Edición, introducción y notas de Mariano Ruiz Campos.
Este volumen incluye dos obras prácticamente desconocidas de Guillermo de Saint-Thierry, uno de los grandes teólogos y maestros espirituales del siglo XII: el Espejo de la fe y el Enigma de la fe. Nacido en la ciudad belga de Lieja, entre 1080 y 1085, este monje benedictino concibe los dos tratados como una única obra sobre la fe; una obra estructurada en dos partes, en las que se abordan fundamentalmente otras tantas dimensiones inseparables de la fe cristiana: por un lado, el acto por el que se cree (que sería el tema del Espejo de la fe) y, por otro, el contenido de la fe, que no es otro que el misterio del Dios vivo y verdadero, es decir, el misterio de la Trinidad (al que está dedicado el Enigma de la fe).
La vida cristiana es misión. Si toda vida humana es un proyecto y una tarea, lo es aún más en la perspectiva cristiana, como dice el Documentode Aparecida: “La vida se alcanza y madura a medida que se la entrega para dar vida a los otros. Eso es, en definitiva, la misión” (n. 360).
Según la Constitución dogmática Lumen Gentium del Concilio Vaticano II, la entera Iglesia es enviada por Dios para la salvación del mundo. Todos los discípulos de Cristo, según la propia condición de vida, dones y carismas, son responsables de la única Misión.
La “Teología de la Misión” quiere abordar la reflexión sobre la acción eclesial y sus formas. Es el estudio teológico de la misión en acto, en ejercicio.
Ramiro Pellitero es Profesor Agregado en el departamento de Teología sistemática de la Universidad de Navarra. Profesor de Eclesiología y de Teología pastoral, así como asesor en educación de la fe.
El autor de este manual vivió intensamente la crisis sacerdotal, que hoy, superada en sus aspectos más radicales, no deja de manifestarse en algunas secuelas. Por ello quiere proseguir el diálogo —sincero, porque se trata de la búsqueda de la verdad, pero al mismo tiempo libre, porque la verdad no está atada—, iniciado entonces con tantos autores, que propugnaban una nueva visión del sacerdocio, a su entender no siempre desde el ángulo justo, pero teniendo en cuenta las ricas perspectivas que abrió la teología en estos últimos años y con el sosiego que ofrece el transcurso del tiempo. El estudio del sacerdocio ministerial en la Sagrada Escritura pretende ser genético, es decir, busca, en primer lugar, entroncar el sacerdocio ministerial con Cristo a través de la elección de los Doce. Este primer estudio le conduce a constatar que hay una relación entre el envío de Cristo por el Padre y el envío de los Doce por Cristo. Después el autor se adentra en las diferentes fuentes neotestamentarias rastreando los datos tanto de los tiempos apostólicos como de los postapostólicos y detecta que el ministerio aparece como un pilar estructurante del ser de la Iglesia desde los primeros momentos de su andadura.
Miguel Ponce Cuéllar (Fuente del Maestre, Badajoz 1935) realiza estudios de Humanidades y Filosofía en el Seminario de Badajoz y consigue la licenciatura en Teología por la Universidad de Comillas. Doctor en Teología por la Universidad de Navarra, fue Superior y vicerrector del Seminario Diocesano de Badajoz. Actualmente es canónigo penitenciario emérito de la catedral, profesor emérito de Teología en el Centro Superior de Estudios Teológicos y del Instituto de Ciencias Religiosas Virgen de Guadalupe. Socio de número de la Pontificia Academia Mariana Internacional y de la Sociedad Mariológica Española, ha participado en congresos nacionales e internacionales, sobre todo de Mariología, y es autor de varios artículos. Ha publicado los siguientes tratados: María, Madre del Redentor y Madre de la Iglesia; El misterio del hombre; Tratado sobre los Sacramentos; Cristo y Siervo y Señor; El misterio trinitario del Dios uno y único; La Iglesia misterio de comunión, y El Señor viene. Escatología y Síntesis teológica, así como una primera edición de Llamados a servir.
Son numerosos los estudios sobre san José que han aparecido a lo largo de este último siglo; cada uno tiene su mérito y su perfil particular. El presente se caracteriza por la novedad de sus planteamientos, su enraizamiento bíblico y su actualidad. San José es un santo muy querido y venerado en nuestras iglesias, pero, por desgracia, todavía poco conocido. Por ello, esta monografía, escrita con rigor exegético y, al mismo tiempo, desde el corazón, rellena un vacío existente en el ámbito de la Josefología.
Alonso Gómez Fernández, presbítero de la diócesis de Cartagena, lleva más de dos décadas trabajando en la República Dominicana y en Haití como misionero itinerante. Hace unos arios defendió su tesis doctoral en la Universidad Pontificia de Salamanca sobre la respuesta que Jesús dio a su madre en las bodas de Caná, luego publicado con el título ¿Qué hay entre tú y yo, Mujer? (Valencia 2005).
No hay duda de que el tema de la mujer ha alcanzado en los últimos años un puesto del todo relevante. La sociología, la filosofía, la psicología, la historia y otras muchas ciencias humanas nos han ofrecido gran número de publicaciones sobre esta cuestión. En este inmenso piélago, sin embargo, se echa en falta un acercamiento netamente teológico al asunto. En realidad, este sería el acercamiento clave para clarificar qué puesto y qué misión corresponden a la mujer en la Iglesia. Este libro responde precisamente a este interés y suple en parte esta carencia. Afronta, con competencia y serenidad, este tema tan apasionante y a la vez tan complejo.
Lourdes Grosso García (Cádiz, 1958) pertenece al Instituto Id de Cristo Redentor, misioneras y misioneros identes. Doctora en Teología por el «Angelicum» de Roma, así como licenciada en Filosofía y en Ciencias de la Educación, es consejera de formación en la Sede General de las misioneras identes y Superiora Provincial. Asimismo es coordinadora de la cátedra de teología de la vida consagrada en la Universidad Eclesiástica San Dámaso, directora del Secretariado para la VC de la CEE y consultora de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.
Casi concluido el Año de la Misericordia, esta obra vuelve sobre los textos evangélicos y del NT en general en los que se corrobora la raíz evangélica de las palabras iniciales de la Bula con la que el papa Francisco convocó este Jubileo extraordinario: Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre; lo es de tal modo, que el misterio de la fe cristiana parece encontrar su síntesis en esta palabra. Más allá de la circunstancia extraordinaria que ha representado este año de gracia para toda la Iglesia, estas páginas se ofrecen al lector como ayuda para satisfacer la necesidad permanente que tenemos los cristianos de contemplar el misterio de la misericordia.
Juan Miguel Díaz Rodelas (Arico Nuevo, Tenerife, 1950), licenciado en Teología y doctor en Ciencias Bíblicas, ha sido director de la Asociación Bíblica Española, de la revista Estudios Bíblicos, secretario del Comité Técnico para la traducción y edición de la Sagrada Biblia. Versión Oficial de la Conferencia Episcopal Española, y decano de la Facultad de Teología San Vicente Ferrer. En la actualidad es miembro de la Pontificia Comisión Bíblica. Además de artículos en revistas especializadas y de divulgación, ha publicado Pablo y la ley (1994), Primera Carta a los Corintios (2003) e Introducción a la Sagrada Escritura (2004).
Este libro es una recopilación de oraciones que la Iglesia, a lo largo de la historia, ha propuesto como poderosas defensas contra el diablo y el mal, dirigidas de modo particular a Jesús, a María, al Espíritu Santo, al arcángel Gabriel y a algunos santos invocados expresamente contra Satanás, como san Benito o san Pío de Pietrelcina. Entre las oraciones hay salmos, palabras que pronuncia Jesús en los Evangelios para expulsar demonios, letanías, novenas, bendiciones y oraciones de petición por las almas del purgatorio, por la curación de los males corporales y de los males del espíritu y por la liberación del alma en la hora de la muerte. Las oraciones van precedidas de una breve presentación del Padre Amorth en la que, además de recomendar la oración constante, insiste en que los cristianos no debemos temer al demonio, sino al pecado, y que la mejor manera de combatirlo es permanecer en gracia de Dios.
Con estas páginas –que no son un comentario a la Exhortación del Papa– se busca señalar algunas de las «perspectivas» cuya luz es necesaria en el tratamiento de ciertas cuestiones que, como indica el Papa, reclaman una mayor atención.
Son tres las partes del libro.
La primera presenta las «perspectivas» que atraviesan, en cierto modo, el texto de la Exhortación.
En la segunda, se expone una consideración sobre los «puntos» o «luces» que indican el horizonte y los pasos a seguir en la respuesta que deba darse sobre las cuestiones particulares.
Por último, la tercera, reflexiona acerca del modo de proceder en algunas cuestiones que requieren una particular atención; en concreto, el acompañamiento a los matrimonios «en los primeros años de la vida matrimonial»; las que se requieren «con el paso de los años»; y las aludidas en la expresión «las situaciones llamadas irregulares».
Este libro no pretende ofrecer la teología histórica del apóstol Pablo como tal a partir del anuncio que nos ha sido transmitido, sino una teología que sea paulina, es decir, que concuerde en su contenido con el kerygma de sus cartas y que esté en relación objetiva con su teología. Pretende desarrollar, en sus rasgos esenciales, una teología basada en el anuncio de las cartas de Pablo, delimitada y motivada por él, orientada, por él.
Heinrich Schlier (Neuburg, 1900-Bonn, 1978), nacido en una familia luterana, estudió Teología en Leipzig y Marburgo, donde se doctoró. Des­pués de enseñar exégesis en Jena y Marburgo, desde 1935 fue profesor en la Escuela Eclesiástica Superior de Wuppertal. Después de la guerra, enseña Nuevo Testamento e Histo­ria de la Iglesia Antigua en la Facul­tad Teológica Evangélica de Bonn y, en 1952, pasa a la Facultad de Filo­sofía de la misma Universidad, donde continuó enseñando hasta 1970. El 24 de octubre de 1953 es recibido en la Iglesia católica, en una ceremonia privada celebrada en la capilla del Colegio Germano-Hún­garo de Roma. El papa Pablo VI lo llamó para que formara parte de la Pontificia Comisión Bíblia. Es autor de comentarios a varias cartas pauli­nas (Romanos, Gálatas, Efesios, Fi­lipenses) y de numerosas obras de teología bíblica, entre las que desta­can: De la resurrección de Jesucristo (1970); Problemas exegéticos funda­mentales del Nuevo Testamento (1970); El apóstol y su comunidad (1974), y La Carta a los gálatas (1975).
Traducida del original alemán (Grundzüge einer paulinischen Theologie) por José David Albeza Asencio.
Edición preparada por Julia Butiñá y Fernando Domínguez Reboiras.
Revisión del texto por Javier Vergara Ciordia.
El libro ha sido editado en colaboración con la Univesidad Nacional de Educación a Distancia.
El protagonista del Libro de maravillas es un joven, llamado Félix, a quien su padre envía por el mundo llevando como tarea maravillarse y extrañarse de lo mal que funciona su entorno vital. En su caminar Félix observa y analiza todo el universo en diez libros o secciones: (1) Dios, (2) los ángeles, (3) el firmamento, (4) los cuatro elementos, (5) las plantas, (6) los metales, (7) los animales, (8) el ser humano, y su destino final: (9) el paraíso y/o (10) el infierno. Un orden de cosas que es copia de la idea del mundo como creación divina. Descripciones de objetos y narraciones de hechos se entremezclan con ejemplos, cuentos y episodios siempre en diálogo con algún sabio que le va resolviendo a Félix todas sus dudas y perplejidades con razones, enigmas y parábolas. Su peregrinar muestra el enorme contraste entre el perfecto y bello escenario en donde Dios puso al hombre y lo que el hombre destroza y hace mal en él. Mientras en las cosas creadas todo es orden y perfección, el ser humano, con su libre albedrío, haciendo lo que no debe hacer, pone todo patas arriba perturbando el orden perfecto de la creación. El Libro de maravillas es, pues, una exhortación al recto obrar humano en el trasfondo de la perfecta y ordenada creación divina. El hombre debería comportarse como el resto de las criaturas, pero solamente el ser humano —¡oh maravilla!— es capaz de actuar en contra de ese orden. Entender que el hombre puede y tiene que seguir libremente el natural orden querido por Dios, es la base de toda moral humana que Llull pretende exponer en un bello y delicioso escenario.
Julia Butiñá Jiménez, doctora en Filología Románica (Universidad de Barcelona 1978), es correspondiente en Madrid de la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona (1996), catedrática de Literatura Catalana Medieval (UNED 2009) y responsable de un Grupo de Investigación sobre Ramón Llull (Félix: 2007-2012). Especialista en el Humanismo, ha publicado la monografía Detrás de los orígenes del Humanismo: Ramón Llull (2006); sobre este autor también ha coordinado la antología Los mundos de Ramón Llull en las lenguas de hoy (2012), la edición bilingüe de Cuatro obras de Llull: Lo desconhort, Cant de Ramon, Liber Natalis y Phantasticus (2013), y ha traducido el Libro de la Orden de Caballería (2015).
Fernando Domínguez Reboiras (Santiago de Compostela, 1943) reside en Alemania desde 1963. Cursó estudios de filosofía, teología e historia en las universidades de Tubinga y Friburgo. Desde 1970 es miembro y colaborador científico del Raimundus-Lullus-Institut de la Albert-LudwigsUniversität de Friburgo, cuya tarea fundamental es la edición crítica de la obra latina de Ramón Llull (Raimundi Lulli opera latina). De 1979 a 2008 ha dirigido esta colección de la que ya se han publicado 40 volúmenes, siendo además autor de varios tomos de la misma y de otras publicaciones del mismo Institut. También es miembro de la comisión editora de la Nova Edició de les Obres de Ramon Llull (NEORL), edición crítica de las obras catalanas; dentro de esta colección es autor de los volúmenes I (Llibre de virtuts e de pecats) y VI (Començaments de filosofía)