¿Secretario de San Ignacio? ¿Gobernante en la sombra? ¿Teólogo y divulgador en los inicios de la espiritualidad ignaciana? ¿Quién fue? Formado en el seno de una familia de pudientes comerciantes burgaleses y tras una seria formación en París, Juan Alfonso de Polanco decide ingresar en la Compañía de Jesús tras hacer los Ejercicios Espirituales en Roma (1541) con el Jesuita Diego Laínez; dejaba atrás un futuro prometedor como «scriptor apostolicus» en el Vaticano.
Sus cualidades y dones naturales ofrecían un perfil muy adecuado para ser el perfecto secretario. Fue el hombre de confianza, «memoria y manos», de los tres primeros Generales de la Compañía de Jesús: Ignacio de Loyola, Diego Laínez y Francisco de Borja.
Pero Polanco fue más que un Secretario. Uno de los silenciosos arquitectos de la nueva Orden que en 1540 había recibido la aprobación del Papa Paulo III, fue Asistente general y Vicario de la Orden; teólogo en Trento y profundo conocedor de los Ejercicios Espirituales. Hombre de consejo, profesor y riguroso historiador de los primeros años de la Compañía de Jesús (Chronicon Societatis Iesu, 6 vols.), Polanco no se vio libre del conflicto.
JOSÉ GARCÍA DE CASTRO, SJ es profesor de Teología Espiritual y de Espiritualidad Ignaciana en la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid. Ha publicado en esta misma colección El Dios Emergente. Sobre la consolación sin causa (n. 26, 2001) y ha dirigido el Diccionario de Espiritualidad Ignaciana (2 vols., nn. 37-38, 2007); también ha publicado en Sal Terrae Pedro Fabro. La cuarta dimensión (2006).
Las meditaciones recogidas en este volumen son breves enseñanzas que el P. Mauro Lepori --abad general de la Orden del Císter-- ofrece, en el estilo monástico de los «sermones capitulares», dentro del Curso de Formación Monástica que promueve la orden anualmente.
«La amistad de Cristo, ser amigos de Jesús: esta experiencia, esta gracia, permite que conozcamos todo lo que Jesús escucha del Padre. La amistad de Cristo nos comunica todo, nos hace conocer todo, el todo de la Verdad. No hay conocimiento o formación más profunda y totalizante que la amistad de Cristo. No existe universidad, curso de formación, estudio, que pueda enseñar algo tan grande y verdadero como la experiencia de la amistad de Cristo.(...)
La humildad que se nos pide es la de creer verdaderamente que se nos ha dado la posibilidad de conocer todo acogiendo principalmente la relación de amistad con el Señor. En otras palabras, como dice san Benito: 'No anteponer nada al amor de Cristo'. Preferir el amor de alguien: esta es en el fondo la mejor definición de la amistad».
¿Cómo educar el cuerpo, incluyendo los deseos y afectos? ¿Tiene el cuerpo (y tienen los afectos) un lenguaje, y es posible enseñarlo y aprenderlo? ¿Qué puede significar una “educación del cuerpo”? ¿No es el cuerpo algo natural, que nos es dado, que marcha por sí solo? La educación, ¿no se refiere propiamente solo a la mente o, acaso, al espíritu? A partir del legado de san Juan Pablo II, este libro busca dar respuesta a estos interrogantes, claves para una pedagogía que no quiera limitarse a “amueblar la cabeza” de los alumnos, sino que busque una integración del mundo afectivo. “Prometer: se debe, pero ¿se puede?”. En la segunda parte de este libro, se plantea el gran tema de la promesa en el mundo de la educación. ¿Es la promesa un concepto pretérito? ¿No deberíamos decir: “Sí, prometer era algo hermoso, que en un tiempo se hacía, pero que hoy ya, en nuestra sociedad posmoderna, no es sensato ni posible”? ¿Cómo enfocar una pedagogía que enseñe a dar la palabra? De nuevo, estos interrogantes constituyen el punto de partida para una reflexión sobre el hecho educativo, su problemática actual y las vías que se nos ofrecen para renovar la esperanza de tantos padres y maestros.
Presentación de Antonio Mª Rouco Varela.
Prólogo de Kiko Arguello.
En estas notas biográficas vais a ver a una mujer excepcional, importantísima para la Iglesia, enamorada de Cristo, de la Escritura y de la Eucaristía. Tenía una clara conciencia de que la misión que Dios le había dado era apoyarme, defenderme y corregirme, por el bien del Camino Neocatecumenal.
Doy gracias a Dios por Carmen que me ha dicho siempre la verdad, constantemente. Era una mujer profunda, auténtica y libre en su relación con todos. Era muy inteligente. Amaba a Cristo y a la Iglesia y al Papa, por encima de todo.
Creemos que Carmen está con el Señor, está ya en la fiesta. Estas notas biográficas no solo son para los hermanos del Camino, sino para toda la Iglesia, para dar a conocer a una mujer extraordinaria, que ha vivido la fe en grado heroico. ¡Carmen Hernández! (Kiko Argüello).
Aquilino Cayuela (Totana, Murcia, 1967), casado, padre de cuatro hijos. Familia en Misión en Berlín, Alemania, desde 2012. Miembro del Equipo Responsable de Profesores y Doctores Itinerantes del Camino Neocatecumental. Doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación y Licenciado en Teología, es Catedrático de Filosofía Moral y Política y Prefecto académico del Studium Philo sophicum-Theologicum del Seminario Diocesano Redemptoris Mater de Berlín, así como profesor invitado en el Insti tuto CEU de Humanidades Ángel Ayala, de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, en Madrid (España). También imparte cursos de Teología Moral en centros universitarios de Israel y Dinamarca. Es autor y coordinador de distintas obras de pensamiento entre las que destacan: Vulnerable: To Be Between Life and Death (2016), El curso de la historia (2012); ¿Providencia o Destino? (2010); Path-Ética (2007); Argumentos Bioéticos (2006); Vulnerables. Pensar la fragilidad humana (2005). Como escritor ha ganado el Premio de Narrativa Ciudad de Valencia «Blasco Ibáñez» (2008) por su novela El hombre de Arena.
Cinco vía crucis para rezar en silencio. ¿Por qué cinco? ¿Por qué en silencio? Cinco, o cincuenta, o quinientos. Y es que siempre podemos acompañar de modo nuevo a Jesús cuando camina hacia el Calvario. Y en silencio, porque así se nos facilita sintonizar con el Corazón de Quien revela un Amor particular en cada estación. La práctica del Vía Crucis, de antigua raigambre cristiana, encontrará en estas páginas luces y fuegos que iluminen y enciendan la vía dolorosa de un Dios que muere por salvarnos.
Los salmos son las palabras que Dios introduce en la boca del hombre para enseñarle a hablar con Él, como hace un padre con su hijo. En las iglesias de Siria, al libro de los Salmos le llaman el corazón de Dios. Nuestros hermanos mayores, los judíos, y los primeros cristianos aprendieron a rezar con estas oraciones inspiradas por Dios, que el mismo Jesús empleó para orar. Estos poemas reviven las promesas salvadoras de Dios realizadas en la historia del pueblo elegido y, al mismo tiempo, apuntan hacia el Mesías que las cumplirá definitivamente. Todo el Antiguo Testamento anticipa y prepara los misterios de la Nueva Alianza realizada por Jesucristo, pero los salmos aluden de una manera continua, aunque variable, a la persona del Salvador. En este libro se comentan con detalle veintiún salmos, para ayudar a los lectores a encontrar en esas oraciones el eco de la vida y las enseñanzas de Jesucristo, de modo que las palabras de esos poemas les sirvan para escuchar a Dios y para comunicarse con Él.
La tradición del retiro espiritual es evangélica. Jesús se retiró al desierto durante cuarenta días antes de iniciar su vida pública, y lo mismo hizo san Pablo después de su conversión. Ya César, Cicerón y Plinio hablaban de la conveniencia del recessus, la acción de retirarse a un lugar solitario, pues “no estoy menos solo que cuando estoy solo”, decía Cicerón. San Ambrosio añadirá un sentido radicalmente cristiano, al recordarnos que cuando estamos en gracia nunca estamos solos. Cuando se acallan las voces del mundo y se recoge uno en sí mismo, entonces, en esa soledad, se siente y se goza la cercanía de Dios.
Estas meditaciones son fruto de una larga experiencia del autor como predicador. Siguen un temario clásico y tratan de ayudar al alma a ponerse en presencia de Jesús, escucharlo y considerar luego la propia vida, qué agradecer y qué mejorar.
Un preclaro teólogo, como el P. Jean Galot, nos ayuda en este libro a considerar los problemas más fundamentales del sacerdocio a la luz de Cristo, que es su modelo y su fuente. Por esta vía penetramos en el misterio del sacerdote para determinar en qué consiste ese misterio que excede a lo humano y que es la nota distintiva de la condición sacerdotal. Estamos ante una “teología del sacerdocio”. Desde ella se aclaran algunas cuestiones de actualidad, como el sacerdocio femenino o el tema del celibato, que han estado últimamente en el candelero mediático. El sacerdote es ante todo un “hombre de Dios”, no un representante del pueblo ni un cabecilla político. A la luz de Cristo, único sacerdote, se abre camino una explicación cabal de su misión en el mundo y para el mundo.
El libro recorre los pasos de los dos discípulos de Emaús que acompañaron a Jesús en la tarde de la resurrección, y recuerda al lector que Jesús siempre sale al encuentro de cada uno. Toda la vida cristiana gira en torno al encuentro con una persona: Jesucristo. Y es a la luz de ese encuentro personalísimo como llegamos a conocernos a nosotros mismos, y a darle a nuestra vida un sentido pleno. El encuentro de Jesús con los dos discípulos de Emaús en la tarde de la resurrección nos brinda un modelo magnífico. El autor desmenuza el pasaje evangélico, ayudando al lector a seguir los pasos de esos dos discípulos: como les sucedió a ellos, también en nuestro caso la tristeza puede convertirse en gozo, y la pasividad en un imparable impulso apostólico, pues Jesús sale al encuentro de cada uno, siempre, y a menudo de un modo inesperado. JESÚS HIGUERAS (1963) es sacerdote de la diócesis de Madrid (1990) y licenciado en Teología. Párroco de Santa María de Caná, en Pozuelo de Alarcón. Fue auditor en el Sínodo de los Obispos sobre la Nueva Evangelización (2012), y uno de los sacerdotes enviados como misioneros de la Misericordia por el papa Francisco, durante el Jubileo Extraordinario de la Misericordia (2015). Imparte ejercicios espirituales y conferencias en España y Latinoamérica. Colabora con diversos medios de comunicación social y es autor de varios ensayos de contenido religioso.