
El sacerdote y periodista agustino Rafael del Olmo, buen conocedor de San Agustín y de su época, traza con mano maestra la trayectoria humana y espiritual del gran Padre de la Iglesia y de los que, como él, se convirtieron al único Dios y a la verdadera Iglesia de Jesucristo, a lo largo de los primeros siglos de la Iglesia. En este segundo tomo de la Colección CAMINO DE DAMASCO se hace referencia además de a SAN AGUSTIN, a estos convertidos: SAN JUSTINO , defensor del cristianismo. TACIANO, primer armonizador de los Evangelios. CLEMENTE DE ALEJANDRIA, misionero de la alta cultura. TERTULIANO, un polemista cristiano. SAN CIPRIANO, aristócrtata en busca de la luz. LACTANCIO, preceptor de infantes. SAN ANTONIO ABAD, la renuncia a las riquezas. SAN PACOMIO, amar a Dios para servir a los hombres. SANTA HELENA, una conversión sincera y entusiasta. CONSTANTINO EL GRANDE, la fe cristiana en la cumbre del Imperio. MARIO VICTORINO, converso en su senectud. SAN ALIPIO. de la aristrocracia al episcopado. ARNOBIO DE SICCA, una conversión inesperda. OPTATO DE MILEVI, precursor de San Agustín. SAN PAULINO DE NOLA, poeta cristiano. SAN HILARIO DE POITIERS, el anhelo de conocer a Dios. CLODOVEO, primer rey catolico de los Francos. SANTA MARIA EGIPCIACA, una conversión de alma y cuerpo. RECAREDO, primer rey católico de España.
Una santa moderna, una mujer tenaz y valiente, que fue escuchada por soberanos y eclesiásticos. Fundó una orden religiosa (las Brígidas) y ha sido declarada por Juan Pablo II, junto a Catalina de Siena y Edith Stein, patrona de Europa.
Brígida de Suecia (1303-1373) fue una santa moderna y una mujer tenaz y valiente que desarrolló multitud de actividades a lo largo de su vida. Fue esposa, madre de numerosos hijos y dama de corte escuchada por soberanos y eclesiásticos que solicitaban sus consejos. Cuando se quedó viuda fundó una orden religiosa (las Brígidas) y se trasladó a Roma, donde trabajó intensamente por el retorno del Papa desde Avignon. Fue una gran viajera y peregrinó a los lugares santos. También fue una vidente inspirada, la depositaria de mensajes divinos de diverso tipo: consejos espirituales, locuciones que reclamaban la urgencia de la reforma de la Iglesia, indicaciones para personas específicas que debía transmitir, etc. Ha sido declarada patrona de Europa por Juan Pablo II junto con Catalina de Siena y Edith Stein.
En este volumen, Paola Giovetti traza un vivo retrato de la figura de la santa escandinava, presentando al mismo tiempo amplios extractos de sus Revelaciones y de las Actas del proceso de canonización.
Paola Giovetti, fiorentina, reside en Módena (Italia) con su marido y dos hijos. Es licenciada en Literatura por la Universidad de Bolonia y se dedicó durante algún tiempo a la docencia. Desde hace muchos años trabaja como investigadora en el terreno de la psicología y la espiritualidad femenina. Sobre estos temas ha publicado: Teresa Newmann, Santa Rita de Cascia, Madri e mistiche, Santa Clelia Barbieri, Le apparizioni della Vergine Maria.
La mejor lección espiritual de Juan XXIII, un Papa inolvidablemente bondadoso, es la evocación de su vida tal como resulta de su "Diario del alma", documento excepcionalmente auténtico. Hay una razón importante y fundamental: el lector capta rápidamente que, bajo pensamientos tan henchidos de serenidad espiritual, sigue latiendo el alma de un Papa cuyo recuerdo permanece vivo. Esta obra es una clara muestra de la simplicidad evangélica que quiso poner en práctica Juan XXIII en todos los ámbitos.
Educado en el judaísmo, llegó a ser Rabino Jefe de Roma. Al mismo tiempo, la figura de Cristo, otro judío, se fue haciendo camino en su mente y en su corazón.
Israel Zolli fue educado muy profundamente en el judaísmo hasta el punto de que llegó a ser Rabino Jefe de Roma. Pero, al mismo tiempo, la figura de Cristo, otro judío, se fue haciendo camino en su mente y en su corazón. Después de un profundo, complejo y difícil proceso interior, una vez acabada la II Guerra Mundial, se bautizó con el nombre de Eugenio.
Este libro narra, con sus propias palabras, su historia. Pero es, sobre todo, la historia de su conversión, el camino interior que le condujo hacia la Iglesia por un solo motivo: el amor a Jesucristo.
El autor introduce al lector en la aventurosa vida de san Pablo, haciéndole compañero de camino de las rutas del Apóstol.
"La figura del Apóstol no es un fósil arqueológico, sino que tiene -humana y espiritualmente-perenne actualidad. La enseñanza de Pablo es valedera para todos los tiempos. Más aún: creo que es oportunísima para el nuestro. Pablo se movió en un mundo pagano. Y el mundo de nuestros días, con su creciente secularización y con su materialismo desacralizado en todos los sectores de la vida, está muy cerca del mundo pagano de hace veinte siglos. Lo que él predicaba era escándalo para unos y necedad para otros (1 Co1, 23). Igual que sigue siendo hoy. Su predicación no fue grata en su tiempo. Pero eficaz sí que fue, porque era necesaria y salvadora. Hoy tampoco resonará gratamente a los oídos del mundo. Pero el mundo la necesita, y solo ella puede salvar al mundo. Por ello, hay que seguir diciéndosela al mundo de hoy como san Pablo se la dijo al de su tiempo".
"San Pablo encontró a la Iglesia antes de encontrar a Jesús. Ahora bien, en su caso, este contacto fue contraproducente: no provocó la adhesión, sino más bien un rechazo violento. La adhesión de Pablo a la Iglesia se realizó por una intervención directa de Cristo, quien, al revelársele en el camino de Damasco, se identificó con la Iglesia y le hizo comprender que perseguir a la Iglesia era perseguirlo a él, el Señor" (Benedicto XVI).
Salvador Muñoz Iglesias, es doctor, catedrático, licenciado, Miembro de la Real Academia de Doctores y Director del Instituto Francisco Suárez del CSIC. Su labor literaria abundante no es menor que su labor docente durante 45 años en el Seminario de Madrid. En los años 1960-1968 y en 1974-1976 tuvo a su cargo los programas religiosos de TVE. Falleció en el año 2004. En Ediciones Palabra ha publicado también "El Evangelio de María".