
En esta apasionante investigación sobre las fuentes de la identidad moderna, Charles Taylor nos enseña que la tendencia contemporánea hacia la interioridad, muy lejos de constituir –como muchos querrían– un desastre, es el resultado de los grandes esfuerzos realizados por el hombre para definir y alcanzar el bien. En el corazón mismo de su disquisición, así, Taylor encuentra aquello que él mismo denomina la afirmación de la vida corriente, un valor que, definitiva y totalmente, ha reemplazado a la antigua concepción de la razón ligada a la cuna y a la fortuna. Y, al narrar las revoluciones propuestas por los que fueron sus defensores –San Agustín, Montaigne, Lutero y algunos otros–, se propone asegurarse de que no perdamos de vista sus objetivos. Fuentes del yo, de este modo, no sólo plantea una firme defensa del orden moderno y una aguda contrarréplica a sus críticos, sino también una magnífica explicación –completa, ecuánime, sencilla, fluida, aguda y muy bien escrita– del yo producto de esa situación capaz de adentrarse en las profundidades de su propia herencia con enorme generosidad.
El nombre de Derrida está estrechamente vinculado al término deconstrucción, idea que propugna la disolución de fronteras estrictas entre filosofía y literatura. Se convierte así en una estrategia de lectura, en un mecanismo textual por encima del autor y del texto.
La muerte y el tiempo son conceptos esenciales que recorren la obra de Emmanuel Levinas y que aquí, por primera vez, se convierten en temas precisos. A partir de un riguroso diálogo con dos contemporáneos de envergadura, Heidegger y Bloch, y algunos pensadores de la tradición —Aristóteles, Hegel y Kant—, Levinas desarrolla una formidable reflexión que se propone aclarar las estrechas relaciones entre la muerte y el tiempo. Paralelamente, reanuda su larga reflexión sobre la palabra Dios, para invertir los términos del diagnóstico heideggeriano: cuando la filosofía ha confundido, desde su origen, Dios y el ser, la tarea del pensamiento consiste en liberar a Dios del dominio ontoteológico en el que le ha sumergido la metafísica. Algunos textos se refieren también a otras nociones fundamentales de la obra del filósofo: la responsabilidad, el Prójimo, la paciencia, el Decir, la trascendencia, el testimonio.