La Libreria Editrice Vaticana prosegue la raccolta delle omelie pronunciate da Papa Francesco nelle messe mattutine celebrate nella Domus Sanctae Marthae in Vaticano. In particolare questo secondo volume contiene le omelie pronunciate dal 3 febbraio al 30 giugno 2014. Si tratta di conversazioni familiari, con un linguaggio semplice, vivace e ricco di metafore, rivolte a tutti i fedeli, che non hanno avuto il privilegio di essere presenti a queste messe private, affinché possano gustare tutta la sostanza e la spiritualità della parole di Papa Francesco.
Este libro, a diferencia de los primeros volúmenes aparecidos tras la elección del papa Francisco, pretende ayudar al lector a rezar. De modo que adentrarse en su persona, conocer su pensamiento, resulte aquí secundario. Estas páginas son, sobre todo, una ayuda para hablar con Dios sobre los temas que al Papa le preocupan. Desde su primera aparición pública puso a rezar a los miles de fieles, que en ese momento le escuchaban expectantes en la Plaza de San Pedro. Primero por el papa emérito Benedicto XVI y, tras pedir oraciones de unos por otros, a orar en silencio por él para que el Señor lo bendijese. Y, antes de despedirse, añadió: "mañana quisiera ir a rezar a la Virgen, para que proteja a toda Roma". Sí, el verbo más empleado en su primera aparición fue este: rezar. Y de ahí que estas páginas quieran responder a ese primer deseo del Pontífice. Para ello hemos entresacado de todas sus intervenciones públicas desde que fue nombrado cardenal por Juan Pablo II -21 de febrero de 2001- aquellos pasajes que puedan empujarnos y enseñarnos a rezar.
Por primera vez se reúnen en un libro los principales textos escritos por el Santo Padre desde el inicio de su pontificado.
La Iglesia católica parece haber iniciado el camino hacia una modernización largamente reclamada desde diversos sectores sociales. El papa Francisco aboga por una nueva forma de entender la religión: frente al juicio acerca de conductas y decisiones individuales o la estricta observancia de una tradición que comienza a vislumbrarse sobrepasada por los vaivenes de un mundo en constante cambio, la comunidad católica ha de expresar su vocación de estar junto a los excluidos y los que sufren. Los escritos que se recogen en estas páginas son el testimonio de la vocación integradora del papa, partidario de una Iglesia para todos.
Si algo busca siempre un pastor es encender la llama de la Esperanza en su pueblo. Ella es, en definitiva, la que lo sostiene todo en el corazón creyente. Pero no nos engañemos: la fe no nos ahorra las dificultades ni los contratiempos de la vida. No siempre es fácil caminar. A veces el combate de la vida se vuelve arduo y cansado, hasta el punto de vernos tentados de desesperanza.Estos escritos guardan un tono positivo, de resurrección. Nos halan de la Pascua, de "hacer memoria", de caminar siempre de nuevo, de salir, de evangelización... de Esperanza.Francisco nos invita a dejarnos seducir por la certeza de la promesa: "yo estaré con vosotros hasta el fin de los tiempos". No tengamos miedo. "¿Miedo a qué? - dice Francisco - . No tengas miedo a la Esperanza... porque la Esperanza nunca defrauda".
En torno a la Cuaresma, el cardenal Bergoglio -hoy Francisco- solía hablar a sus diocesanos de la misericordia, de ese amor de Dios que es más grande que nuestro pecado; de lo importante que es saberse amados infinita e incondicionalmente por Dios y de la alegría que nace del encuentro con Jesús. Palabras profundas y a la vez sencillas, tan amables y cercanas como comprometedoras.
El presente libro recoge las propuetas que durante varios años ofreció el papa Francisco a su Arquidiócesis en este senido. Hemos querido ofrecer esta selección útil de sus palabras. Son palabras al más puro estilo Francisco que invitan y mueven al creyente a superar toda indferencia. La lectura de estas páginas ayuará a vivir una Cuaresma con recogmiento, profundidad y sentido; aunque, igualmente, éste puede ser un libro que acompañe momentos importantes de retiro espiritual en cualquier época del año.
Presentamos las 26 catequesis del papa Francisco sobre la fe, pronunciadas en sus audiencias de los miércoles entre abril y diciembre de 2013.
Con ellas cerramos el ciclo de las catequesis para el Año de la fe que inició Benedicto XVI y que habían quedado interrumpidas a raíz de su renuncia, publicadas por Ciudad Nueva bajo el título Deseo de Dios
Siguiendo la estela de su antecesor, en estas catequesis Francisco ha recorrido el Credo, se ha detenido en el misterio de la Iglesia a la luz del Vaticano II y se ha fijado en María como imagen y modelo de la Iglesia.
El Papa establece en cada audiencia un diálogo directo con las personas reunidas en la Plaza de San Pedro, en particular con los jóvenes, a los que interpela y cuya respuesta espera.
A partir de ahí, describe y profundiza en una fe que se apoya en el amor y la confianza, que requiere paciencia y misericordia con uno mismo y con los demás y que construye una Iglesia «de puertas abiertas».
«La fe es un acto personal –dice el Papa–. Pero la fe la recibo de otros, en una familia, en una comunidad… La fe es un regalo de Dios que se nos da en la Iglesia y a través de la Iglesia. […] Amo una Iglesia no cerrada en su recinto, sino capaz de salir, de moverse, incluso con algún riesgo, para llevar a Cristo… a los extremos confines de la tierra».
El presente libro es, sin duda, una contribución de calidad para conocer el pensamiento del Papa Francisco. Un instrumento elaborado en un estilo sencillo, popular, pedagógico, asequible a todos. Una selección de sus palabras que quiere ofrecer un pensamiento para cada día del año. 365 pequeñas píldoras de sabiduría del Papa Francisco que pretenden acompañar e iluminar el caminar cristiano. Cada día tiene un pequeño titular que marca la pauta y el libro, organizado en meses, contiene un índice temático al final del mismo de gran utilidad y ayuda para utilizarlo en diferentes ocasiones y circunstancias. "El Señor no se cansa de llamar: No temas... ¿No temas a qué? No temas a la Esperanza... porque la Esperanza no defrauda (Rm 5, 5)"
“La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría. En esta Exhortación quiero dirigirme a los fieles cristianos para invitarlos a una nueva etapa evangelizadora marcada por esa alegría, e indicar caminos para la marcha de la Iglesia en los próximos años.”
Así comienza la Exhortación Apostólica del Papa Francisco que fue entregada el pasado domingo durante la Celebración de la Clausura del Año de la Fe en la Plaza de San Pedro.
Edibesa, fiel a su tradición, publica este documento en formato rústica y a un precio accesible para que esta sea una obra ampliamente difundida entre todos los católicos.
Desafíos para educadores cristianos
Reflexiones exigentes, comprometidas y actuales que convocan a los educadores cristianos.
Propuestas para tiempos difíciles
Versión corregida y aumentada
Mensajes del Arzobispo que alientan a los educadores en la tarea de formar hombres nuevos.
Utopía, pensamiento y compromiso
El libro sintetiza su pensamiento sobre la cuestión social, y constituye un aporte fundamental en la tarea de trabajar por el bien común.
resentamos aquí cuatro retiros espirituales predicados por el cardenal Jorge Mario Bergoglio, dirigidos a laicos comprometidos, religiosos, diáconos y sacerdotes. Cuatro ocasiones para retirarse, reflexionar sobre la propia vida a la luz de la Palabra de Dios y descubrir su presencia en la vida cotidiana.
“El mismo Señor nos recomienda estar atentos. Él me busca. No busca al boleo sino a cada uno y según el corazón de cada uno. La vigilancia es el esfuerzo para encontrar la sabiduría de saber discernirlo y encontrarlo. A veces el Señor pasa al lado nuestro y no lo vemos o, de tanto “conocerlo”, no lo reconocemos. Nuestra vigilancia es oración que nos hace retenerlo cuando él pase”.
Todos deseamos el encuentro con Cristo, pero el ajetreo cotidiano nos impide a veces retirarnos muchos días, un momento, descubrir la misericordia de Dios y meditar en su presencia. Aquí el Cardenal nos brinda cuatro escritos, el primero comienza por el acercamiento de Jesús a nuestra vida, por que “Él me busca”, el segundo encuentro tiene “como hilo conductor “la meditación sobre la Epifanía, el misterio de la manifestación del Señor, la tercera parte nos habla de la Iglesia desde el Apocalipsis en las cartas dirigidas a las siete Iglesias y finalmente la oración desde nuestra cotidianeidad, haciéndose carne en nuestra vida.
El prólogo, escrito por Mons. José María Arancedo arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, realiza una acertada y esclarecedora síntesis a modo de presentación: “Estamos ante una obra de un contenido profundo y siempre actual, pero de simple y agradable lectura, que busca involucrar al lector en un camino de reflexión espiritual orientada a elevar su vida” A modo de anécdota además agrega ...Recuerdo, y esto es algo testimonial, que una vez le pregunté por sus vacaciones, qué hacía en el mes de enero en Buenos Aires, a dónde iba. Recuerdo que me respondió que se quedaba en la curia y que descansaba rezando y leyendo (releyendo) a los clásicos. Su respuesta me sorprendió pero me sirvió, y he tratado de ponerla en práctica. Cuánto hemos perdido culturalmente en la ruptura con lo clásico. Esta pequeña confidencia que me he permito recordar, explica su buen manejo del idioma como la belleza de su prosa. Lo estético forma parte de la fe cristiana, ella tiene su fuente e inspiración en Dios...
Autor
Nació en Buenos Aires, el 17 de diciembre de 1936. Egresó de la escuela secundaria industrial con el título de técnico químico. A los 21 años (en 1958) decidió convertirse en sacerdote. Ingresó en el seminario del barrio Villa Devoto, como novicio de la orden jesuita. Fue ordenado sacerdote el 13 de diciembre de 1969 y Superior Provincial de la orden desde 1973 hasta 1979.
Luego de una gran actividad como sacerdote y profesor de teología, fue consagrado obispo titular de Auca el 20 de mayo de 1992, para ejercer como uno de los cuatro obispos auxiliares de Buenos Aires. Tomó finalmente el cargo de arzobispo de Buenos Aires el 28 de febrero de 1998.
Durante el consistorio del año 21 de febrero de 2001, el papa Juan Pablo II lo creó Cardenal del título de S. Roberto Bellarmino. Además se constituyó en el primado de la República Argentina, resultando así el superior jerárquico de la Iglesia Católica de este país. Su Lema Episcopal es miserando atque eligendo, cuya interpretación se encuentra explicitada en el texto de San Beda el Venerable (homilía 21): Jesús vio a un hombre, llamado Mateo, sentado ante la mesa de cobro de los impuestos, y le dijo: "Sígueme". Lo vio más con la mirada interna de su amor que con los ojos corporales. Jesús vio al publicano, y lo vio con misericordia y eligiéndolo, (miserando atque eligendo), y le dijo Sígueme, "Sígueme", que quiere decir: "Imítame". Le dijo "Sígueme", más que con sus pasos, con su modo de obrar. Porque, quien dice que está siempre en Cristo debe andar de continuo como él anduvo.