Los cinco capítulos de este libro están centrados en el mismo tema: la cuestión de la fe y el futuro. Si este problema aparece hoy por todas partes, se debe tanto al hecho de que la crisis contemporánea ha provocado una sacudida en la fe, como a la fascinación que nos produce el futuro en un momento en que vemos cómo la historia se mueve más que nunca y cómo crecen las posibilidades del ser humano, positiva y negativamente, de modo imprevisible. Por eso las reflexiones aquí expuestas no pretenden concluir o “cerrar” algo, sino que más bien tratan de “abrir cauces” y mostrar que la fe tiene algo que aportar a este futuro si permanece fiel a sí misma.
La presente obra pretende ofrecer una visión sistemática de la eclesiología, católica, conjugando la perspectiva fundamental y la dogmática en su armonía y coherencia recíprocas. Procura situar la reflexión sobre los diversos temas en el contexto de la problemática contemporánea para identificar la postura común de la teología actual a la luz de la revelación, de la tradición y del magisterio. Esta opinión común incluye con nitidez las dimensiones bíblica, ecuménica, misionera y pastoral. La perspectiva de la eclesiología de comunión permite recoger e iluminar la experiencia vivida de la Iglesia, reconocer el protagonismo y la identidad de cada bautizado, valorar de modo equilibrado las diversas realizaciones de la Iglesia. De este modo entronca con las aspiraciones y necesidades de la actual conciencia y sensibilidad eclesial, para descubrir el gozo de la pertenencia a la Iglesia. Desde diversas perspectivas se confiesa la Iglesia una, santa, católica y apostólica, que recibe su identidad y su misión del ministerio del Dios Trinidad que se revela como salvador de un modo privilegiado en la Iglesia.
Selección de artículos publicados por primera vez en español en los que se analiza el matrimonio y la familia usando como categoría clave el don del amor.
En esta selección de artículos, publicados por primera vez en español, Karol Wojtyla realiza un análisis del matrimonio y de la familia usando como categoría clave el don del amor. Un amor personal entendido como don.
Don, en primer lugar, porque el amor de los esposos es entendido como un don del uno para el otro en el que mutuamente se dan y se reciben, convirtiéndose así en un continuo y constante regalo. Don, en segundo lugar, porque a los hijos se les entrega el don de una humanidad madura y porque ellos mismos son un don que los esposos se entregan mutuamente entre sí y que ofrecen también a los demás hermanos. Y don, finalmente, porque la gracia es definida fundamentalmente como don de Dios. Don que construye lo más íntimo del corazón humano a semejanza del ser personal de Dios y, en consecuencia, le hace capaz de convertirse asimismo en don para los demás hombres.
La Trilogía inédita de escritos de Karol Wojtyla comprende: ´Mi visión del hombre´ (escritos de ética), ´El hombre y su destino´ (escritos de antropología) y ´El don del amor´ (escritos sobre la familia).
Este Curso constituye un buen resumen (que para muchos podrá ser también una introducción) de toda la obra precedente del gran teólogo contemporáneo. A lo largo de todo el libro se transparenta su trasfondo bíblico y dogmático y se percibe que el autor tiene muy presentes los problemas del hombre de hoy y las ideologías y los sistemas en que se fundan. En conjunto ofrece una reflexión que justifica una adhesión intelectualmente honesta a la fe cristiana.
Este libro clarifica lo que la Biblia dice sobre la homosexualidad, remontándose al texto bíblico y analizando, sin tabúes ni prejuicios, qué se encuentra más allá de su intención.
¿Se puede hablar de homosexualidad en la Biblia, teniendo en cuenta que el término es reciente (del siglo XIX)? ¿Qué dice realmente la Biblia, cómo lo dice y por qué? Este libro se propone remontarse a las fuentes para responder a esas cuestiones.
Los autores de este libro, Innocent Himbaza, Adrian Schenker y Jean-Baptiste Edart, señalan que la cuestión, en relación con la Biblia, no es la de si adopta una actitud de homofilia u homofobia, lo que es más bien una toma de posición personal, sino comprender e interpretar correctamente el texto bíblico. Y para pronunciarse sobre la homosexualidad a partir de la Biblia, es menester precisar qué dice la Biblia y qué se encuentra más allá de su intención.
En este libro, tres exegetas cristianos, dos católicos y un protestante, han querido enfrentarse a un primer desafío: remontarse al texto bíblico, mantenerse en él y leerlo sin tabúes ni prejuicios, para clarificar lo que la Biblia dice sobre la homosexualidad.
Escritos publicados durante el período de debates conciliares, los artículos recogidos en este volumen contribuyen a formarse una idea más exacta del sentido que tuvo el Vaticano II. Parte de las ideas propugnadas por Rahner fueron luego sancionadas magisterialmente.
Otras, por el contrario, no alcanzaron esta ratificación. Todas, sin embargo, contribuyen a un mejor conocimiento del estado de la Teología en ocasión del Concilio.
Ningún argumento mejor para avalar la seriedad y credibilidad de este Diccionario que el de estar preparado por el "Pontificio Instituto Oriental", de Roma, -Institución erigida para el estudio y promoción de las ciencias eclesiales orientales- y dirigido por el P. Edward G. Farrugia, S.J., ayudado por un conjunto privilegiado de profesores del P.I.O.
Naturalmente podríamos haber añadido más nombres de patriarcas, científicos etc., pero era necesario fijarse unos límites. Con todo, en un diccionario semejante hay que aportar una idea del conjunto sin limitarse a lo más importante; como en un parlamento en que hay representantes de todas las regiones, y no sólo de las ricas.
Sobre la base del principio de representatividad, a veces también las minorías, que de otra suerte no obtendrían una cuota mínima, tienen su importancia y por ello son mencionadas. Ningún grupo queda excluido a priori. Tampoco se ha buscado la coherencia a toda costa y ha resultado últil decir algo acerca de ciertos aspectos sin pretender decirlo todo. Por ejemplo, del gran número de monasterios orientales famosos sólo citamos los ejemplos que hemos juzgado suficientes.
Desde su ordenación como pastor anglicano hasta su muerte como cardenal católico, la figura de Newman no deja de sorprender por la coherencia de su trayectoria. En estos Sermones parroquiales, un clásico de la espiritualidad cristiana que ha inspirado a todas las generaciones de cristianos desde su predicación entre 1825 y 1833 hasta hoy, se encuentran ya las semillas de todos los grandes temas que el teólogo inglés desarrollará durante su vida y obra. Desde la cercanía del párroco y no desde la distancia del teólogo, demostrando su enorme conocimiento de la psicología humana, de la Sagrada Escritura y de las tentaciones y pruebas que atraviesan los cristianos en el mundo, nos introduce en los temas centrales del cristianismo y la salvación. El presente volumen es el primero de la serie completa de los Sermones parroquiales. Con la fuerza, frescura y la audacia en él habituales, Newman vuelve a desafiar nuestra razón y conmover nuestro corazón.
Bien sea porque se ha insertado de un modo casi exclusivo el clásico tratado De Deo creante en la antropología teológica (con la consiguiente mengua de una suficiente reflexión ontológica sobre el mundo), bien sea porque los teólogos de oficio, generalmente poco familiarizados con la literatura concerniente a la imagen física del mundo, se lo piensan dos veces antes de internarse en un territorio poco transitado por ellos y enseñoreado -al menos así se cree comúnmente- por una consmovisión monista-materialista, lo cierto es que, tras el auge que conoció la temática de "la creación" en la teología de los años 50 y 60 (evolucionismo, Teilhard, "Humani generis", etc.), el pasado decenio asiste a su eclipse del horizonte teológico. Parece como si los teólogos se hubiesen apropiado del título de una célebre novela contemporánea: "El mundo es ancho y ajeno". Y eso no es bueno. Después de todo, el primer artículo del Creado se refiere precisamente a la fe en Dios "creador del cielo y de la tierra"; lo cual pone de manifiesto que no se puede plantear la cuestión de Dios (la cuestión teo-lógica por excelencia) sin plantear la cuestión del mundo. O a la invesa: que la cuestión del mundo es uno de los aspectos de la cuestión de Dios.
Tras un profundo y concienzudo repaso a la teología bíblica del Antiguo y el Nuevo Testamento, a la historia de la doctrina y a la reflexión teológica sobre el tema (1ª Parte del libro), el autor aborda en la 2ª Parte lo que él llama las "cuestiones fronterizas", tratando de recoger los problemas que la realidad plantea a la visión cristiana de la propia realidad, esto es, a la fe en la creación. Y el primer problema es, indudablemente, la existencia del mal: ¿Cómo puede ser creación de Dios una realidad que sufre y hace sufrir?
Viene despues una cuestión que ha cobrado en los últimos años candente actualidad: la crisis ecológica. La habitabilidad del mundo en que vivimos está amenazada, y ello representa una interpelación de primer orden a la fe en la creación. Será difícil encontrar un tratamiento teológico más profundo y apasionante de este tema.
Hay, por último, una amplia gama de cuestiones que suelen agruparse bajo el rótulo común de "diálogo fe-ciencia". Sobre ella versan los tres últimos capítulos del libro.
Si algo queda claro tras la lectura de este libro, es que nos hallamos ante uno de los pocos teólogos que han abordado ese "diálogo fe-ciencia" con absoluta seriedad y en un plano de igualdad con los científicos interesados en dicho diálogo. Nos atrevemos a afirmar que es éste uno de los libros más importantes escritos en los últimos veinte años.
Continuando el proyecto iniciado con su Teología de la creación, el autor nos ofrece ahora una "antropología teológica fundamental" cuyo objetivo consiste en dar razón de la visión cristiana del hombre al nivel de sus estructuras básicas. Qué es el hombre, quén es el hombre...: éstas son, en definitva, las cuestiones abordadas en este libro.
El punto de partida es la categoría bíblica "imagen de Dios" y la concepción antropológica en ella implicada. La exposición sistemática estudia seguidamente el problema alma-cuerpo; el carácter personal, libre y social del ser humano, investido de un valor absoluto y de una dignidad inviolable; su capacidad para modelar creativamente la realidad mediante el trabajo, la técnica y la cultura; su índole de criatura de Dios.
En el desarrollo de esta amplia temática se presta especial atención a los planteamientos hoy vigentes y al intenso diálogo interdisciplinar que están generando: el debate mentes-cerebros-máquinas, la crisis de la idea de persona, las actuales negaciones de la libertad, el obligado paso de la "teología de las realidades terrenas" a las "teologías de lo político" (que recuperan para la noción de "progreso" los necesarios ingredientes ético-sociales), las lecturas de lo humano en clave exclusivamente biológica,etc.
La redacción del libro ha estado presidida por una preocupación de fondo: lo único que, a fin de cuentas, le interesa a la fe cristiana cuando afronta el enigma de la condición humana es saber cómo ha de tratar el hombre al hombre y por qué. Y la respuesta la encuentran los creyentes en el hecho de la encarnacion de Dios: cada hombre ("imagen de Dios") tiene que ser tratado como el propio Dios, porque éste ha querido ser y dejarse tratar como hombre.
La maternidad siempre se ha asociado a la mujer que ha llevado en sus entrañas un nuevo ser y lo ha dado a luz. Pero es mucho más que eso. Hasta los hombres pueden ser madres. La propuesta de la fe a cada creyente es dar la luz del Evangelio a los demás y favorecer su crecimiento «en cristiano». También el Padre amó con un corazón maternal. Merece la pena detenerse a meditar el significado de una vocación tan universal.
El lector se encuentra con un texto original, porque la reflexión teológica apenas se ha ocupado de la experiencia de la maternidad, en la que, sin embargo, Dios se muestra especialmente elocuente. Ése es el objetivo logrado de la autora, que al mismo tiempo evita hacer una exaltación de la madre o de la mujer. Pretende más bien llamar la atención sobre la asombrosa cercanía de Dios a la humanidad, expresada de modo singular en ellas y realizada de forma extraordinariamente radical en María. Un lugar hacia el que todos podemos dirigir la mirada y en el que es posible descubrir el corazón materno de todo cristiano, de la Iglesia y del mismo Dios.
MARÍA DOLORES LÓPEZ GUZMÁN (Pamplona, 1965), madre de familia. Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid y en Teología por la Universidad Pontificia Comillas, es profesora de Teología del Laicado y Teología Espiritual en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas a Distancia «San Agustín». Autora del libro Cuando vayas a orar. Guía y ayuda para adentrarse en la oración (2005), escribe habitualmente sobre teología y espiritualidad en revistas de pensamiento cristiano como Sal Terrae (de cuyo Consejo de Redacción forma parte), Misión Joven, Catequistas, Crítica, Razón y Fe y Estudios Eclesiásticos. Ha sido coordinadora, desde su fundación, de la Escuela de Oración de las CVX de Madrid y da Ejercicios Espirituales a laicos y a religiosos.