
La imagen histórica que el libro de los Hechos de los Apóstoles presenta es decisiva para nuestra visión sobre los orígenes cristianos. Porque, a pesar de la crítica puntual que la investigación ha hecho a algunos de sus rasgos, sus líneas fundamentales se han mantenido intocables, y siguen así marcando las coordenadas para la reconstrucción histórica que suele hacerse del cristianismo primitivo. El presente estudio intenta precisamente un análisis crítico de esas líneas básicas de la imagen de Hechos.
El camino recorrido en el estudio tiene dos grandes etapas. La primera se hace en los cuatro primeros capítulos. A lo largo de ella, se van descubriendo los rasgos principales del carácter de Hechos: en cuanto a su base tradicional, a su configuración literaria, y a su origen e intención dentro del movimiento cristiano de fines del siglo I. La segunda etapa se recorre en los cinco capítulos siguientes. Su atención se centra en los rasgos principales de la imagen ofrecida por Hechos, haciendo también la valoración de ella por medio de una comparación detenida con las noticias de la antigua tradición cristiana, testificada en los mismos relatos tradicionales de Hechos, en las cartas auténticas de Pablo, en los evangelios sinópticos y en el evangelio de Juan. Se pasa así revista, en cinco sucesivos capítulos, a los grandes temas de los orígenes cristianos: los inicios del movimiento cristiano, la estrategia y la escenificación de la antigua misión cristiana, la unidad del cristianismo primitivo, y la imagen de Pablo.
Como resultado principal del análisis, se va perfilando a lo largo del estudio una imagen sobre los orígenes cristianos mucho más amplia y variada que la de Hechos. Según ella, la historia real del cristianismo primitivo fue, de seguro, mucho más diferenciada que la imagen monolítica, de unidad compacta, que presenta el libro de los Hechos de los Apóstoles.
SENÉN VIDAL nació en 1941 en San Pedro de Trones (León). Ha publicado recientemente en esta misma colección Nuevo Testamento. Edición preparada por Senén Vidal (Sal Terrae 2015). Anteriormente, ha publicado en los sellos del Grupo de Comunicación Loyola las siguientes obras: Jesús el Galileo (Sal Terrae 2006); Pablo. De Tarso a Roma (Sal Terrae 20082); Iniciación a Pablo (Sal Terrae 20082); El documento Q. Los primeros dichos de Jesús (Sal Terrae 2011); Las cartas auténticas de Pablo (Mensajero 2012); Evangelio y cartas de Juan. Génesis de los textos juánicos (Mensajero 2013); Iniciación a Jesús de Nazaret (Sal Terrae 2014).
«El celibato aparece en nuestros días como una de las realidades más originales y más contestadas del cristianismo. El historiador sabe que ha sido así desde el principio». Esta cita sirve a Juan María Uriarte como punto de partida para un tratamiento interdisciplinar del celibato desde aquellos saberes con los que está familiarizado y, concretamente, desde la antropología, la teología, la espiritualidad y la experiencia del trato pastoral con muchos célibes.
Su reflexión parte del análisis del contexto cultural en que los sacerdotes viven hoy el celibato (cap. 1). A continuación expone de forma sencilla, pero suficientemente rigurosa, algunas tesis sólidas de antropología sexual. Se trata de una exposición muy conveniente, puesto que el celibato auténtico no es una negación de la sexualidad, sino otra manera de vivir nuestra condición sexual (cap. 2).
Acto seguido, recoge algunas afirmaciones de la antropología del celibato, orientadas a descubrir su posibilidad y su dignidad humana, hoy cuestionadas por la mentalidad predominante (cap. 3).
El capítulo 4 muestra las dimensiones cristológica, eclesiológica y escatológica del celibato cristiano, y establece entre él y el matrimonio una saludable confrontación que desvela el carácter complementario de ambos estados de vida.
La teología del celibato inspira una espiritualidad específica, cuyos rasgos son descritos y analizados en el capítulo 5.
La naturaleza carismática del celibato no solo no exime de un aprendizaje, sino que, por el contrario, lo reclama. Los dos últimos capítulos están expresamente dedicados a la pedagogía necesaria para garantizar este aprendizaje. El primero de ellos describe las características de un celibato sano y logrado, y enuncia criterios operativos (cap. 6); el segundo y último presenta orientaciones y tareas concretas (cap. 7).
JUAN MARÍA URIARTE nació en Frúniz, Vizcaya, en 1933 y fue ordenado sacerdote en 1957. Licenciado en teología por la Universidad Pontificia Comillas y en psicología por la Universidad de Lovaina, obtuvo la diplomatura en psicología religiosa por el Instituto AMAR de París. Nombrado obispo auxiliar de Bilbao en 1976, obispo de Zamora en 1991 y obispo de San Sebastián en 2000, estuvo al frente de esta diócesis hasta 2010. En la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha sido miembro de la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades (1978-1990) y de la Comisión Episcopal del Clero (1990-1993), de la que fue presidente de 1993 a 1999. Perteneció a la Comisión Permanente de la CEE (1993-2005) y fue miembro de su Comité Ejecutivo de 1999 a 2005.
Autor de numerosas obras, en la editorial Sal Terrae han visto la luz recientemente cuatro libros suyos: Una espiritualidad sacerdotal para nuestro tiempo / Servir como pastores / Ser sacerdote en la cultura actual (en colaboración) / La reconciliación.
«Mirarán al que traspasaron». Con estas palabras, con las que concluye el relato de la pasión, el evangelista Juan describe la mirada del «testigo creyente» hacia el costado traspasado del Salvador, una mirada que trata de penetrar en la interioridad del Crucificado. Juan Pablo II explicó este texto de manera afortunada en una homilía para la solemnidad del Corazón de Jesús, recordando que la abertura física del costado y del corazón de Jesús nos invita a «pensar metafóricamente», y afirma: «El corazón no es sólo un órgano [...], es un símbolo. Este habla de todo el hombre interior. Habla de la interioridad espiritual del hombre. Y la tradición inmediatamente hizo, en este sentido, una segunda lectura del texto de san Juan [...]. Es así, en realidad, como lo mira la Iglesia, como lo mira la humanidad. En la lanzada del soldado, todas las generaciones de cristianos han aprendido y aprenden a ver el misterio del corazón del Hombre crucificado, que era y que es el Hijo de Dios». Las aportaciones recogidas en este libro representan distintos caminos que, sin embargo, apuntan a un mismo objetivo: poder comprender cada vez mejor «el misterio del corazón», es decir, «la interioridad espiritual» del Hombre crucificado.
Ignace de La Potterie (1914-2003), fue profesor ordinario y posteriormente emérito de Exégesis del Nuevo Testamento en el Pontificio Instituto Bíblico de Roma, y miembro de la Pontificia Comisión Bíblica. Entre sus obras, recordamos las publicadas en la BAC: María en el misterio de la Alianza (2005) y La pasión de Jesús según San Juan. Texto y espíritu (2007).
Pertenece a la serie «Cor Chirsti», 1
Es de verdad la familia motivo de esperanza? Una cierta ideología nos ha querido convencer de que la familia es, más bien, motivo de problemas y conflictos; que la familia solo complica la vida de las personas, introduciéndolas en espirales de violencia, incomprensión y, a fin de cuentas, sufrimiento. Las contribuciones contenidas en este libro ofrecen una respuesta muy diversa a la cuestión. La familia se ha demostrado, sin aspavientos, sin necesidad más que de seguir siendo lo que es, una permanente fuente de esperanza. Las ideologías que pretendían destruirla han generado ilusiones, fantasmas que al final dejan vacío o roto el corazón de las personas, recluyéndolas en su soledad. La familia genera esperanza, amplía el espacio vital de las personas, las hace salir de sí mismas, vincularse y crear lazos, para poder descubrir así un horizonte de trascendencia. En la gran cuestión del verdadero matrimonio, fundamento de la verdadera familia, se encierra la pregunta por el mismo bien y destino de la persona humana, el futuro de la humanidad y, por qué no decirlo con claridad, el destino de la propia Iglesia. Antonio María Rouco Varela, cardenal electo y miembro de la Real Academia de Doctores de España, es, desde 2014, arzobispo emérito de la Archidiócesis de Madrid y vocal nato del Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal Española.
El Decálogo constituye la base histórica de la educación moral de nuestra civilización. El autor recorre cada mandamiento, ofreciendo una sugerente lectura de sus implicaciones.
Con motivo del Sínodo de la Familia que tendrá lugar en octubre de 2015, Rialp ha editado este pequeño volumen de textos de san Josemaría, que recoge una homilía ya publicada en “Es Cristo que pasa”, y una selección de preguntas y respuestas procedentes de “Conversaciones con monseñor Escrivá de Balaguer”. La vocación al matrimonio, la familia, los hijos, el papel de la mujer en la sociedad, la conciliación, el noviazgo, la fidelidad y la castidad, el ejemplo de la Sagrada Familia de Nazareth y la importancia de rezar en familia son varios de los temas que se abordan en estas breves páginas.
En esta obra, los autores Nicolás Álvarez de las Asturias (ed.), Eduardo Baura, Carlos M. Morán Bustos, Miguel Ángel Ortiz y Luis Sánchez Navarro, se han propuesto afrontar las grandes cuestiones de índole canónico que se encuentran ahora en fase de discusión o reforma, partiendo de la predicación de Jesús recogida en los Evangelios. En el texto se hace ver cómo el derecho canónico, lejos de ser un obstáculo a la acción vivificadora y sorprendente del Espíritu Santo, resulta garantía del respeto de los derechos de las personas involucradas en las relaciones familiares. Se ha partido también de la convicción de que es el Espíritu quien ha guiado y guía a la Iglesia hacia la verdad plena a lo largo de su historia y de que la función del derecho canónico nunca puede interpretarse de modo independiente al desarrollo de la doctrina, fruto de la reflexión teológica y de la enseñanza autorizada del magisterio eclesiástico.
El empeño constante de la Iglesia por ayudar a la familia se ha hecho particularmente visible en estos primeros años de pontificado de Francisco, marcados por la celebración de dos asambleas del Sínodo de los Obispos.
La reflexión realizada en este tiempo ha puesto de relieve la necesidad de volver al Evangelio para encontrar en él la respuesta a los desafíos a los que se enfrentan en la actualidad el matrimonio y la familia, así como los caminos de acompañamiento para las familias que atraviesan situaciones particulares de crisis. En este empeño, la contribución que se espera del derecho canónico resulta determinante en muchos aspectos.
«He estudiado mucho durante toda mi vida. No sólo me he ocupado de la fe de la Iglesia sino también de otras muchas corrientes, escuelas de pensamiento y filosofías, llegando siempre a la conclusión de que el pensamiento católico no tiene rival. Por eso es muy importante para mí seguir transmitiendo y defendiendo el catolicismo. No hay alternativa».
En una época en la que la vida de la Iglesia, y la alegría de su propuesta al mundo, termina por entrar en una suerte de «mercado de las posibilidades humanas», la conciencia de la esencia profunda del catolicismo no se puede considerar irrelevante.
Por eso, a continuación, se intentará examinar la realidad de la fe católica que es más que una verdad teórica o una enseñanza. En la conciencia de la fe católica, de hecho, a la verdad no se le atribuye un papel de poca relevancia, justo porque es comprendida como una fuerza viva en la que se reconoce la capacidad de contribuir a estructurar la vida individual y común.
(de la Introducción del autor)
Desde que comenzó su misión al frente de la Iglesia, el Papa Francisco es consciente de que ésta no puede seguir aletargada y acomplejada ante los desafíos del mundo de hoy. La exhortación apostólica "Evangelli gaudium" ("La alegría del Evangelio") es una sacudida a la conciencia de toda la Iglesia -ordenados, religiosos y laicos- para poner a todos en "actitud de misión". Para conseguirlo se necesita una conversión radical a la novedad original del Evangelio.
La Exhortación es un amplio programa de pastoral, en el cual el Papa pone de manifiesto su visión de la Iglesia, y la forma de anunciar el Evangelio en el mundo de hoy. Propone "algunas líneas que pueden alentar y orientar en toda la Iglesia una nueva etapa evangelizadora, llena de fervor y dinamismo" (EG 17). Interesa conocer esta líneas pastorales en las cuales Francisco "perfila un determinado estilo evangelizador", con el cual se siente personalmente comprometido.
Muy posiblemente la característica más perceptible de estas páginas sea el amor al sacerdocio: amor del autor a su propio sacerdocio, y amor a los sacerdotes. Aunque el libro contiene seria y fundada teología, sólo de manera secundaria es un tratado teológico o una investigación sobre el sacramento del orden. Constituye ante todo un estímulo vital ofrecido a los sacerdotes para renovarse y vivir desde la raíz de su llamada, y a todos los lectores para comprender el significado del sacerdocio en la vida de la Iglesia. Mons. Celso Morga -designado arzobispo coadjutor, en octubre de 2014, de la diócesis de Mérida-Badajoz- ha madurado su visión del sacerdocio cerca del Papa actual y de sus dos antecesores -ha trabajado durante veintisiete años en la Congregación para el Clero-. De ellos ha entresacado los tres grandes apoyos necesarios para todos los sacerdotes: la amistad con Cristo, la vida de fe y la humildad.