Este libro contiene diez homilías predicadas durante los años 1986 y 1999, en la iglesia de Sankt Johannes de Pentling, cerca de Ratisbona. Allí el entonces profesor Ratzinger había vivido durante los años setenta hasta que fue nombrado arzobispo de Múnich y Frisinga en 1977. El interés de estas páginas no es por tanto tan solo biográfico, sino también histórico y teológico. Entre los temas abordados, figuran no solo el misterio del amor de Dios o la naturaleza sacramental de la Iglesia, sino también el significado de la adoración y la escatología, la necesidad del esfuerzo personal en la vida cristiana y la eucaristía como centro de la vida cristiana, la actuación de los católicos en la vida pública y la santificación del mundo, la relación entre verdad y libertad, fe y razón o política y religión. Incluso en la última homilía abordaba el primado petrino, que el editor ha dejado al final tal vez no solo por ser la última, sino también sugiriendo un cierto contenido profético. Si se cotejan los temas abordados con los documentos emanados por las Congregaciones romanas en las que el cardenal bávaro trabajaba, pueden advertirse también interesantes paralelismos.
En este tomo aparecen los múltiples trabajos y estudios ampliamente dispersos realizados por Benedicto XVI sobre eclesiología y ecumenismo. Su gran número hace necesaria una división en dos volúmenes separados. Las contribuciones provienen de medio siglo de investigación científica y enseñanza. Son expresión de una teología viva, guía en el futuro, que en fecunda y tensa estructura desde la fe y la razón hace accesible la revelación de Dios en Jesucristo en su importancia para la Iglesia y el mundo. La teología quiere ser un servicio para los hombres en su búsqueda de la verdad de Dios y de la salvación.
Cuando a finales de los años cincuenta Joseph Ratzinger era un joven teólogo, dictó un curso en Viena sobre el concepto «hermano» según el cristianismo.¿En dónde radicaba la originalidad de este análisis? ¿Por qué sigue siendo válido?. He aquí las cuatro tesis que defiende: 1) la fraternidad depende del concepto que se tenga de la paternidad de Dios y de cómo sea Dios; 2) la fraternidad cristiana está siempre por delante de los lazos biológicos (familia) y sociales (ciudadanía); 3) el cristiano es antes de nada y sólo hermano del cristiano; 4) el cristiano es hermano para servir a los que están fuera de la comunidad cristiana.
Edición preparada por Pablo Cervera y Carlos Granados.
Comité científico de revisión de los textos: Manuel Aróztegui, Pablo Blanco, Olegario González de Cardedal y Gabino Uríbarri.
«De estudiante yo había leído mucho a san Agustín, por lo que me sentí capaz de trabajar ese tema en el tiempo prefijado. Söhngen seguramente esperaba que el 0trabajo pudiese confirmar su conjetura, proveniente del catecismo de Trento, de que “pueblo de Dios” era el concepto central de la eclesiología de san Agustín. En mi trabajo esa expectativa no se confirmó. En el Nuevo Testamento “pueblo de Dios” designa a Israel. San Agustín lo sabía, y mostró que los pueblos gentiles solo llegan a ser pueblo de Dios a través de su comunión con Cristo, el portador de la promesa, que solo pueden llegar a ser “pueblo de Dios” en el “cuerpo de Cristo”» (Benedicto XVI).
Traducida del original alemán (Joseph Ratzinger. Gesammelte Schriften. Volk und Haus Gottes in Augustins Lehre von der Kirche. Die Dissertation und weitere Studien zu Augustinus und zur Theologie der Kirchenväter) por José Mardomingo, Xabier Pikaza y José Ramón Matito; además de textos revisados de traducciones ya publicadas por Ediciones Encuentro, Editorial Herder y Ediciones Cristiandad.
Con este volumen que contiene las últimas catequesis de Benedicto XVI, Ciudad Nueva cierra un ciclo que ha recorrido los principales temas con los que el papa emérito ha formado a los fieles en sus ocho años de pontificado.
El 11 de octubre de 2011, Benedicto XVI anunció la proclamación de un Año de la fe que se iniciaría un año más tarde, el 11 de octubre de 2012, al cumplirse el 50º aniversario de la apertura del Concilio Ecuménico Vaticano II y el 20º aniversario de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica, promulgado Juan Pablo II.
Un Año de la fe que se prolongará hasta el 24 de noviembre de 2013, fiesta de Cristo Rey.
Apenas cuatro meses después de la solemne apertura de este Año de la fe, el Papa anunció su renuncia al pontificado. Y sin embargo, en tan breve tiempo nos ha dejado 19 catequesis de enorme profundidad y claridad, que constituyen un valioso compañero de viaje para el camino espiritual que todos estamos llamados a recorrer como Pueblo de Dios, del que no están excluidas todas aquellas personas cuyo corazón alberga una búsqueda de la verdad, el deseo de conocer a Dios y de entrar de algún modo en relación con Él.
Estas catequesis son las que re-cogemos en este libro. Con este volumen, la editorial Ciudad Nueva cierra un ciclo que ha recorrido los principa-les temas con los que Benedicto XVI ha formado a los fieles en sus ocho años de pontificado: Los Padres de la Iglesia, el Año Paulino, los grandes maestros y místicas de la Edad Media, los doctores de la Iglesia, la oración y, ahora, la fe.
Estamos convencidos de que estas profundas meditaciones, estas lecciones magistrales del Papa nunca perderán su actualidad, sino que quedarán como material práctico, bien estructurado y a la vez muy accesible, de enorme valor catequético para la formación del pueblo de Dios.
Las reflexiones recogidas en el presente volumen reproducen una conferencia pronunciada por el autor en el otoño de 1962 en las Semanas de la Salzburger Hochschule.
La cuestión de la Teología política actual no ha cambiado demasiado desde su origen entre algunos teólogos modernos, lo que mantiene la actualidad y oportunidad del texto. El estudio sin embargo se ha extendido a un mayor número de expertos de distintas disciplinas: historia, política, escatología y teología, adquiriendo un enfoque más completo y también así mayor relevancia.
En este breve libro se trata, en palabras del autor, de “establecer, de manera paradigmática, algunos rasgos fundamentales del problema en dos grandes figuras, Orígenes y Agustín”. Con el conocimiento de los padres que caracteriza a Benedicto XVI y la profundidad de su análisis, detalla la discusión en sus comienzos, poniéndola en su contexto tanto dentro del Magisterio de la Iglesia como respecto a las filosofías del momento, por ejemplo el Gnosticismo, el trasfondo histórico de la Antigüedad y las nociones bíblicas pertinentes.
La conferencia de entonces aparece ahora sin cambios sustanciales, con el estilo pedagógico, ordenado y esclarecedor característico del antiguo profesor; y así ofrece de nuevo una contribución al debate actual.
Índice
Introducción (G. M. Vian) 9
Prólogo 17
PRIMERA PARTE
LOS ANTECEDENTES DEL PROBLEMA EN LA HISTORIA DEL PENSAMIENTO
I. La herencia de la Antigüedad 21
II. El trasfondo bíblico 25
III- El enfrentamiento con el gnoticismo 35
IV. La visisón de la unidad de los pueblos en los Padres 41
SEGUNDA PARTE
LA GNOSIS CRISTIANA DE ORÍGENES
I. El significado de la realidad nacional según Orígenes 51
.I.1. El aspecto negativo 51
.I.2. Afirmaciones positivas 65
II. Posición de la Iglesia 71
.II.1. La revolución escatológica 71
.II.2. Los límites de la revolución cristiana 74
III. Síntesis 81
TERCERA PARTE
LA POLÉMICA DE AGUSTÍN CON LA TEOLOGÍA POLÍTICA DE ROMA
I. El rechazo de la teología política de Roma 85
.I.1. La ausencia de verdad en la religión política 87
.I.2. El poder de los demonios 92
II. El punto de partida de la teología agustiniana sobre la política 97
.II.1. La antítesis del estoicismo 97
.II.2. La antítesis del platonismo 98
III. El uso del Antiguo Testamento y de la historia romana en la teología 101
IV. La posición de la Iglesia en la historia 113
V. Conclusión 127
Índice de autores 131
Índice bíblico 133
El lector tiene en sus manos la tesis de habilitación para la libre docencia que en su día redactara Joseph Ratzinger, hoy Benedicto XVI. La cuestión de si el cristiano puede pensar en una plenitud intramundana, de si sería posible algo así como una utopía cristiana, una síntesis entre utopía y escatología, puede designarse, quizás acertadamente, como el núcleo teológico del debate en torno a la teología de la liberación y a los movimientos espirituales milenaristas que empiezan a surgir en la Iglesia a partir de la figura y la obra de Joaquín de Fiore. Una cuestión íntimamente vinculada a su vez con la del papel que les correspondería a las órdenes religiosas (a las órdenes mendicantes) como portadoras de la dimensión pneumatológica de la existencia cristiana en su camino hacia una nueva época de la historia. Buenaventura las aborda ambas con maestría escolástica, con evangélica equidad y con franciscana sencillez. Su teoría del conocimiento teológico, su teología de la historia, su postura ante el aristotelismo y su concepción del pensamiento científico forman parte de los logros teológicos más importantes de todos los tiempos.
El Papa, siendo prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, afrontó en este libro-entrevista los principales problemas del cristianismo y de la Iglesia católica.
A través de estas páginas el lector puede entrar a fondo en la vida, la actuación y el pensamiento de Joseph Ratzinger: su infancia, aficiones y familia; su vocación sacerdotal y actividad teológica; su intervención en el Concilio Vaticano II, su trabajo como arzobispo de Munich y, luego, al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Joseph Ratzinger se nos muestra como un pensador de altura que ha profundizado en los grandes temas de nuestro tiempo y aborda las cuestiones más candentes sobre teología de la liberación, bioética, celibato sacerdotal, disidencia, la situación de la Iglesia en diversos países y sus relaciones con otras religiones.
El Cardenal responde con franqueza y serenidad desde la fe cristiana y desde su experiencia, sin rehuir ninguna pregunta por dolorosa o incómoda que resulte. Este libro no sólo ofrece una información extraordinaria, sino que, sobre todo, invita a quien lo lee a plantearse cuestiones decisivas porque, verdaderamente, se trata de un libro provocador y apasionante.
El periodista alemán Peter Seewald ha conseguido unas declaraciones impresionantes, por su extensión y profundidad, sobre multitud de cuestiones que importan a todo el mundo.
Libro sorprendente, por su estilo y su contenido.
Estas reflexiones giran en torno a la misión sacerdotal y analizan algunas de las sentencias evangélicas sobre la llamada y el seguimiento de Jesús. Pero se dirigen no sólo a sacerdotes y religiosos, sino a todos cuantos desean configurar activamente su vida como cristianos. Así, el encuentro con Jesucristo es el centro y núcleo de estas páginas. El seguimiento significa dar el primer paso que será recompensado con “el ciento por uno”. A este riesgo quieren proporcionar impulso y orientación las reflexiones del entonces cardenal Joseph Ratzinger, hoy papa Benedicto XVI.
Esta obra, que apareció por primera vez en la colección BAC Normal en 1987, cuando su autor era prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, aborda con palabra franca y vigorosa los temas más candentes de la vida eclesial.
En la primera parte se reflexiona sobre la imagen de la Iglesia que emergió en el Concilio Vaticano II, poniendo de relieve la íntima vinculación que debe existir entre singularidad y universalidad, entre pluralidad y unidad. El ecumenismo es el contenido de la segunda parte. El diálogo interconfesional se presenta como un largo camino hacia la unidad en la caridad, un camino que debe recorrerse confiados en el Espíritu, empeñados, unos y otros, en la búsqueda apasionada de la verdad y sin ceder a la tentación de un fácil concordismo. A las relaciones entre la Iglesia y la política dedica el autor la última y más extensa parte de la obra.
Sin duda, estos tres campos de pensamiento reflejan bien la visión de la Iglesia, hacia dentro y hacia fuera, de quien ahora es el sucesor de Pedro con el nombre de Benedicto XVI.
La presente obra del joven Joseph Ratzinger, hoy Benedicto XVI, exhaustivo tratado de eclesiología, se abre con un importante estudio sobre su historia, donde se establecen, los fundamentos de la pertenencia a la iglesia y se bosqueja la doctrina del primado. En la sección destinada a estudiar la Iglesia y sus oficios, se empieza viéndola en sus orígenes, remontándose para ello a la institución divina y examinándola luego a la luz de la teología paulina, como signo y misterio de fe. Se estudia más a fondo el problema de la pertenencia a la Iglesia, tomando como base los documentos del Magisterio, hasta llegar al concilio Vaticano II con su valiosa aportación a este respecto. Bajo nueva luz, Ratzinger, ahonda en los conceptos de primado y episcopado, y hace hincapié en la doctrina conciliar sobre la colegialidad de los obispos e implicaciones de esta doctrina. El destacado teólogo, entonces catedrático de Dogmática en la universidad de Ratisbona, establece las bases de una verdadera reforma en la Iglesia, comenzando por aquello que es esencial a toda auténtica reforma: la renovación interna del reformador, en este caso de cualquier cristiano. En suma, el libro aborda, con plena responsabilidad cristiana, las doctrinas que más impacto han causado sobre la estructura de la Iglesia y sus más urgentes adaptaciones.
En este volumen, el eminente teólogo Joseph Ratzinger, hoy papa Benedicto XVI, recopila los trabajos elaborados en los últimos decenios, para configurar un todo que desarrolla sistemáticamente las preguntas de la estructura de lo cristiano. Con esta visión, se analizan en primer término las relaciones entre las estructuras, los contenidos y las actitudes, para tener bien presente el contexto de la doctrina de los principios. A continuación, se discuten los principios formales del catolicismo, primero en sí mismos, esto es, esencialmente la coordinación de escritura y tradición y las relaciones entre fe, historia y metafísica. Las segunda parte del libro sitúa estas reflexiones en el contexto ecuménico. Se profundiza aquí en el tema de la tradición, que se convierte en el problema básico de la controversia ecuménica, es decir, en el problema de la forma personal concreta de la tradición en el sacramento de la sucesión apostólica. De aquí se deriva la tarea de analizar en qué sentido la “catolicidad” constituye una estructura formal de lo cristiano. Una tercera parte orienta la totalidad a la problemática estructural de la teología y alcanza, al mismo tiempo, a través de su situación antropológica, la inflexión que inicia el retorno a los problemas objetivos que fueron el punto de partida en el planteamiento de la obra. Tras el considerable retroceso de las reflexiones sobre la auténtica teología fundamental en los últimos años, esta obra entabla un diálogo global entre las diferentes posiciones teológicas-católicas, protestantes y ortodoxas- y lleva el estudio de las cuestiones concretas hasta sus soportes básicos más profundos, para descubrir así, al mismo tiempo, caminos de auténtica unidad y comprensión. El conjunto de materiales reunidos aquí por Joseph Ratzinger estructura los cimientos sobre los que asentar un cuerpo de doctrina firme.