Esta segunda parte de las catequesis de Benedicto XVI sobre la oración se centra en la vida de la Iglesia naciente narrada en los Hechos de los Apóstoles, las Cartas de san Pablo y el Apocalipsis.
María acompaña con su presencia orante el camino de la primera comunidad cristiana.
Pentecostés no es un hecho aislado: la acción del Espíritu guía constantemente a la Iglesia en medio de persecuciones y dificultades.
El testimonio de san Esteban, la oración unánime durante la cautividad de Pedro… son hechos que muestran los frutos de una profunda comunión: confianza, libertad, fuerza, luz.
En san Pablo –ante todo un místico según el Papa–, la oración se manifiesta con gran riqueza de formas y en todas las situaciones de la vida. «Hemos recibido un espíritu de hijos», y por eso podemos llamar a Dios «Abba, Padre».
El Apocalipsis –libro difícil, rico de simbolismo– presenta una comunidad reunida en oración.
En sus últimas meditaciones el Papa profundiza en la liturgia, lugar privilegiado de oración que expresa a la Iglesia de todo tiempo y lugar.
Ofrecemos en apéndice tres catequesis del Papa sobre tres grandes maestros de oración: Alfonso María de Ligorio, Domingo de Guzmán y Juan Bautista.
Joseph Ratzinger nació en 1927 en Marktl am Inn, Baviera; ha sido catedrático de teología católica, arzobispo de Munich y Freising y, desde 1982, prefecto de la «Congregación para la doctrina de la fe». En 2005 fue elegido papa.
¿Es verdad lo que cuentan los Evangelios? ¿Me afecta a mí? Y si me afecta, ¿de qué modo?» son las preguntas que se plantea Benedicto XVI en el prólogo a su tercer libro, La infancia de Jesús que completa la trilogía de Jesús de Nazaret, cuyos dos primeros volúmenes han sido best sellers en todo el mundo.
El Papa explica en el prólogo que su libro sobre los llamados «Evangelios de la infancia» contenidos en las narraciones de Mateo y de Lucas «no es en realidad un tercer volumen sino una especie de pequeño ‘hall de entrada’ a los dos volúmenes anteriores sobre la figura y el mensaje de Jesús de Nazaret».
Benedicto XVI estudia los aspectos históricos y la interpretación de los textos, pero en una línea que tiende al presente, pues esos hechos de hace dos mil años tienen un impacto en nuestros días y en nuestras vidas.
El énfasis de Lucas en datar con precisión el nacimiento de Jesús «en el año decimoquinto del emperador Tiberio», señalando también los nombres del procurador de Judea, los tetrarcas de Galilea, Iturea y Traconítide, e incluso los nombres de los sumos sacerdotes de Jerusalén, muestra que «Jesús no nace y aparece en público en el vago ‘érase una vez’ de los mitos, sino que pertenece a un tiempo exactamente datable y a un área geográfica exactamente indicada».
En otro pasaje del libro, el Papa recuerda que «san Agustín ha interpretado el significado del pesebre con un pensamiento que, en un primer momento parece inconveniente pero, en cambio, examinado con más detalle, contiene una verdad profunda». El pesebre es «el lugar en que los animales reciben su alimento», y la presencia de Jesús recién nacido en un objeto de ese tipo en lugar de una cuna es una prefiguración temprana de la Eucaristía, que Jesús anunciará hacia el final de su vida pública e instituirá en la Última Cena en Jerusalén.
No temáis, porque os traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Y esto os servirá de señal: encontraréis a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre. Evangelio de Lucas, 2, 10-12
Jesús nos enseña a orar en el Evangelio y Benedicto XVI nos explica como lo hacía Jesús.
"Quiero comenzar a mirar a Jesús, a su oración, que atraviesa toda su vida, como un canal secreto que riega la existencia, las relaciones, los gestos, y que lo guía, con progresiva firmeza, a la donación total de sí, según el proyecto de amor de Dios Padre. Jesús es el maestro también de nuestra oración, más aún, él es nuestro apoyo activo y fraterno al dirigirnos al Padre. Verdaderamente, como sintetiza un título del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, "la oración es plenamente revelada y realizada en Jesús" (541-547). A Él queremos dirigir nuestra mirada en las próximas catequesis".
Estas palabras de Benedicto XVI reflejan la utilidad de las consideraciones reunidas en este libro para cualquier cristiano
Joseph Ratzinger, antes de convertirse en Benedicto XVI, ya se había ganado una reputación excelente como pensador. Estamos ante un verdadero intelectual, en el sentido más clásico de la palabra, ante un filósofo que nunca ha abandonado la búsqueda de la verdad.
En esta obra Benedicto XVI nos presenta los textos, discursos y homilías fundamentales de su trayectoria. El lector, tanto si es religioso como si no, se sentirá atrapado por el pensamiento de un hombre, que sin duda es un papa y un intelectual singular.<br/