Francesco Bernardone, joven heredero de una rica familia de comerciantes de tejidos en la Toscana del siglo XI, toma por primera vez las armas, en el ejército del Papa Inocencio III. Capturado por sus enemigos es llevado a prisión. Durante el cautiverio el joven Francesco lee completa la Biblia y encuentra su verdadera vocación que le hace seguir el mensaje de paz, amor y caridad del Nuevo Testamento. Abandona la vida acomodada de noble y se dedica a predicar y proteger a necesitados y afligidos, ante el desprecio de su propio padre que no acepta que sus riquezas sean empleadas en ayudar a los pobres. <br/