
El arrianismo, al negar la divinidad de Cristo, ha sido considerado la «herejía cristiana arquetípica». Sin embargo, no todo es tan simple.
A lo largo de esta amplia y fundamentada investigación, el lector descubre un Arrio teológicamente conservador que dedica sus mejores esfuerzos intelectuales a defender el carácter libre y personal del Dios cristiano. Esta «herejía» del siglo IV nace del esfuerzo por conciliar el lenguaje bíblico tradicional con las ideas y técnicas filosóficas radicales.
Pero se convierte en una auténtica crisis social al cuestionar las relaciones entre emperadores, obispos y maestros ascéticos «carismáticos», y problematizar la toma de decisiones en la Iglesia. Williams destaca las cuestiones vitales más amplias de cómo se define la herejía y de qué modo ciertos tipos de tradicionalismo se transforman a sí mismos en herejía.
Arrio desborda el mero estudio histórico de carácter académico. Las páginas de este original ensayo, a medio camino entre la biografía y la historia de las ideas, muestran con brillantez la importancia que determinados temas siguen teniendo en la actualidad y cómo ciertos tipos de tradicionalismo pueden terminar transformándose, también ellos, en otra herejía más.
«Espero que este libro, que desea unir el trabajo científico con la experiencia tanto pastoral como ecuménica, aporte orientación teológica en la actual crisis de la Iglesia y sobre todo alegría por la Iglesia y en la Iglesia».
Esta palabras de Walter Kasper sintetizan bien la intención de su eclesiología. Con ella se culmina un proyecto teológico que comenzó hace años con su cristología (Jesús el Cristo, 1976, edición definitiva 2002) y su doctrina de Dios o Trinidad (El Dios de Jesucristo, 1985, edición definitiva 2011), obras emblemáticas publicadas también por Ediciones Sígueme.
El autor aborda el tema de la Iglesia a la luz de la cuestión de Dios y el mensaje del Reino, para situarla en su contexto bíblico y existencial. Seguidamente desarrolla tres grupos fundamentales de temas: la esencia, la realidad y la misión de la Iglesia en nuestro tiempo. Su conclusión es que la Iglesia encuentra su verdadero significado en ser la Iglesia de Jesucristo, a la vez que anima a los cristianos a vivir hoy gozosamente en ella su vocación de seguidores del Señor.
El itinerario entre la primera amistad y el día de la boda tiene mucho de inolvidable, pero también de accidentado. Para los jóvenes católicos, que apuestan por un compromiso fiel, el noviazgo requiere conocimientos específicos sobre la moral, los matices del amor, las conductas en los momentos de diversión, la relación castidad-felicidad, los modos de afrontar futuras crisis de pareja, etc.
Esta guía, entretenida y con solidez teológica, ha resultado de gran ayuda para numerosas parejas católicas que buscan un camino mejor, más firme y también más feliz.
T. G. Morrow trabajó doce años como ingeniero antes de ordenarse sacerdote en Washington. Tiene un STL en Teología Moral y es Doctor en Teología por el Instituto Juan Pablo II para Estudios de Matrimonio y Familia. Durante tres años presentó Catholic Faith Alive!, un programa de radio sobre fe católica. Es cofundador de dos Sociedades, para hombres y mujeres solteros, con presencia en varios estados americanos.
En Tiempo de preguntar, John Flader aprovecha más de 40 años de experiencia en la transmisión de la fe católica para responder a 150 preguntas sobre la doctrina, los sacramentos, la vida moral, la oración y las devociones. Las respuestas fueron publicándose en un semanario de Sydney, y más tarde quedaron recogidas en un único volumen.
En un estilo cercano y accesible para cualquier público, este libro contiene abundante información de gran valor para saber más sobre la fe católica. Útil para quienes deseen estar en condiciones de transmitirla a los demás: padres, sacerdotes, maestros, catequistas, conversos recientes...
John Flader es Bachellor of Arts (BA) por la Universidad de Harvard y Doctor en Derecho Canónico por la Universidad de Navarra. Fue ordenado sacerdote en 1967 y desde entonces ha desempeñado diversos encargos pastorales entre un público universitario: ha sido capellán de Warrane College (Universidad de New South Wales ), de la Universidad de Tasmania y de RMIT University. Desde 2002 es director del Catholic Adult Education Centre de la Archidiócesis de Sydney, Australia.
Michael Coren explora cómo y por qué las ideas cristianas son a veces caricaturizadas en la opinión pública, y también en los ambientes más intelectuales. Expone y desmonta diez grandes mitos en torno al cristianismo: si apoyó o no la esclavitud, si es racista y sexista, homófobo, anti-intelectual, antisemita, si provocó guerras y se resiste al progreso, si es represivo, impositivo y poco razonable para una mente moderna. En un clima que desconoce cada día más la realidad del cristianismo es más fácil promover su condena. Coren ofrece antecedentes históricos y ejemplos de cómo se lleva a cabo esa descalificación, y explica la realidad de la respuesta cristiana, destacando sus auténticas creencias.
Michael Coren (Essex, Inglaterra, 1959) es licenciado en Ciencia Política por la Univ. de Notthingham. En 1987 se trasladó a Canadá, donde trabajó como columnista (Financial Post, Sun Media, Reader's Digest ), locutor de radio (CFRB) y presentador de debates televisivos en Crossroads TV Sistem y más tarde en The Sun News Network. Ha publicado numerosos libros, entre ellos las biografías de G.K. Chesterton, H.G. Wells, Arthur Conan Doyle, y C.S. Lewis.
La obra que presentamos del conocido escritor José Antonio Sayés representa una reformulación del tema de la gracia, en su tercera edición, que destaca por su claridad expositiva y su rigor teológico. Es una exposición sistemática de las grandes cuestiones sobre la gracia, que han tenido una amplia repercusión en la historia del pensamiento cristiano y que el autor enmarca con gran clarividencia en la perspectiva cristológica. De esta manera trata de responder a los interrogantes del hombre de hoy sobre su salvación, el sentido de la vida, el anhelo de absoluto y de felicidad. La obra tiene pues no sólo un sentido cristológico sino también antropológico. Asimismo tiene un valor ecuménico, al recoger los principales puntos del reciente acuerdo luterano-católico sobre la justificación. Presenta, en fin, un proyecto de vida cristiana, basado en la gracia y las virtudes, en su pleno desarrollo, que son el núcleo de la mística y de la espiritualidad cristiana.
Los 100 Momentos-Clave" elegidos nos permitirán recorrer el esfuerzo gigantesco que la (s) Iglesia (s) cristiana (s) han ido realizando a través de los siglos para pensar su identidad y misión dentro de circunstancias culturales, sociales, políticas y eclesiales tan complejas y cambiantes. Veremos a cada autor dentro de sus coordenadas históricas. La división de períodos en el segundo milenio se realiza fundamentalmente por siglos, ya que, sin absolutizar este criterio, cada siglo significa una inflexión, cambio, nueva problemática, estado de ánimo o modo de situarse ante la realidad. Nos hemos detenido con más detalle en el siglo XX. También nuestra perspectiva es básicamente la de la Iglesia Católica, lo cual no impide que el autor de toda su importancia a las aportaciones teológicas procedentes del pensamiento protestante y, en menor medida, del ortodoxo. El final de nuestra historia deja ver que nuestro horizonte ha cambiado, signo patente de que la historia de la Iglesia se adentra en un estadio nuevo, desconocido e indominable, en el que teólogos y teólogas deberán asumir su protagonismo y responsabilidad en la Iglesia y en el mundo para reflexionar y hacer cada día más inteligible la fe. Y dado que esto generará polémicas, pero también diálogos, para no caer víctima de las divisiones humanas, al autor le ha parecido conveniente recuperar el testimonio de aquellos teólogos que se han sentido abogados defensores de la Iglesia en el mundo, y abogados defensores del mundo en la Iglesia.
Dios es Luz, pero la mirada humana queda deslumbrada si observa directamente. La Belleza arrebata y entusiasma como un reflejo divino. Contemplar la Inteligencia del cosmos también. Todas las cosas nos dicen: Él nos hizo. Dios es Amor personal y habla desde el eterno Silencio abriendo su intimidad a los que pueden entender y entrar en amistad íntima. Así se descubre que el Dios único vive en una comunión de Amor entre Tres. Dios es Único, pero no solitario. Los seres humanos caminamos entre nieblas y necesitamos respuestas para que nuestra vida se ilumine. Solo ante la luz del Dios Bueno se ilumina el misterio del mal. Poco a poco, usando razón y fe, el autor va descubriendo a este Dios que siempre es más, y se acerca a los hombres y mujeres de buena voluntad y que quieren escuchar.
Un tema original y atrayente, muy atractivo para un público muy definido.
“Así como la primera venida del Señor tuvo su precursor, así también lo tendrá la segunda. El primero fue "Alguien más que un profeta", San Juan Bautista; el segundo será más que un enemigo de Cristo, será la misma imagen de Satán, el pavoroso y aborrecible Anticristo. Acerca de él, tal cual las profecías lo describen, me propongo hablar; y al hacerlo me guiaré exclusivamente por los antiguos Padres de la Iglesia”.
Los sermones que componen esta obra (El tiempo del Anticristo, La religión del Anticristo, La ciudad del Anticristo y La persecución del Anticristo) fueron predicados durante los cuatro domingos del tiempo de Adviento de 1835.
El autor:
John Henry Newman (Londres, 1801 - Birmingham, 1890) fue el primogénito de seis hermanos nacidos en el seno de una familia burguesa de confesión anglicana. A los quince años experimentó su primera conversión religiosa, que le llevó a vivir una fe evangélica. Tras cursar estudios en Oxford, fue ordenado presbítero de la iglesia de Inglaterra. Formó parte del llamado Movimiento de Oxford que, como reacción de una iglesia sometida a un gobierno secularizado, surgió con el propósito de restituir en el anglicanismo el derecho a considerarse como parte de la Iglesia universal, engarzándolo con la tradición de los padres de la Iglesia y de los grandes teólogos, pero sin ”romanizarlo”. Tras una serie de controversias con distintos obispos anglicanos debidas a sus posiciones cada vez más pro-católicas, en 1842 se retiró a Littlemore. Como consecuencia de sus estudios y tras varios años de oración, en 1845 dio el paso de entrar en la Iglesia Católica. En 1847 fue ordenado sacerdote. El Papa León XIII, en reconocimiento a sus méritos, le elevó al cardenalato en 1879. En 1991, Juan Pablo II impulsó su causa de beatificación al declararlo venerable. Finalmente, fue beatificado por Benedicto XVI el 19 de septiembre de 2010. Entre sus numerosas obras cabe destacar su autobiografía Apologia pro Vita Sua (publicada en Ciudadela Libros) además de Perder y Ganar, Persuadido por la Verdad o Cartas al Duque de Nortfolk