A Friedrich Nietzsche se le conoce en primer lugar como filósofo. Pero el filósofo fue también un gran escritor y un poeta. Inicialmente, fue incluso menos discutido como escritor que como filósofo. Se le ha situado al nivel de los clásicos de Weimar —Goethe y Hölderlin—; Thomas Mann le alabó en términos muy positivos y Gottfried Benn le consideró un gran creador de lengua. «Así habló Zaratustra» no es solo una obra filosófica emblemática del pensamiento de Nietzsche, sino también una de sus grandes creaciones literarias. En ella hace filosofía de una manera poco frecuente de filosofar. Hay en ella poemas que destacan no menos por su componente literario que por su componente filosófico. La idea del «superhombre», el concepto del «eterno retorno» son contenidos constituyentes que forman parte de una expresión literaria, de la historia de los años de madurez de un profeta, de su manera de vivir, sus encuentros con la gente, sus discursos, su forma de pensar, su «filosofía».
El pensamiento de Emmanuel Levinas pertenece por derecho propio a la historia de la fenomenología contemporánea y a la historia de la filosofía sin más. Su obra, sin embargo, sigue siendo difícil de captar en su conjunto, por su vastedad, su dispersión y la riqueza de sus registros, no sólo filosóficos. A esa comprensión ha de contribuir el conocimiento de sus escritos inéditos.
Este volumen recoge las que cabe llamar notas de investigación filosófica del periodo que se extiende desde mediados de los años treinta hasta mediados de los sesenta. Destacan entre ellas los «Cuadernos del cautiverio», escritos entre 1940 y 1945. Son apuntes de una filosofía en búsqueda que a menudo no han hallado un eco directo en la obra publicada. Pero son asimismo testimonio del escritor que ambicionaba realizar una obra no solo filosófica sino novelística.
Especial interés revisten los «Escritos sobre el cautiverio», páginas sobrias y hermosas que describen la vida de los prisioneros, despojada de todo bien propio, y evocan su dignidad en medio de una existencia ruda y fría entregada a la muerte. Las «Notas filosóficas diversas», escritas en los años cincuenta, pertenecen a la etapa de relativo silencio editorial en la que, privado del reconocimiento universitario, Levinas dirige la Escuela Normal Israelita Oriental. Corresponden, pues, a las investigaciones llevadas a cabo entre El tiempo y el otro (1948) y Totalidad e infinito (1961), en las que ocupan un lugar central las reflexiones sobre la metáfora.
Sobre un mundo con mucho mal e inmenso sufrimiento, miles de hombres y mujeres gritan cada día: «¿Dónde estás, oh Dios?» (Salmo 42). Por eso, más que un Dios como enigma racional, me ha importado el Dios comprometido con los hombres, y así me he atrevido a trazar su itinerario de una forma práctica, desde una perspectiva cristiana.
Empezaré hablando del hombre como viviente a quien Dios mismo despierta a la existencia personal y social; quiero dejar que Él se revele en el mismo corazón de nuestra vida humana. Expondré después los argumentos a favor o en contra de Dios, tal como han sido planteados en la filosofía de Occidente, lugar donde ha surgido la cuestión de la teodicea como juicio que la historia eleva frente a Dios.
Contemplaré al ser humano como pregunta teológica: abierto a Dios, viviendo en amor y libertad, pero capaz de negarle y suicidarse. Y estudiaré las grandes paradojas que suscita Dios, a quien solo podemos conocer ensanchando el horizonte de nuestras razones y experiencias. Así concluye este itinerario, dejando abierto el camino a la posible fe religiosa.
El ser humano hace buenas máquinas, que duran largo tiempo y solucionan diversas necesidades. Otras veces las hace mal, y dejan de funcionar. Entonces se parchean, se arreglan de cualquier modo, para que al menos “parezca” que todavía funcionan. Tirarlas puede avergonzar a su comprador, pues supone reconocer que ha “tirado” lamentablemente su dinero o su tiempo. El hombre también desarrolla conductas éticas positivas, que crean y regeneran tejido social, pero otras veces su actuación es abiertamente negativa. E incluso a veces recurre a la hipocresía en su afán frenético de convertir el vicio en virtud.
En este libro, el autor reflexiona sobre cómo descubrir los tópicos, los eufemismos interesados, las falacias y la frecuente hipocresía, haciendo valorar el atractivo poderoso de la virtud.
Rafael Gómez Pérez es Doctor en Derecho y Filosofía, y profesor de Antropología cultural en la Universidad Complutense (1976-2000). Ha publicado más de noventa libros de filosofía, ética, antropología e historia, y varios volúmenes de memorias.
Dejar vivir. Marías y Lejeune en defensa de la vida Enrique González
Pocas veces ha habido mayor afinidad entre un filósofo y un científico. Julián Marías conoce a Jérôme Lejeune en 1980, y años después lo describe como “uno de los hombres que más se han esforzado por mostrar la significación inaceptable del aborto, cuya difusión, fomentada por unos y pasivamente recibida por otros, es a mi juicio lo más grave que ha sucedido en el siglo XX”.
Este libro muestra cómo estos dos grandes humanistas supieron ir a contracorriente, usando la razón y la ciencia, para proteger al no nacido.
Enrique González Fernández (Madrid, 1962), experto en el legado intelectual de Marías, es doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación, y profesor de Filosofía en la Universidad San Dámaso de Madrid. Entre sus libros destacan La belleza de Cristo. Una comprensión filosófica del Evangelio (con Prólogo de Julián Marías, traducido al inglés por Harold Raley); Quién era Alfonso XII ; La Monarquía Española y América (con Prefacio de Don Juan de Borbón) y Zarzuela. Arte nuevo de hacer novelas.
"Confrontación es auténtica crítica. es el modo más elevado y la única manera de apreciar verdaderamente a un pensador, pues asume la tarea de continuar pensando su pensamiento..."
Este libro no es un estudio académico sobre Nietzsche, sino una interpretación basada en la confrontación con su pensamiento, entendida por Heidegger como «la única manera de apre­ciar verdaderamente a un pensador pues asume la tarea de continuar pensando su pensamiento y de seguir su fuerza pro­ductiva y no sus debilidades». A lo largo del libro, Heidegger despliega su concepción de la historia de la metafísica y su crítica de la modernidad, mientras hilvana una detallada exégesis de la obra de Nietzsche, centrada en su pensamiento último, que inicia con el Zaratustra y que tenía que culminar en su obra capital, La voluntad de poder.
La interpretación heideggeriana recorre las grandes ideas de Nietzsche: la muerte de Dios, el advenimiento del superhombre, el nihilismo, la transvaloración de los valores, el arte como metafísica y, especialmente, la voluntad de poder y el eterno retorno de lo mismo. Heidegger interpreta el pensamiento de Nietzsche no como la superación de la metafísica, sino como su expresión más perfecta, como la consumación de su esencia, presente ya en sus orígenes. Así, la reflexión sobre Nietzsche es, a la vez, una reflexión despiadada sobre la sociedad contemporánea, perdida en la repetición sin sentido y necesitada de un renacimiento.
Buena parte del discurso público actual hace referencia a temas morales (corrupción, aborto, fundamentalismos, etc.). ¿Dónde fundamentar una sólida argumentación, cuando son tan diferentes los modos de proceder?
Pese al interés creciente por la ética, los debates entran en callejones sin salida, pues los interlocutores no manifiestan una base filosófica clara donde apoyar su discurso.
De un modo divulgativo, el autor muestra aquí las convicciones morales de nuestra cultura, y ofrece claves para construir o reconstruir con solidez los cimientos de nuestra sociedad.
Joaquín García-Huidobro (1959) es doctor en Filosofía, profesor en la Universidad de Los Andes (Santiago de Chile) y autor de numerosos libros, entre ellos Una locura bastante razonable, publicado en Rialp.
Que se haya llamado a nuestro tiempo la «Edad del Análisis», nos hace pensar en dos hombres que pasaron sus primeros años en Viena: uno, Sigmund Freud, y otro, Ludwig Wittgenstein, pensador solitario, precursor del análisis lingüístico y del examen de las formas fundamentales del pensamiento y la expresión. La publicación póstuma de los papeles de Wittgenstein y de los apuntes de clase de sus alumnos nos ayuda a apreciar la extensión de su influencia, que, desde su laboriosa semirreclusión en Cambridge, llegó hasta los más apartados rincones del mundo. No son pocos los pensadores de nuestro tiempo que afirman que el impacto del pensamiento de Wittgenstein representa, desde Sócrates, uno de los intentos más vigorosos para llegar al meollo del entendimiento humano. La principal tarea del filósofo, insiste Wittgenstein, es librar a la tiranía de las ilusiones, de la fascinación que ejerce sobre nosotros la forma de expresar. El medio para conseguirlo lo ve Wittgenstein en un escrutinio cuidadoso del lenguaje ordinario utilizado por los hombres para descubrir el mundo. En las obras que presentamos se estudian la significación, el uso y funcionamiento del lenguaje, la comunicación, etc., es decir, diversos aspectos del «gran problema» que siempre preocupó a Wittgenstein: el problema de la naturaleza del lenguaje. El libro lleva un prefacio de R. Rhees, que sirve de introducción a ambos cuadernos. Los cuadernos azul y marrón (el título se refire al color de las tapas de esas reproducciones) han corrido en reproducciones mecanográficas entre los filósofos de todo el mundo de habla inglesa. Se produjeron estos cuadernos mientras se gestaban sus principales obras —«Tractatus Logico-philosophicus» (1922) y «Philosophical Investigations» (1953)— y constituyen una introducción accesible e indispensable al pensamiento de Wittgenstein.
Es ya usual plantear la historia de la filosofía como historia de la recepción de las obras filosóficas, de sus interpretaciones y reinterpretaciones hasta llegar a nosotros, de tal forma que se ponga de manifiesto cómo cada obra, actuando sobre el horizonte de pensamiento de una determinada época, le afecta y contribuye a su transformación. Los clásicos son nuestros interlocutores permanentes que siempre tienen algo que decirnos ante las nuevas preguntas que les dirigimos desde nuestro horizonte actual. La finalidad de la presente obra es ofrecer en panorama del desarrollo filosófico de la Antigüedad y la Edad Media, proporcionando al respecto la información que permita alzanzar una visión global de la filosofía enmarcada en la historia integral de la humanidad. Se complementa esta visión de conjunto con la inclusión de textos de los filósofos mismos para ejercitarse en la reproduccion intelectual del movimiento del pensamiento que la obra encierra y su interpretación crítica. Diego Sánchez Meca es Catedrático de Filosofía Contemporánea en la UNED. Antes ha sido profesor de las Universidades de Murcia y de California (Berkeley). Desde hace algunos años centra su tarea investigadora en el estudio de la formación, transformaciones, crisis y límites de los proyectos modernos europeos de cultura (que se desarrollan históricamente, sobre todo, a partir de la confrontación Ilustración-Romanticismo), desde el punto de vista filosófico, literario e histórico-sociológico. Entre sus últimas publicaciones destacan: Modernidad y romanticismo: para una genealogía de la actualidad, Madrid, Tecnos, 2013, Historia de la filosofía moderna y contemporánea, Madrid, Dykinson, 2010, Nietzsche. La experiencia dionisíaca del mundo (Tecnos, 4ª ed. 2009), El nihilismo (Síntesis, 2004) Martin Buber (Herder, 2ª ed. 2000), La Historia de la Filosofía como Hermenéutica (UNED, 3ª ed. 2003), Teoría del Conocimiento (Dykinson, 2ª ed. 2012). En la actualidad dirige la edición de las Obras Completas de Nietzsche, publicada por la Editorial Tecnos, de la que han aparecido ya los cuatro volúmenes de Fragmentos Póstumos, el volumen correspondiente a los Escritos de juventud (2012) y el correspondiente a los Escritos filológicos (2013).