Anotaciones de un converso está escrito con la fuerza de la autenticidad de un hombre que, a pocos meses de su muerte, se confiesa y abre su corazón para transmitir la alegría de su re-encuentro con Dios. Y lo hace desde lo más hondo: Al escribir los hechos que abrieron mi camino hasta descubrir de nuevo la luz de Dios, los he revivido hondamente, y he sentido la necesidad de reflexionar, de parar un instante, y dejar mi alma ante la amorosa mirada de Dios.
Al narrar el proceso de su regreso a Cristo, y el gozo de descubrir a Quien es “Camino, Verdad, y Vida”, su alma dice agradecido: Gracias, Señor, porque has llenado de luz mi vida; has convertido mi oscuridad con el resplandor de la Verdad.
Al final de su vida, cansado de tanta quimioterapia, encontrará el gozo de gritar:Ven, Señor, Jesús.
El autor muestra la belleza del cristianismo presentando el mensaje evangélico de modo atractivo y comprensible para un mundo secularizado.
En este ensayo de espiritualidad, Ernesto Juliá desentraña la grandeza y la belleza de ser cristiano presentándola de modo atractivo y comprensible en un mundo secularizado que tiene dificultades incluso para entender el significado de la propuesta cristiana. Y lo hace respondiendo a preguntas básicas y fundamentales: ¿Qué es lo que pretende realmente un cristiano? ¿Qué tiene que hacer para lograrlo? ¿Qué significa ser hijos de Dios? ¿Qué son los sacramentos y la vida de la gracia? ¿Tiene sentido seguir hablando del pecado?
El autor, apoyándose en una sólida visión teológica y en una amplísima experiencia pastoral, responde a estas cuestiones presentándonos una vida personal cristiana que, engarzada en la Gracia, alimentada por la acción del Espíritu Santo y por la oración y la Eucaristía, crece en la fe, en la esperanza, en la caridad. Una vida que es el fruto de la respuesta libre, llena de amor, del hombre a los "sueños" de Dios, que la Trinidad Beatísima ha expresado en la creación, en la redención y en la santificación del hombre. Se trata, en definitiva, de una presentación de las verdades cristianas atemporales presentadas bajo luces novedosas y, al mismo tiempo, injertadas en la más honda tradición de la Iglesia, de los Padres y de los Santos. Luces que nos ayudan, bajo la mirada de la Virgen, a contemplar, a saborear y a gozar la realidad siempre nueva del Amor de Dios.
Ernesto Juliá es licenciado en Derecho por la universidad de Sevilla y Doctor en Filosofía por la Universidad Lateranense, Roma. Sacerdote y escritor. Ha vivido y ejercido su ministerio sacerdotal en Roma, Sevilla y Madrid, donde reside actualmente. Ha participado en reuniones de espiritualidad con Colombo, de la Potterie, von Balthasar, Biffi, Corecco, Illanes, Scola, Legrand. Ha publicado numerosas obras. Destacan los ensayos y relatos breves como El latir de las horas, El renacer de cada día y El rostro de la mañana, y numerosos libros de espiritualidad, entre los que se pueden mencionar: Reflexiones sobre la Navidad; Cuatro encuentros con Cristo; Con Cristo resucitado, Confesiones de Judas; Agonía de Cristo. Sufrimiento en el Huerto de los Olivos y La Biblia. Una lectura para cada día del año.
Todo el ir y venir de Cristo resucitado entre los apóstoles y los discípulos, durante cuarenta días, es un esfuerzo por hacerles entender que no están soñando, que están viviendo una realidad.
La resurrección de Cristo es el fundamento de la fe en él, que profesa el cristianismo. El autor reflexiona acerca del testimonio que de la resurrección nos proporciona la Sagrada Escritura. Se trata de un comentario espiritual en torno a la vida nueva que la fe nos permite vivir, una vida con Cristo resucitado.