Que se haya llamado a nuestro tiempo la «Edad del Análisis», nos hace pensar en dos hombres que pasaron sus primeros años en Viena: uno, Sigmund Freud, y otro, Ludwig Wittgenstein, pensador solitario, precursor del análisis lingüístico y del examen de las formas fundamentales del pensamiento y la expresión. La publicación póstuma de los papeles de Wittgenstein y de los apuntes de clase de sus alumnos nos ayuda a apreciar la extensión de su influencia, que, desde su laboriosa semirreclusión en Cambridge, llegó hasta los más apartados rincones del mundo. No son pocos los pensadores de nuestro tiempo que afirman que el impacto del pensamiento de Wittgenstein representa, desde Sócrates, uno de los intentos más vigorosos para llegar al meollo del entendimiento humano. La principal tarea del filósofo, insiste Wittgenstein, es librar a la tiranía de las ilusiones, de la fascinación que ejerce sobre nosotros la forma de expresar. El medio para conseguirlo lo ve Wittgenstein en un escrutinio cuidadoso del lenguaje ordinario utilizado por los hombres para descubrir el mundo. En las obras que presentamos se estudian la significación, el uso y funcionamiento del lenguaje, la comunicación, etc., es decir, diversos aspectos del «gran problema» que siempre preocupó a Wittgenstein: el problema de la naturaleza del lenguaje. El libro lleva un prefacio de R. Rhees, que sirve de introducción a ambos cuadernos. Los cuadernos azul y marrón (el título se refire al color de las tapas de esas reproducciones) han corrido en reproducciones mecanográficas entre los filósofos de todo el mundo de habla inglesa. Se produjeron estos cuadernos mientras se gestaban sus principales obras —«Tractatus Logico-philosophicus» (1922) y «Philosophical Investigations» (1953)— y constituyen una introducción accesible e indispensable al pensamiento de Wittgenstein.
Es ya usual plantear la historia de la filosofía como historia de la recepción de las obras filosóficas, de sus interpretaciones y reinterpretaciones hasta llegar a nosotros, de tal forma que se ponga de manifiesto cómo cada obra, actuando sobre el horizonte de pensamiento de una determinada época, le afecta y contribuye a su transformación. Los clásicos son nuestros interlocutores permanentes que siempre tienen algo que decirnos ante las nuevas preguntas que les dirigimos desde nuestro horizonte actual. La finalidad de la presente obra es ofrecer en panorama del desarrollo filosófico de la Antigüedad y la Edad Media, proporcionando al respecto la información que permita alzanzar una visión global de la filosofía enmarcada en la historia integral de la humanidad. Se complementa esta visión de conjunto con la inclusión de textos de los filósofos mismos para ejercitarse en la reproduccion intelectual del movimiento del pensamiento que la obra encierra y su interpretación crítica. Diego Sánchez Meca es Catedrático de Filosofía Contemporánea en la UNED. Antes ha sido profesor de las Universidades de Murcia y de California (Berkeley). Desde hace algunos años centra su tarea investigadora en el estudio de la formación, transformaciones, crisis y límites de los proyectos modernos europeos de cultura (que se desarrollan históricamente, sobre todo, a partir de la confrontación Ilustración-Romanticismo), desde el punto de vista filosófico, literario e histórico-sociológico. Entre sus últimas publicaciones destacan: Modernidad y romanticismo: para una genealogía de la actualidad, Madrid, Tecnos, 2013, Historia de la filosofía moderna y contemporánea, Madrid, Dykinson, 2010, Nietzsche. La experiencia dionisíaca del mundo (Tecnos, 4ª ed. 2009), El nihilismo (Síntesis, 2004) Martin Buber (Herder, 2ª ed. 2000), La Historia de la Filosofía como Hermenéutica (UNED, 3ª ed. 2003), Teoría del Conocimiento (Dykinson, 2ª ed. 2012). En la actualidad dirige la edición de las Obras Completas de Nietzsche, publicada por la Editorial Tecnos, de la que han aparecido ya los cuatro volúmenes de Fragmentos Póstumos, el volumen correspondiente a los Escritos de juventud (2012) y el correspondiente a los Escritos filológicos (2013).
Spinoza murió en enero de 1677. En noviembre de ese mismo año vio la luz su Ética, incluida en un paquete de obras póstumas financiado por sus amigos. Al siguiente, 1678, ya estaba condenada esa obra por el gobierno holandés. Hubo que esperar más de un siglo a que irrumpiera el rescate del pensamiento de Spinoza, iniciado por la vena más profunda de la ilustración alemana y el neopaganismo romántico de Goethe y continuado por el romanticismo filosófico y el idealismo absoluto germanos. Ese rescate marca un momento estelar del pensamiento contemporáneo. (De la Presentación de M. Garrido) La Ética es mucho más que la definición de marcos metafísicos en alianza pugna con un método. En la Ética hay mucho más. Por ejemplo, hay una extraña relación entre su título y su contenido, y no ya sólo porque esta «ética» sea en buena parte metafísica, doctrina del conocimiento, generalísima física especulativa y psicología, sino porque, cuando es ética, lo es de tal manera que no privilegia al hombre, y eso puede sorprender hoy –e incluso incomodar– a los temperamentos éticos. (De la Introducción de Vidal Peña) El recelo frente a las derivas utópicas marca el nacimiento de ética y política modernas, sobre la consigna lanzada por Maquiavelo: “conocer el tiempo y el orden de las cosas y acomodarse a ellos”. A ese llamamiento a favor de una desengañada cautela, tendrá que dar concepto el siglo xvii. ¿Es pensable una ética que se ajuste a las solas exigencias de la razón? ¿Y una política? Tal, el envite cuya entidad dibujará Spinoza al comienzo de esa inacabada prolongación de la Ética que quiso ser el Tratado Político. «Si la naturaleza humana estuviera dispuesta en el modo adecuado para hacer vivir a los hombres bajo el solo imperio de la razón, sin tender a cosa otra alguna, entonces el derecho de naturaleza no estaría determinado más que por la potencia de la razón. Pero…» (Del Epílogo de Gabriel Albiac)
Obra emblemática, junto con “El castillo” y “La metamorfosis”, de lo que se ha dado en llamar “lo kafkiano”, “El proceso” se cuenta entre las pocas obras de la literatura que han alcanzado el raro destino de desbordar ampliamente los meros límites de su naturaleza como relato. En efecto, en esta novela que se inicia con el arresto, una mañana, de Josef K., supuestamente acusado de un delito que nunca llegará a conocer, y quien a partir de ese momento se ve envuelto en una maraña inextricable regida por un mecanismo omnipresente y todopoderoso cuyas razones y finalidades resultan inescrutables, Franz Kafka forjó una vigorosa metáfora de la condición del hombre moderno.
Traducción de Miguel Sáenz
Testimonio insustituible sobre la tradición de las escuelas filosóficas griegas al ser el único compendio de este tipo que ha llegado hasta nosotros, las "Vidas y opiniones de los filósofos más ilustres", obra compuesta en la primera mitad del siglo III por Diógenes Laercio, fue desde principios del siglo XIX objeto de reproches, sobre todo por parte de los filósofos, que no encontraban en ella la historia de la filosofía antigua que habrían querido encontrar. Sin embargo, llevado por aficiones más filológicas que filosóficas, su autor, como aclara en su introducción Carlos García Gual, responsable de esta primera traducción íntegra de la obra desde la que hiciera Ortiz y Sanz en 1792, sólo pretendió registrar para la posteridad el espléndido legado sapiencial de los no en vano ilustres filósofos griegos, tarea que llevó a cabo en un texto que resulta hoy uno de los más atractivos del legado helénico por su información minuciosa y su amenidad.Traducción e introducción de Carlos García Gual
Si esto es un hombre, el libro que inaugura la trilogía que Primo Levi dedicó a los campos de exterminio, surgió en la imaginación de su autor durante los días de horror en Auschwitz, cuando la principal preocupación de los prisioneros era que, de sobrevivir, nadie creería la atrocidad de la historia vivida. Los campos de concentración y exterminio, más que resguardados por las alambradas y los guardias, lo estuvieron por su propia monstruosidad, que los hacía inconcebibles.
“Sobre la libertad” es una vibrante defensa de la libertad de pensamiento y expresión, una apasionada apología de la tolerancia y el respeto debido a las creencias o minorías disidentes, una audaz reivindicación de la espontaneidad y singularidad humana frente a la opresión ejercida por las autoridades, la costumbre o la opinión. Precedido por un esclarecedor prólogo de Isaiah Berlin, el presente ensayo de John Stuart Mill (1806-1873) pertenece a la breve galería de obras de combate político que, aun décadas o siglos después de ser escritas, siguen determinando los comportamientos de los hombres.
La filosofía china clásica se desarrolló dentro del marco temporal que, por su relevancia en la historia de la humanidad, Karl Jaspers denominó era axial; una época comprendida entre los siglos VIII y II a. C., en la que también se dieron cita Buda, los profetas judíos, Zaratustra y los filósofos griegos.
A pesar de la diversidad de Estados y sistemas políticos surgidos desde entonces, seguimos conviviendo con regímenes autoritarios y preguntándonos cómo se podría crear y asegurar una convivencia humana digna. Esta es precisamente la pregunta central de la filosofía china clásica: cómo llevar una vida consciente, correcta y con éxito, ya sea en familia, en sociedad y dentro de un Estado o bien retirándose de todas estas instituciones que imponen sus normas y obligaciones sobre el individuo. Se trata, por lo tanto, de una filosofía eminentemente práctica.
Schleichert y Roetz ofrecen una presentación sucinta y clara, un texto accesible al lector no especializado en la materia. Repasan este periodo histórico conocido como el de las “cien escuelas”, prestando especial atención al confucianismo, a las alternativas al mismo planteadas por Mo Di y Yang Zhu, al daoísmo, al legalismo, al punto álgido que representa Xunzi y a la Escuela de los nombres, así como al desarrollo posterior de la filosofía en China. El lector tiene en sus manos una obra que, desde su primera publicación en alemán, se ha convertido en un texto de referencia.
El presente volumen reúne una serie de estudios, diez en total, publicados originalmente en revistas especializadas y volúmenes colectivos, desde el año 2000 hasta la fecha. Los estudios están dedicados a diversos autores y discuten problemas centrales en el desarrollo de la filosofía de la lógica alemana, entre la segunda mitad del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX. El hilo conductor que vincula los estudios reunidos viene dado por la línea de desarrollo que va desde la «lógica de la validez» (Geltungslogik), inaugurada por R. H. Lotze y reformulada por E. Lask, hasta la fenomenología y sus principales representantes: E. Husserl, cuya concepción es tema de la mayor parte de los estudios, y M. Heidegger. Se incluye, además, un estudio dedicado a la «lógica trascendental de la corrección», proyectada y parcialmente desarrollada por M. Scheler, en un texto inédito que ha permanecido casi completamente ignorado, a pesar de su indudable importancia para una mejor comprensión de la evolución del pensamiento scheleriano.