¿Qué es la belleza? ¿Cuál es la razón de su atractivo? ¿A qué se debe la diversidad tan grande de sus manifestaciones? ¿Qué se esconde detrás de los cambios de estilo y de expresión artística? ¿Por qué la filosofía debe ocuparse de todo esto?
El autor diseña un itinerario histórico-filosófico, desde Platón hasta nuestros días, para mostrar cómo los filósofos han tratado de resolver éstas y otras complejas cuestiones. El resultado es un accesible texto introductorio, en el que el autor no renuncia, sin embargo, a proponer una concreta respuesta teórica.
Desde una perspectiva metafísica, se procura dar razón de lo que muchos filósofos, desde posiciones diversas, han intuido: la belleza aparece como una dimensión de la realidad anclada en su fundamento, resistente a un conocimiento claro y objetivo y reveladora, de un modo peculiar y único, de su misteriosa gratuidad y riqueza. A partir del pensamiento de santo Tomás de Aquino, el autor señala la conexión, entre belleza, verdad y bien, valores entrelazados cuya comprensión decide la orientación de nuestras vidas.
De ahí la actualidad de una introducción a la estética que no considera la belleza como un aspecto aislado y superficial de lo real, ni la reduce a alguna de sus manifestaciones, sino que nos ayuda a integrar lo bello, en todas sus formas, en nuestra percepción del mundo y de nosotros mismos.
Ignacio Yarza es licenciado en Derecho, doctor en Filosofía y profesor de Historia de la Filosofía Antigua y de Estética en la Pontificia Università della Santa Croce (Roma). Ha publicado en esta editorial “La racionalidad de la ética de Aristóteles”, 2001 e “Historia de la filosofía antigua”, 2000 (4ª ed).
« Los romanos tuvieron un carácter extraordinariamente definido que supieron imprimir en cada una de sus obras. Toda su cultura se formó equilibrando la recepción de un legado ajeno como el griego, con la adhesión a la propia herencia. Y esto hace de la vida del espíritu en Roma algo único y fascinante.
Una tensión análoga surgió cuando el naciente mundo cristiano debió confrontarse con el legado cultural de Grecia. Nuevamente el problema fue cómo hacer propio el mundo griego sin traicionarse en el proceso. Y los resultados fueron espléndidos: con la incipiente cultura cristiana, Occidente asentó otro de sus fundamentos.
Éstos son los temas que trata este libro. »
El profesor Vidal Guzmán logra darnos una visión panorámica de la Historia de la civilización occidental a través de los Retratos de sus protagonistas. En este caso, los 20 personajes retratados nos introducen en el mundo romano, y en la primera cristiandad.
Gerardo Vidal, Doctor en Filosofía, es Decano de la Facultad de Humanidades de la Universidad Adolfo Ibáñez (Chile), y de los cursos de Filosofía y Literatura Antigua en esa Facultad. Es autor también de Retratos de la Antigüedad Griega y de Retratos del Medievo. El éxito de sus tres primeros libros le ha llevado a preparar también Retratos de la Primera Modernidad (1400-1600), de próxima publicación.
La Edad Media tiene rincones oscuros, como sucede con cualquier época, pero hay en ella más luces que penumbras. En el amplio marco de la historia, el Medioevo posee sobradas cualidades para salir bien parado. Una simple mirada a sus grandes creaciones -la Universidad, el arte románico y el gótico, la escolástica- debería convencer al más escéptico. Nuestro mundo, tal como lo conocemos, perdería gran parte de su riqueza si prescindiéramos de los frescos de Giotto, de la Divina Comedia de Dante, del Cántico Espiritual de San Francisco o de los escritos de San Bernardo.
Con esta convicción el profesor Vidal Guzmán nos ofrece una visión panorámica de la Historia de la civilización occidental, como ya hiciera en sus anteriores títulos, Retratos de la Antigüedad Griega y Retratos de la Antigüedad Romana y la Primera Cristiandad. Una vez más, se asoma a la historia desde los Retratos de sus protagonistas más destacados.
Gerardo Vidal Guzmán, Doctor en Filosofía, es Profesor e Investigador de la Facultad de Humanidades de la Universidad Adolfo Ibáñez (Chile), y profesor de los cursos de Filosofía y Literatura Antigua en esa Facultad. Es autor también de Retratos de la Antigüedad Griega y de Retratos de la Antigüedad Romana y la Primera Cristiandad. El éxito de sus primeros libros le ha llevado a preparar también Retratos del tiempo de las reformas y los descubrimientos, de próxima publicación.
«Dios ha muerto.» (Nietzsche)
«Nietzsche ha muerto.» (Dios)
Allá donde hay seres humanos, el rumor de que hay Dios siempre flota en la atmósfera. La filosofía griega eleva ese rumor a concepto. El pueblo israelita convierte al «Dios de Abraham, Isaac y Jacob» en experiencia colectiva.
• ¿A qué nos referimos con la palabra «Dios»?
• ¿Hay fundamento para creer que existe?
• ¿Es Dios una idea nuestra, o más bien somos nosotros la suya?
Robert Spaemann nació el 5 de mayo de 1927 en Berlín. Se doctoró en 1952 con Joachim Ritter, en la Universidad de Münster. Tras un brillante historial académico en las universidades de Stuttgart, Heidelberg y München, fue galardonado en 2001 con el Premio Karl Jaspers. Sus libros han sido traducidos a catorce lenguas, y abarcan áreas muy diversas: historia de las ideas modernas, filosofía de la naturaleza, antropología, ética y filosofía política. Desde hace cincuenta años participa en debates públicos sobre las grandes cuestiones que afectan al mundo actual.
El aforismo es un género socrático, propone un pensamiento breve e inacabado, que el lector debe completar. Aparece en los refranes populares y en la literatura culta, en la Biblia y en los escritos de los sabios griegos y romanos; hacen uso de este género el barroco Gracián, los clasicistas franceses o el reciente Nicolás Gómez Dávila. Su popularidad se ha visto renovada en la era de Internet.
En este libro se piensa sobre "la vida misma" y la vida intelectual, y se abordan juicios históricos y estéticos, interpretaciones políticas y panoramas cristianos que dejarán pensativo al lector y también le harán sonreír.
Juan Luis Lorda es profesor de Teología en la Universidad de Navarra. En Rialp ha publicado: Humanismo I y II, un curso práctico sobre la mentalidad humanista; Para ser cristiano, La señal de la Cruz y El fermento de Cristo. Los tres primeros han conocido varias ediciones y han sido traducidos a otras lenguas.
La filosofía no tiene por qué ser algo alejado del arte de vivir. Eso es lo que sugiere André Comte-Sponville en este libro, una obra maestra que no pretende dar lecciones de moral, sino ayudar a cada uno a convertirse en dueño de sí mismo, en su único juez. El objetivo es ser más humano, más fuerte, más bondadoso. El bien sólo existe en la pluralidad de las acciones buenas y de las buenas intenciones, designadas por la tradición con el nombre de “virtudes”. La virtud es nuestra forma de ser y de actuar humanamente, es decir, nuestra capacidad de actuar bien. Toda virtud es una cumbre entre dos vicios, la cresta de una montaña entre dos abismos: así, la valentía se halla entre la cobardía y la temeridad, la suavidad entre la cólera y la apatía. Y de este modo, desde la urbanidad hasta el amor.
Esta es una de las obras fundamentales del gran paleontólogo recientemente fallecido y uno de los alegatos científicos más devastadores de las teorías racistas. En sus páginas, Gould estudia los diversos intentos realizados a lo largo del tiempo para medir la inteligencia humana: primero a través de los cráneos y del tamaño del cerebro, más tarde por medio de los tests para averiguar el «coeficiente intelectual» y, finalmente, recurriendo a análisis sociológicos como los de La curva de Bell, siempre con la intención de afirmar la naturaleza hereditaria de la capacidad intelectual y, por lo tanto, la inutilidad de cualquier esfuerzo cultural y educativo. Gould denuncia con sagacidad la falsedad científica de estos planteamientos que condujeron en el siglo XX a la matanza de millones de seres humanos y que pretenden hoy perpetuar la pobreza y las injusticias sociales explicándolas como una consecuencia inevitable de la inferioridad innata de determinados seres humanos.