Comentarios franciscanos al Padrenuestro recoge una serie de textos en torno a la oración de Jesús siguiendo la tradición franciscana.
Desde Francisco de Asís hasta Bernardino de Siena, pasando por Buenaventura de Bagnoregio y Ubertino de Casale entre otros, se comenta la plegaria cristiana por antonomasia.
El volumen se completa con un cuidado y sugestivo estudio del traductor, Carlos Mateo Martínez Ruiz, quien contextualiza la recepción del Padrenuestro en la Baja Edad Media y reflexiona sobre la paternidad de Dios como piedad y compasión.
El “Catecismo de la Iglesia Católica”, a diferencia de los precedentes, ha dado un gran relieve a la oración. Pero, como dice Juan Pablo II en la Constitución apostólica “Fidei depositum”, este catecismo «se destina a alentar y facilitar la redacción de nuevos catecismos locales que tengan en cuenta las diversas situaciones y culturas». Es decir, que su contenido debe ser reelaborado oportunamente. El presente libro se mueve en esa línea: pretende acomodar para el creyente de hoy el rico y complejo argumento de la oración cristiana. De ahí que, a semejanza del citado catecismo, se divida en tres secciones principales: oración personal, comunitaria y contemplativa y mística. Y se ofrezca en forma de diálogo. El texto está enriquecido y avalado con las aportaciones de los mejores maestros espirituales de todos los tiempos.
Vicente Martínez-Blat (Valencia, 1936), carmelita, es doctor en Teología y miembro de la Sociedad Mariológica Española. Fue cofundador del convento carmelitano de Lisieux (Francia). Ha sido profesor de mariología en varios centros teológicos de Costa Rica. Es autor de una docena de libros de espiritualidad y colaborador en diversas revistas religiosas.
ÍNDICE
DIÁLOGO I. La oración personal
1. Definición y naturaleza
2. Importancia, utilidad, eficacia
3. Las clases de oración
4. El método de oración
5. El método carmelitano. La preparación
6. La lección
7. La meditación
8. La acción de gracias
9. La petición
10. El epílogo
11. La oración afectiva
12. La oración de simplicidad
13. El combate de la oración
DIÁLOGO II. La oración comunitaria
1. Razones para orar comunitariamente
2. Naturaleza de la oración grupal
3. La acogida
4. La ambientación
5. El arrepentimiento
6. La alabanza
7. Lectura de la Biblia
8. Súplica e intercesión
9. Gratuidad y gratitud
10. La instrucción
11. Conclusión y despedida
12. Algunas circunstancias complementarias
DIÁLOGO III: La oración contemplativa y mística
1. La mística
2. La contemplación
3. El recogimiento infuso
4. La oración de quietud
5. El sueño espiritual y la embriaguez
6. La oración de unión
7. Toques, ímpetus, heridas y llagas de amor
8. El desposorio espiritual
9. El matrimonio espiritual
10. Los fenómenos místicos extraordinarios
APÉNDICE: El discernimiento espiritual de los carismas y de las gracias extraordinarias
1. Los carismas
2. Uso prudencial de los dones espirituales
3. Acerca de otras gracias extraordinarias
4. Discernimiento carismático y espiritual
El camino de Edith Stein está marcado por la búsqueda de la verdad en todo su recorrido: En la elección de sus estudios filosóficos, en el encuentro con santa Teresa, en su holocausto final. Para el autor de este libro, no sólo interesa la búsqueda de esa verdad, sino la persona que la busca. Lo original de esta obra consiste, también, en que por vez primera el autor ha podido hacer uso de la mayoría de las cartas de la protagonista, recientemente publicadas
Esta obra es el fruto maduro de innumerables convivencias con gentes que viven y aman "lo teresiano". No se trata, pues, de un libro académico o de laboratorio. Es tan fruto de la vida, como el original de las Moradas. Y al igual que él, también éste persigue el ideal de sintetizar la vida espiritual de una vocación concreta en la vida espiritual de una vocación concreta en la Iglesai de Jesús de Nazareth: la del Carmelo
Hoy hacen falta testigos más que maestros. Los maestros enseñan doctrinas. Los testigos han visto y dicen lo que han visto. Por ambos costados San Juan de la Cruz es testigo y maestro, mistagogo, porque enseña lo que ha experimentado y cómo lo ha vivido. Sólo un pero para los lectores del tercer milenio. Escribió hace cuatrocientos años. Lo que testifica y enseña es inmutable, pero el molde ha cambiado muchísimo. ¿Cómo paliar esa desventaja? El autor ha roto el nudo. Su preparación, sensibilidad, el profundo conocimiento de San Juan de la Cruz y de los lectores así como su estilo han conseguido en una brava y eficaz tarea que San Juan de la Cruz escriba hoy su Cántico. De ahí el título: Una nueva lectura... Con la valiosa originalidad de haber investigado las fuentes bíblicas, ascéticas y poéticas en que se inspiró San Juan, y la riqueza de los comentarios.