Contrariamente a la idea de que la «inferioridad» de la mujer fue instaurada por el judaísmo y el cristianismo, algunas mujeres han desempeñado un papel fundamental desde los tiempos de la Iglesia primitiva. De hecho, si la Iglesia ha sido capaz de sobrevivir a la decadencia escolástica de la Edad Media y a los errores tanto del Renacimiento como de la Reforma ha sido principalmente por mérito de dichas mujeres. Se puede observar entre ellas un vínculo de continuidad siempre creciente y que atraviesa diferentes épocas: desde Hadewijch de Amberes hasta Edith Stein, pasando por Teresa de Ávila, Teresa del Niño Jesús e Isabel de la Trinidad. Cinco místicas, cinco personalidades excepcionales, que impulsan un renacimiento interior necesario para la Iglesia tanto en el pasado como hoy.
La obra, publicada originalmente en francés en 1989, puede ser considerada como el último volumen de una trilogía sobre la femineidad escrita por Bouyer, con un primer volumen de carácter teológico y antropológico, Le Trône de la Sagesse. Essai sur la signification du culte marial (1957), y un segundo de perspectiva eclesiológica, Mystère e ministère de la femme (1976). A través de su carácter testimonial, este libro muestra cómo lo ya anteriormente expuesto en ellos acerca de la vocación de la mujer y su misión en el mundo se ha cumplido y realizado, por la acción del Espíritu, en algunas mujeres que se han convertido en icono y modelo de vida cristiana.
Las meditaciones recogidas en este volumen son breves enseñanzas que el P. Mauro Lepori --abad general de la Orden del Císter-- ofrece, en el estilo monástico de los «sermones capitulares», dentro del Curso de Formación Monástica que promueve la orden anualmente.
«La amistad de Cristo, ser amigos de Jesús: esta experiencia, esta gracia, permite que conozcamos todo lo que Jesús escucha del Padre. La amistad de Cristo nos comunica todo, nos hace conocer todo, el todo de la Verdad. No hay conocimiento o formación más profunda y totalizante que la amistad de Cristo. No existe universidad, curso de formación, estudio, que pueda enseñar algo tan grande y verdadero como la experiencia de la amistad de Cristo.(...)
La humildad que se nos pide es la de creer verdaderamente que se nos ha dado la posibilidad de conocer todo acogiendo principalmente la relación de amistad con el Señor. En otras palabras, como dice san Benito: 'No anteponer nada al amor de Cristo'. Preferir el amor de alguien: esta es en el fondo la mejor definición de la amistad».
El hombre tiene una gran «sed» de infinito, pero vive prisionero de su finitud. ¿Quién le librará de esta condición?
Partiendo de esta experiencia paradójica, presente en los hombres de todo tiempo y cultura, y de la pregunta radical que surge de ella, Angelo Scola, Arzobispo de Milán, nos presenta de forma sencilla y directa cuál es el corazón de la propuesta cristiana y de qué modo desafía nuestra cultura actual, «en la que se cree que podemos salvarnos por nosotros mismos o que podemos acomodarnos tranquilamente en la finitud».
«El autor de esta obra, rigurosa en su contenido y muy cuidada en la forma, quiere formular la experiencia religiosa de modo que resulte seductoramente inteligible por nuestros contemporáneos y, especialmente, por los jóvenes universitarios» (Del prólogo de Monseñor Osoro).
Angelo Scola nació en Malgrate, Italia, en 1941. Obtuvo su doctorado en filosofía con su tesis sobre filosofía cristiana en 1967 en la Universidad Católica del Sacro Cuore de Milán. Posteriormente estudió teología en los seminarios de Saronno y de Venegono, doctorándose por la universidad suiza de Friburgo. Fue ordenado sacerdote en 1970. Fue director del Instituto de Estudios para la Transición de Milán, y miembro del comité ejecutivo de la edición italiana de Communio. También colaboró con la Congregación para la Doctrina de la Fe desde 1986 hasta 1991. En 1991 fue ordenado Obispo de Grosseto, pasando en 1995 a ser rector de la Pontificia Universidad Lateranense. En 2002 fue nombrado Patriarca de Venecia por Juan Pablo II, quien le creó Cardenal en 2003. Desde 2011 es Arzobispo de Milán. Entre sus obras más importantes publicadas en castellano destacan Identidad y diferencia; Hans Urs von Balthasar: un estilo teológico; La cuestión decisiva del amor: hombre-mujer; Eucaristía, encuentro de libertades; Luigi Giussani: un pensamiento original; Una nueva laicidad y Buenas razones para la vida en común, todas ellas publicadas por Ediciones Encuentro.
Este libro juega a principios del siglo XXI un papel semejante al que tuvo a mediados del siglo pasado la obra de Balthasar Córdula o la hora de la verdad. Denuncia un cristianismo demasiado plano y acomodado a una modernidad en crisis y, sobre todo, descubre, a través de un agudo y sugerente análisis filosófico-teológico, la fuerza liberadora de la fe en el Crucificado. Y lo hace justo en esta época en la que los mártires nos interpelan desde las pantallas: «Las ejecuciones de los cristianos de Oriente, filmadas por sus verdugos, son selfies del diablo que él envía por la red para que no se le olvide».
Estamos, pues, ante un libro dirigido a todos aquellos que tienen miedo, pero que también temen perderse a ellos mismos en ese miedo. A todos aquellos y aquellas cuyo miedo se ha elevado al cuadrado: miedo de que el miedo acabe por privarnos del gusto por la vida y del sentido de nuestra vocación.
Premio al Libro Religioso de Francia en 2016.
Calixta es una novela histórica centrada en el África de mediados del siglo III. En ella pretendió John Henry Newman retratar la vida de los primeros cristianos y sus relaciones con el mundo pagano a través de personajes que representan una familia media: Agelio, Juba Jucundus; sus amigos, la bella Calixta y Aristón, fabricantes de ídolos y objetos de culto paganos; y la decaída comunidad cristiana, con san Cipriano y los cristianos, amenazados y vigorizados por la persecución de Decio.
Pero no es la peripecia lo que interesa a Newman, sino el fenómeno de la conversión, que ya había tratado en su anterior novela autobiográfica Perder y ganar. La conversión aparece como un proceso lento y sinuoso que exige un compromiso irremediablemente personal. Al describir esta evolución interior, Newman prefigura con viveza su concepción de la conciencia y aporta una revolucionaria visión del misterio de la Iglesia, dos de sus más destacadas aportaciones al pensamiento cristiano moderno.
John Henry Newman, una de las figuras religiosas más destacadas del siglo XIX, cuya influencia llega hasta nuestros días, tuvo también una exitosa carrera como novelista. Perder y ganar, su primera novela, relata la historia de Charles Reding, un joven en búsqueda de la fe en el Oxford victoriano. En gran medida autobiográfica, fue la primera obra que Newman publicó después de su conversión al catolicismo. Esta conmovedora obra se sitúa enteramente por primera vez en el mundo universitario de Oxford, y refleja con ironía, lucidez y delicadeza el ambiente social y cultural de la época, junto a la evolución intelectual y religiosa de su protagonista.
Hoy no está de moda hablar de Dios. Será quizá porque son pocos los hombres que hablan con Dios. El cristiano sabe que mal se puede hablar de Dios si no se tiene el valor de callar, de apagar los ruidos que a diario nos aturden. Hablar con Dios, hablar de Dios es, primero y fundamentalmente, callar nosotros y dejar que Dios nos hable, escucharle.
De la mano de uno de los teólogos más grandes de nuestro tiempo, H.U. von Balthasar, este libro acerca a la única y verdadera fuente de la oración cristiana: el encuentro personal con Jesús de Nazaret, Palabra definitiva de Dios a los hombres. Éste es también el principio que debe alimentar toda praxis verdaderamente liberadora en la vida del cristiano: en Jesús, Dios se encarnó y se hermanó de una vez para siempre con los hombres.