerdote enamorado de sus sacerdocio, con unas dotes extraordinarias, católico de cabeza y de corazón: convencido totalmente de la universalidad de la Redención obrada por Jesucristo y capaz, por tanto, de sanar y elevar todos los logros de la mente humana. Sus meditaciones eran especiales (?) eran no solo muy cultas, sino muy profundas, muy sugerentes, muy dramáticas. Y estaban cuidadosamente elaboradas.El volumen que el lector tienen entre sus manos da buena prueba de lo dicho. La manera de presentar la ascética tradicional que D. Juan Bautista practicaba (?) resulta muchas veces sorprendente. Amaba la paradoja. Las cosas pequeñas son lo único importante; el vino de las bodas de Caná, que casi nos da vergüenza - ¿cómo no emplea el Redentor su poder divino para hacer algo que valga verdaderamente la pena?-, nos hace entender hasta que punto Dios se ha hecho verdaderamente hombre, las risas y llantos del Niño Dios ya nos redimen; la mejor rectitud de intención es no tener intenciones?De mil maneras sacude a los que le escuchan y les abre así las asombrosas profundidades del misterio de ese Dios que se ha hecho carne para salvarnos.
Teresa de Calcuta ha dejado a su paso por la tierra una huella fuera de lo común, provocando ondas de tal magnitud que, tras su muerte, siguen expandiéndose por casi todos los países del mundo. ¿Qué había en ella? ¿Qué sucedió en esa mujercita minúscula para hacer lo que hizo, para vivir la vida que vivió, para desencadenar todo lo que ha desencadenado en reconocimientos desde las antípodas ideológicas, en tomas de conciencia, en actos de suma generosidad, en miles de seguidores que han decidido dejarlo todo ? a sí mismos incluidos? Varias razones justifican la osadía de proponer al lector un nuevo libro además de los ya escritos sobre la Madre Teresa. La primera y fundamental es la que sugiere el título, en el que a Teresa se le quita por delante el ?Madre? y toda referencia a su santidad o su caridad. Aquí, en efecto, el objeto de estudio es Teresa a secas, la Teresa persona detrás del personaje, más allá de la celebridad. De ahí el énfasis en sus orígenes y en su etapa de infancia y primera juventud en busca de las claves de sus actitudes posteriores. De ahí también el dedicar varios capítulos a ?retratarla? desde diferentes perspectivas para terminar cediendo la palabra a quienes la trataron de cerca. Un libro imprescindible para conocer de verdad a Teresa de Calcuta en el que el lector encontrará una primera parte biográfica, una segunda analítica y por último una selección de entrevistas inéditas con personas que tuvieron la inmensa fortuna de conocerla muy de cerca o de trabajar guiados por su carisma como el arzobispo emérito de Calcuta, postulador de su causa de canonización; su colaboradora, confidente y portavoz durante décadas; su médico y amigo; la primera persona a la que atendió en los suburbios; un miembro indio de la rama masculina del movimiento; su vecina musulmana; la monja más antigua de la congregación; unos adultos que fueron niños huérfanos recogidos por ella de la calle; y una doctora europea de la leprosería de Shantinagar, la única de todos ellos que no llegó a conocerla personalmente.
Se ha dicho de la parábola del hijo pródigo que es un evangelio dentro del Evangelio. A través de ella, Nuestro Señor nos dirige una emotiva llamada a la conversión en nuestra vida cristiana. Ofrece tres reflexiones tomadas de los Evangelios; la primera, sobre la parábola del hijo pródigo; la segunda sobre la dracma perdida, y la tercera sobre el sentido de la frase de Jesús: "Ahí tienes a tu Madre". A la primera cuestión presta el autor máxima atención, partiendo del conmovedor relato evangélico, que se reproduce íntegramente, para después examinar los aspectos más significativos. Chevrot se muestra magistral en sus comentarios, de una sencillez asombrosa, que se introducen con suavidad dentro de la conciencia. En definitiva, una obra escrita con brevedad sorprendente, plena de matices humanos y sentido sobrenatural, que no debe faltar en ninguna buena biblioteca de libros de espiritualidad.
Presentación del card. Marc Ouellet.
La mayoría de nuestros contemporáneos lo ignoran todo acerca de la acedia. Pocos son los que saben que es a ella a la que la tradición ha identificado con el famoso «demonio del mediodía», temido por los que están sufriendo la famosa «crisis de los cuarenta». Ahora bien, aunque el término acedia haya sido olvidado, sin embargo, el problema que encubre no ha desaparecido. Bastará con que nos sumerjamos en los deliciosos textos de los primeros monjes del desierto para darnos cuenta de ello. La propia expresión de «demonio del mediodía» habría de despertar en nosotros un estado de vigilia. En efecto, por lo general, el demonio está asociado a la noche y no al pleno día. ¿No sería, precisamente, ese carácter inesperado del demonio que ataca en pleno día el aspecto que haría de la acedia un mal especialmente temible? Si bien el sol del mediodía lo baña todo con su luz resplandeciente, la acedia, como mal os­curo, invade el corazón de aquel ser humano al que ataca, en la penumbra del hastío y en la noche de la desesperanza.
Este libro, con un estilo sencillo y directo, se presenta como la entrega, a un público muy amplio, de una prolongada investigación acerca de la acedia. El autor tuvo la intuición de que la acedia no afectaba únicamente a los monjes, sino que amenazaba también a todos los estados de la vida y perjudicaba directamente a la relación del hombre con Dios. A lo largo de sus páginas, el lector se siente interpelado y comprometido a reconsiderar los aspectos que conforman lo esencial de su existencia.
Dom Jean-Charles Nault es monje de la abadía benedictina de Saint-Wandrille desde 1988. Doctor en teología por el Pontificio Instituto Juan Pablo II de Roma, recibió de manos del cardenal Joseph Ratzinger, entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el primer premio Henri de Lubac por su tesis doctoral sobre la acedia, La Saveur de Dieu (2005). Desde 2009 es padre abad de Saint-Wandrille.
Una de las tres preguntas claves de nuestra existencia es ¿para qué estamos en este mundo? o ¿cuál es nuestro destino? Sin la visión del Cielo que lo aguarda, el hombre es como un gusano de seda encerrado en el capullo y muere de asfixia. Dar testimonio de la vida eterna, que Jesús Resucitado ha traído al mundo, es la mayor obra de misericordia que puede hacerse a los hombres de hoy, que corren de acá para allá como hormigas alocadas en el gran hormiguero del mundo. Descubrir la belleza inefable del Paraíso y desear que tome el mando de nuestro corazón; entender que no hemos venido al mundo para la tierra, sino para el Cielo. Así podemos pregustar la alegría sin fin, que es la meta de nuestra vida.
A quien ha perdido a una persona querida y tiene que decirle adiós, a quien se encuentra en el proceso del duelo, le parece que la separación es también el final de su propia vida. Y, sin embargo, las vivencias ligadas a la pérdida y la despedida del ser querido pueden convertirse en fuente de esperanza, de fuerza y de vitalidad.
Puede que entonces piense qué haría él si no le quedara más que un día de vida, pero no por el deseo de morir ni por cansancio existencial, sino porque sabe que, aun cuando parezca que la noche no va a terminar nunca, llegará el alba y transformará su luto en alegría. Sabe que le aguarda el día en que «ya no habrá muerte, ni llanto ni dolor... porque el mundo viejo ha pasado» (Apocalipsis 21,4).
ANSELM GRÜN, nacido en 1945, doctor en teología y monje benedictino, es probablemente el autor cristiano más leído en la actualidad. Sal Terrae y Ediciones Mensajero (sellos editoriales del Grupo de Comunicación Loyola) han traducido y publicado más de setenta obras suyas. Su lenguaje, comprensible para todos, encuentra un eco especial en un amplísimo abanico de personas por su cercanía al ser humano concreto y a la realidad de su vida.
En Elogio de la pereza se establecen varias pautas para alcanzar la felicidad; El instante presente es una defensa de la libertad interior del hombre, donde siempre se puede recomenzar.
"¡Matadlos! ¡Matad a todas esas cucarachas, a las grandes y a las pequeñas!". Es lo que escuchaba en una habitación de tan solo un metro cuadrado, junto a siete mujeres más, Immaculée Ilibagiza, una joven que entonces tenía 22 años y que perdió a toda su familia durante la matanza de su país, Ruanda, en 1994. Los "hutus" radicales intentaron exterminar a toda la población "tutsi", en una masacre que conmovió al mundo; pero la joven Immaculée consiguió, gracias a su fe, aprender a perdonar a los asesinos de su familia.
Tras estos hechos, y con el mismo coraje y la misma determinación, la joven ruandesa marchó a los Estados Unidos para descubrir allí por qué Dios la había salvado de la barbarie de su país. Es cuando decide contar al mundo su experiencia, encontrando un sentido a la vida a través de la fe.
En este libro, Immaculée cuenta lo que sucedió después del genocidio y cuánto tuvo que luchar para mantener viva su relación con Dios. En tierras norteamericanas, descubrirá una nueva vida a pesar del sufrimiento y de los recuerdos que tanto influyeron en su empeño por seguir al lado de Dios.
"Esta historia de terror, perseverancia y perdón nos enseña que se pueden superar las barreras que alzaron personas egoístas que jamás pensaron en la humanidad". Jeannette Kagame, primera dama de la República de Ruanda.